Capitulo 128: Asesinato

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*Hace 2 semanas*

El líder de la secta, Clyde, estaba caminando en la base de la secta.

Cerca de él, con las vestimentas y las máscaras de la secta, habían varios miembros de la secta.

Y, junto a él, estaba Shakalrez y Clair.

Estaban dirigiéndose hacia el final de la base.

Habían unas escaleras cortas que llevaban a un altar.

En ese altar circular con el dibujo de un sol, estaba un miembro de la secta.

Estaba arrodillado y, de todas las personas allí, era el único sin una máscara.

Clyde subió las escaleras y se paró frente a la persona en el altar.

—Hoy fuiste escogido para el bautizo. Serás bendecido por el poder del sol —Dijo Clyde. —Este poder te aceptó, así como también debes aceptarlo. Y, con ese poder, tendrás lo necesario para salvar a otros

Todos se quedaron en silencio.

En esa situación, el único capaz de hablar fue Clyde.

Nadie interrumpió. No en un bautizo.

Era un momento muy importante. No solamente para la persona que iba a ser bautizada, también para la secta en general.

Clyde le iba a otorgar un nombre y el poder del sol a esa persona.

Gracias a eso, esa persona podía llevar a cabo la voluntad de la Diosa del sol.

Clyde se quitó su guante derecho.

Usó su mano desnuda para tocar la frente de la persona que iba a ser bautizada.

—¿Deseas un nombre en particular? —Preguntó Clyde.

La persona que iba a ser bautizada no quería un nombre en particular. Esperó que Clyde escogiera su nombre.

Era un verdadero honor recibir un nombre del líder de la secta.

Sin embargo, a pesar de ser un honor, Clyde no pudo creer eso.

Después de todo, no sabía que nombre darle.

Realmente no me acostumbro a dar nombres, pensó Clyde.

Aún así, con tal de mantener su postura y su dignidad como líder de la secta, tenía que decir un nombre.

Miles de personas se reunieron en ese lugar para darle la bienvenida a aquel nuevo miembro de la secta.

De permanecer callado por mucho tiempo, podía quedar mal.

Clair es un nombre que Zayra escogió. Ni siquiera fui yo, pensó Clyde.

Después de pensar en un nombre por tan solo unos segundos, decidió tomar uno.

—En el nombre de Dragonia, yo, Sharayga, te otorgo este poder del sol, Ralith —Dijo Clyde.

De abajo de su máscara se vio una ligera luz.

Al mostrarse la luz, el cuerpo de la persona bautizada, la cual fue bautizada con el nombre Ralith, comenzó a generar algo de humo.

A pesar de ser algo fuera de lugar, no le hizo ningún daño.

Ese humo, ese calor, era el poder del sol. El poder del sol que estaba entrando en su cuerpo y en su energía mágica.

—Bienvenido, Ralith —Clyde lo ayudó a ponerse de pie. —Que la voluntad de Dragonia siempre esté contigo

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