A pesar de poder detener al vampiro, el país Raavar aún tenía otros problemas.
No cada individuo, sino el país en general ya que en cualquier momento el imperio de los monstruos podían atacarlos y seguir una guerra que, según la emperatriz, fue pospuesta.
Sin embargo, a diferencia de la parte de la guerra que duró 4 años, la segunda parte parecía ser más seria y con una escala mayor.
El país entero ya sabía lo que estaba por ocurrir.
Muchos que vivían al oeste del país decidieron evacuar.
La mayoría fueron al este, mientras que otros fueron al sur.
El país Raavar era un país activo en guerras, teniendo cierta rivalidad con el imperio.
La gente habían pasado por guerras de generación en generación, pero había un problema que no tenían en otros siglos.
Antes el país Raavar tenía al menos unos 25 a 30 soldados fuertes, ganando el rango de héroes.
Pero, en la actualidad, el año 664, tenían 15 nada más.
El héroe Yarvin murió y, aunque se retiró, el ex héroe Barbatos también era alguien fuerte para el país.
Pero no había tiempo para lamentos. Raavar tuvo que prepararse para lo peor.
Y, la mayor fuerza del país Raavar no era una excepción.
La héroe, Sphynx, estaba en el interior de su carroza. Estaba acostada, mirando el techo.
—He llegado hasta aquí. Ahorra... debo bajarr
Miró por una de las ventanas de la carroza.
Pudo ver el castillo del rey Razor Raavar.
Cada héroe tuvo que ir al castillo para que el rey en persona le diera instrucciones sobre la guerra.
Ella había estado viajando desde un poco más de una semana.
Habría llegado antes, pero se detuvo en las tierras de su padre ya que Jude se lo ordenó.
—Debo bajarr... no pasa nada
Se puso de pie. Abrió la puerta de la carroza y salió.
Estaba en un puente largo de ladrillos blancos que tenía que cruzar para llegar al castillo.
El lugar estaba protegido hasta más no poder.
No solamente por soldados normales, habían unos 3 héroes en el lugar.
Ella pasó por el puente de ladrillo. Mantuvo sus orejas bajadas, pareciendo un humano normal a simple vista.
Sin embargo, la gente sabía de ella.
Las miradas no pudieron faltar. Ninguna era de admiración o respeto como la mayoría de las personas veían a los héroes.
Al ser un monstruo, o al menos tener sangre de uno, no era bienvenida en muchos lugares.
Para eso tenía que ser una esclava.
Sin embargo, a pesar de las miradas y los desacuerdos entre las personas, nadie podía hacerle algo a ella.
Se convirtió en una héroe, pero lo más grande de ella era su padre Mario.
La autoridad de él en Raavar, principalmente en el norte, era tan grande que incluso era comparada con el rey mismo.
El que la gente no le hiciera algo se debía todo a su padre.
Pasó por el puente, llegando al castillo del rey.
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Ouroboros
FantasyOuroboros, un peón del imperio de los monstruos, lucha en el campo de batalla con el único objetivo de sobrevivir gracias a su única habilidad.