POV Lando.
Me envolvía una oscuridad absoluta mientras que, totalmente embelesado, observaba con detenimiento el techo de aquella pequeña y sencilla habitación de invitados que tenía Carlos en su piso de Londres. Recreaba en mi mente una y otra vez todo lo vivido aquella noche, y la imagen de Laia se repetía en cada momento, en cada instante, de forma incesante y provocando que mi corazón se acelerara ligeramente al hacerlo. Suspiré al recordar su cabellera rubia, no demasiada larga ni demasiada corta, sus ojos castaños intensos, sus pestañas largas y contundentes, sus labios finos y su sonrisa de oro.
Empezaba a imaginarnos a ambos juntos... como una pareja, me refiero... aunque eso todavía quedara lejos. Adoro su forma de ser, el modo con el que me mira, me toca, me sonríe... y el hecho de que no sea famosa, es decir, es bastante popular en Instagram, la considero una influencer de esas tan nombradas en la actualidad, pero su día a día es como la de una joven normal y corriente que acude a la universidad de lunes a viernes, se reúne con sus amigos para pasar un buen rato y ve Netflix en esos instantes en los que el aburrimiento ha hecho estragos en su persona, y ese es precisamente el estilo de vida que busco cuando no estoy en la pista, y cuando, por ende, no estoy compitiendo. En Woking, en mi hogar, dejo de ser ese joven e intrépido piloto de Fórmula 1 para convertirme en un simple y ordinario británico que le apasiona por todo lo alto la pizza, jugar a videojuegos y rodearse de sus seres queridos. Es difícil de explicar... inclusive de entender, pero Laia me trata como si fuera ese segundo tipo de persona que recién he descrito, se muestra tal y como es sin ningún tipo de reparo, con sus virtudes y sus defectos, con sus espontáneas y ocasionales risas de hiena y sus gritos de gran intensidad sonora siempre que se le asusta, acompañado de un pequeño saltito que, por supuesto, capta la atención de todos quienes la rodean. Ese acto la hace ponerse roja, como un auténtico tomate, y aunque esa misma vergüenza me la acabe retransmitiendo momentáneamente, en el fondo me encanta, porque la hace única. Me había acostumbrado tanto a tratar con chicas de mi edad o similar que se acercaban a mí por interés, vendiéndome su imagen más perfecta e ideal y que más pudiese gustarme, que se me había olvidado por completo lo que era hablar con una persona sincera y honesta de pies a cabeza. Laia ni siquiera sabía prácticamente quién era al conocerme, no tiene inconveniente alguno en decirme que no le gusta la F1, o no lo suficiente, y por supuesto, no tiene ni idea de cómo funciona este mundillo. Y aún así es perfecta... joder, como puedo estar siendo tan cursi.
Con la cabeza todavía apoyada en la almohada y la mirada al frente, noté mi teléfono vibrar, lo cual me resultó extraño ya que eran casi las 05:00 de la madrugada. Estiré el brazo lo suficiente como para alcanzar a coger el iphone que se hallaba encima de la mesilla de noche, y al encender la pantalla, observé que un desconocido me había mandado un mensaje, pero tras leerlo, sentí como se me aceleraba el pulso en cuestión de segundos. Sabía de quién se trataba.
Laia: Hola Landitoooo 😊, ¿estás despierto? 😖
Lando: Hola Laia! Ya ves que sí 😂, ¿qué haces tú que no duermes? 😯
Laia: Solo quería mandarte un mensaje para que tuvieras mi número - y sonreí con los labios al recordar cómo la joven me lo pidió horas atrás con todo el desparpajo del mundo, probablemente por el efecto del alcohol, que debió hacer estragos en ella - y también para agradecer tu compañía esta noche. Lando, lo he pasado genial, y eso es super raro en mi porque no me gustan las fiestas... y todo ha sido gracias a ti - y tras leer su mensaje al completo, noté el corazón bombear la sangre de una forma intensa. Con los dedos temblorosos, me dispuse a contestarle con lo mejor que supe.
Lando: Creo que debería ser yo quien tendría que agradecer... 👉🏻👈🏻
Laia: Que tierno eres 🥰 - y sentí un leve cosquilleo en el estómago - bueno, solo me queda decirte que hasta pronto, y que pases una buena noche Lando - y fruncí el ceño tras ojear el mensaje, creo que Laia no está enterada de la cita de mañana... pero no me molesté en empezar a explicarle porque sabía que se iba a enterar por Alicia tarde o temprano. Solo espero y deseo que quiera acudir.
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Diez mil estrellas (Ten thousand stars) | Carlos Sainz
FanfictionAlicia Martínez es una famosa cantante que ya poco o nada le sorprende de este mundo, y que tiene claro que no quiere enamorarse, pero sus planes cambian drásticamente cuando acude por primera vez a una carrera de Fórmula 1 y conoce a un moreno de o...