Stella recordó el camino al Valle del caos, sin embargo, hubo un problema.
Tuvieron que bajarse de la carreta ya que el camino estaba cubierto de charcos con mucho fango.
Pasar con la carreta era casi imposible.
Aunque no por eso iban a dejar la carreta atrás.
—¿Estamos en el Valle del caos? —Preguntó Ouroboros.
—Estamos en la entrada —Respondió Gabbe. Estaba de pie encima de una gran roca. —Podrá llamarse valle, pero es más como un pantano. El lugar es horrible
Zayra se asomó fuera de la carreta. Usó su olfato para oler algo en particular.
—Sangre. También... huele a podrido —Se bajó de la carreta lentamente para no hacer salpicar el fango. —Parece que... hay un cadáver cerca. O varios cadáveres
Se tardaron casi 3 semanas en llegar a la entrada del Valle del caos.
Tenían prisa por lo que apenas tomaron descansos.
El Gremio oscuro estaba detrás de ellos y ese lugar era lo único que posiblemente podía ayudarlos.
Para obtener la libertad que estaba buscando, Zayra decidió sacrificar ensuciar su vestimenta de fango.
El lugar, además de tener charcos con fango y el suelo húmedo, también tenía un toque tétrico en el ambiente.
La mayoría de los árboles, los cuales habían pocos, apenas tenían hojas. Estaban secos.
El lugar apestaba y la tensión era pesada de tan solo sentir el lugar.
Aunque Zayra esperó algo mucho peor.
Después de todo, no había encontrado ningún monstruo.
—Zero. Ven a ayudarme aquí —Pidió Zayra. —Vamos a mover la carreta
Zero no dijo nada. Bajó de la carreta para empujar la carreta junto a Zayra.
Bajo ninguna circunstancia iban a dejar la carreta atrás.
Allí tenían sus cosas, como comida. Además estaban en la entrada del Valle del caos. No sabían qué tan grande era todo el lugar.
—Gabbe, ¿alguna vez fuiste más allá de aquí? —Preguntó Zayra.
—Entré un poco más. Sin embargo, no es recomendable. Quiero decir, sé que lo harán, pero créanme, no es un lugar que recomendaría para vacacionar —Gabbe miró su reflejo en uno de los charcos. —Ni siquiera sé si hay agua limpia. Aunque lo dudo
El lugar era horrible de tan solo verlo. Sobretodo para alguien como Stella, que no estaba acostumbrada a estar en lugares así.
Aún así, sintió mucha curiosidad por lo que podía encontrar.
Quería saber quién era el Fundador, o al menos encontrar información de él.
Aunque, incluso sin obtener información del Gremio oscuro, iba a estar feliz de estar allí para ayudar a Ouroboros y los demás.
—¿Hmm? —Zayra sintió una ligera vibración en la tierra. —No creo que sea una vibración amigable...
Con los segundos, todos lograron sentir la vibración.
Con el tiempo, comenzó a hacerse más fuerte.
Hasta que, justo detrás de Zayra y Zero, apareció algo de uno de los charcos.
Era un monstruo horrible con el cuerpo como un gusano gigante color marrón oscuro con anillos violetas en diferentes partes de su cuerpo.
Ese gusano, sin ojos, se quedó quieto al salir del charco.
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Ouroboros
FantasyOuroboros, un peón del imperio de los monstruos, lucha en el campo de batalla con el único objetivo de sobrevivir gracias a su única habilidad.