Stella estaba aburrida. Estaba cansada del mismo trato que estaba recibiendo.
Estaba triste por la muerte de su padre, así como también estaba asustada de aquel que lo mató.
Pero también estaba algo enojada con su madre.
—El rey es muy bueno. Naciste con un cabello negro. Algo raro en nuestra familia. Aún así, por el simple hecho de que tenías nuestros ojos, te dejó con nosotros
Stella estaba encadenada, escuchando las palabras de aquel que era su hermano.
Se había acostumbrado a recibir miradas llenas de disgusto y de desprecio. Lo hizo con sentirse satisfecha o hasta excitada por tales miradas.
Sin embargo, no pudo acostumbrarse de las palabras de él.
Era una tortura diaria.
—No pienses que me gusta torturar a otros. Aún así, eres la hija de ese hombre que se atrevió a jugar con mi madre. ¿No te parece repugnante?
—Mamá y papá... se amaban mucho —Dijo Stella. —Y yo... también lo hacía
—Es una pena. Lamentablemente tal amor fue una falsedad
—¿Podrías callarte de una vez?
La puerta fue abierta. Allí estaba Lina, mostrando una mirada llena de hostilidad hacia Haze.
—Te he dicho que no le vuelvas a hablar así. Recuerda que eres un perro
Haze no dijo nada. Tan solo bajó su mirada.
—¿Crees que serás amado al tratar mal a Abby? debes ser bastante infeliz
Lina era la única persona que era capaz de traer tristeza a los ojos de Haze.
Sus palabras le hacían un daño que solamente Haze podía entender.
Él no dijo nada. Decidió dejarlas solas como de costumbre.
Lina le trajo la comida a su hermana.
Aunque esperó que Haze se fuera para darle de comer.
—No le hagas caso. Es un tonto infeliz que tan solo busca que su propia familia lo ame —Lina le sonrió a Abigail. —Y buenos días, hermana
Su luz llegó. Había estado esperando la aparición de su hermana por mucho tiempo.
—Te daré agua también, pero antes...
De debajo del plato de comida, Lina sacó una pequeña cuchilla.
No dijo nada al respecto. Tan solo se la dio a Abigail en su mano derecha.
—No mereces estar aquí. Deberías irte de una vez, hermana
—¿L-Lina?
—Eres una chica inteligente. Estoy segura que sabrás darle un buen uso
Lina no dijo más nada. Tan solo le dio de comer a su hermana.
Después de eso, se fue sin más. Haze vigiló a Abigail hasta la noche.
No hizo nada con la cuchilla.
Al segundo día tampoco hizo nada.
Estuvo hasta una semana entera sin hacer nada. No le habló a su hermana al respecto.
Los días transcurrieron como siempre. Hasta que ella decidió hacer algo.
Con su mano derecha, decidió hacer uso de la cuchilla.
Intentó cortar las cadenas, pero le fue imposible.
Quería escapar de ese lugar también, pero pensó en Haze.
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Ouroboros
FantasíaOuroboros, un peón del imperio de los monstruos, lucha en el campo de batalla con el único objetivo de sobrevivir gracias a su única habilidad.