Ouroboros estaba caminando por unas montañas.
Llevaba horas caminando, escalando esa montaña.
Estaba cargando una bolsa llena de rocas. La mayoría de las rocas estaban mezcladas con oro y plata.
Sintió que iba a caer de espaldas, a su muerte por el peso de la bolsa.
No estaba solo. Habían unos 6 peones junto a él.
Estaban siendo vigilados por 2 guardias nada más.
En la cima de la montaña había una cabaña.
Allí los estaba esperando un hombre que Ouroboros no pudo llegar a ver ya que un sirviente los atendió.
Los peones entregaron las bolsas llenas de roca.
Su trabajo era muy sencillo, pero el camino no lo fue.
Llegaron exhaustos y con dolor en sus cuerpos.
Sin embargo, nada de eso podía compararse a lo que les iba a ocurrir.
Aleatoriamente, del cielo comenzó a caer un objeto de gran tamaño que podía ser llamado meteoro.
Todos pudieron verlo, incluso sintieron la vibración causada.
Todos corrieron por sus vidas. Algo de ese tamaño iba a causar mucho daño.
Ouroboros no fue la excepción. Olvidó su trabajo para poder sobrevivir.
Sus piernas estaban cansadas por caminar estar unas horas escalando la montaña.
También tenía dolor en su espalda por la pesada bolsa llena de rocas.
Los guardias e incluso los peones decidieron lanzarse al vacío.
Pero Ouroboros no tuvo las agallas de hacer eso.
Su miedo se lo impidió. Se quedó paralizado al darse cuenta de que era muy tarde.
El meteoro causó una onda expansiva que empujó a Ouroboros con mucha fuerza.
Su cuerpo golpeó todo lo que estaba en su camino.
La velocidad en la que fue empujado fue lo peor ya que, al chocar con las piedras de la montaña, terminó mal.
Su cuerpo fue destrozado al chocar con las piedras. Sus brazos fueron convertidos en puré, y sus piernas se rompieron.
Fue arrastrado hasta chocar de frente con una piedra.
El impacto no lo mató al instante.
Abrió su frente, dejó el cerebro al descubierto.
Escuchó el sonido de su sangre, y su cuerpo intentó moverse a pesar de estar muriendo.
En su estado, no pudo hacer mucho.
Tan solo pensó en que no quería morir.
Incluso al estar aturdido, sintió mucho miedo.
Estaba muriendo. Pudo sentir con claridad su muerte.
Sus sentidos se estaban tornando borrosos y su dolor disminuyó.
Muchas lágrimas comenzaron a salir.
Hasta que dejó de pensar. Su vida terminó.
No había nada que pudiera hacer. Ese fue su fin.
Sin embargo, a pesar de que su vida había terminado, de que no podía sentir nada más, podía seguir pensando.
Pensó que todo era un sueño.
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Ouroboros
FantasyOuroboros, un peón del imperio de los monstruos, lucha en el campo de batalla con el único objetivo de sobrevivir gracias a su única habilidad.