Capítulo 6.

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POV Alicia.

El ambiente en el paddock era genial, y no solo porque mucha gente me paraba para pedirme fotos y me daba la bienvenida a este lugar, sino porque veía que la emoción de la Fórmula 1 se podía palpar en el aire. En esta ocasión, llegamos a la escudería de Red Bull. Me recibió Christian Horner, y mientras entrábamos al edificio, íbamos hablando.

- Mi mujer y mis hijas no querían perderse por nada del mundo el día de hoy - me comentó mientras la prensa sacaba fotos - cuando les dije que ibas a venir, se pusieron como locas - mencionó.

- Será un honor conocerlas, entonces - respondí con gran simpatía.

A lo lejos escuché una voz que me resultó familiar.

- Christian, ¿ha venido ya Ali...?

Christian y yo nos giramos en dirección a dónde había sonado esa voz. Vi a un Max Verstappen corriendo hacia nosotros, seguido de un Alexander Albon que venía por detrás.

- Iba a preguntarte si Alicia había llegado ya - habló un Max algo tímido y sonrojado.

- Ya ves que aquí me encuentro - aclaré sonriendo - ¿tenían ganas de conocerme?

- Puf... han estado de pesados... - comentó por lo bajo Horner.

- ¡Jefe, no inventes! - intervino esta vez Albon con cierta vergüenza.

- Es un placer tenerte aquí por fin - me dijo un Max ya algo más atrevido.

- Ya empezábamos a pensar que no ibas a venir - dijo esta vez Alex haciendo un puchero. "¡Qué monos son, me los como!", pensé en mis adentros.

Abracé a ambos pilotos y posamos los tres para hacernos una foto, yo quedando en medio.

- ¿Qué altos sois no? - les pregunté al finalizar.

- A nuestro lado, todo el mundo parece más pequeño - contestó Alex riendo, precisamente el más alto de los dos.

- De ti he oído que eres un poco granuja eh - le comenté al holandés.

- ¿Yo? Noooo, yo me porto muy bien - contestó el piloto poniendo cara de niño bueno.

- Un poco payaso si eres, sí - corroboró Alex.

Ambos pilotos empezaron a golpearse en broma. Se llevaban muy bien, por lo que vi, lo cual me pareció genial.

- Nada, no les hagas ni caso - me dijo Max - ¿sueles ver la Fórmula 1?

- ¡Sí! - contesté - la temporada pasada vi casi todas las carreras.

- Genial, eso mola. Oye, a ver si te vemos más por aquí - mencionó el piloto tailandés.

- Eso, además, tienes que venirte algún día de estos de cena con nosotros, ósea, con el resto de pilotos, o de fiesta. Te lo pasarás en grande - dijo Max con cierta emoción.

- No sé chicos, tal vez no pinto nada ahí - "tal vez no, no pintas nada ahí", pensé.

- No aceptamos un no por respuesta - contestó el holandés divertido.

Tras un breve rato charlando, llegaron la mujer y las hijas de Horner, quienes estallaron de emoción al verme y me abrazaron con mucho cariño. Yo les correspondí el afecto y les di un beso en la mejilla a cada de ellas. A su madre se le caía la baba de verlas tan felices. Tras una corta pero agradable estancia en Red Bull, mi guardaespaldas me abrió la puerta para dirigirnos a otra escudería.

- Bueno chica, ¿no tienes nada qué contarme? - me quise hacer la tonta pero sabía perfectamente a qué se refería Jorge, ya que mientras me lo decía alzaba las cejas. Aprovechó que ambos estábamos un poco separados del grupo para sacar el tema.

- ¿Qué quieres que te cuente?, ¿un cuento de hadas? - le contesté yo burlona.

- Vaaaa, no te hagas de rogar - sollozó Jorge - dime, ¿cómo fue vuestro primer encuentro?

Cogí aire y sonreí, aunque quise quitarle hierro al asunto.

- Bien, muy bien, es un chico muy simpático - dije con naturalidad.

- ¿Sólo eso? Nooo querida, ¡yo sé que ahí han saltado chispas!

No pude evitar sonreír al recordar a Carlos mirarme fijamente cuando nos agachamos para recoger la pulsera. Instintivamente, me mordí el labio con solo recordarlo.

- Lo más probable es que se olvide de mí con el tiempo - comenté mientras alzaba los hombros y miraba al suelo.

- Permíteme dudarlo - sentenció Jorge.

De pronto, alguien llamó mi atención:

- ¡Alicia! - escuché que gritó alguien con una voz masculina. 


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Capítulo nuevoooo<3, ¿volverán a verse nuestros protagonistas? por supuesto, y lo harán muy pronto;) Gracias por todo y cuídense mucho. 

Besos, Echo. 

Diez mil estrellas (Ten thousand stars) | Carlos SainzDonde viven las historias. Descúbrelo ahora