Capítulo 7.

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POV Alicia.

- No puede ser - dije sorprendida - ¿Checo?, madre mía, ¡cuánto tiempo!

Corrí directa a abrazarle. Qué ilusión me hacía verle.

- Ya pensaba que no me ibas a ver hoy - espetó Sergio con cara de pena.

- ¿Cómo no iba a hacerlo? Racing Point iba a ser la próxima escudería a la que íbamos a visitar, de hecho - comenté - ¡no podría irme de aquí sin verte!, ¿dónde está tu mujer?

- Carola está en el box, ¿por qué no vais ahí directamente?, así puedes ver mi carruaje - dijo el piloto con ese acento mexicano tan característico - Stroll también está allí.

- Me parece genial - concluí.

Fuimos al box y allí pude conocer a Lance Stroll, quien me pareció un chico muy majo. Cuando Carola y yo nos vimos, nos fundimos en un abrazo muy emotivo. Al separarnos, me dijo:

- Pero mírate, ¡estás bellísima wey! Cada día que pasa te veo más linda, cuéntame tu secreto - espetó la mexicana.

- ¡Eso mismo debería decir yo!, ¿cómo están tus pequeñines?

- Bien, gracias a Dios, llenos de alegría y salud - aclaró Carola - jamás te hubiese imaginado encontrarte por aquí.

- Hasta hace unos pocos días, ni yo me lo imaginaba - comenté riendo.

- Un día de estos tenemos que cenar o tomar algo. Jorge me dijo que estos días vas a hospedarte en el mismo hotel en el que están los pilotos, así que tenemos un café pendiente, al menos.

- Cuenta con ello.

Se me había olvidado por completo. Lo cierto es que Jorge me lo comentó en el viaje en coche hacia el circuito, que íbamos a estar en el mismo hotel que los pilotos, pero supongo que estaba tan distraída mirando el paisaje que se me pasó por completo. Eso significa que... tal vez... podría cruzarme con... ¿Carlos?

Cuando acabé de platicar con Carola, me apeteció pasear por delante de los boxes para observar los coches que se encontraban dentro. Me hacía ilusión ver lo que tantas veces había visto por la tele. Mientras estaba cruzando el de Ferrari, una chica se dio cuenta de mi presencia y corrió hacia mí.

- ¡Hola!, madre mía, ¿eres Alicía Martínez no?, adoro tu música - expresó la joven emocionada - me llamo Charlotte, soy la novia de Charles, Charles Leclerc - matizó.

Al instante, me vino el recuerdo de la charla que había mantenido con el monegasco a primera hora de la mañana.

- Oh, ¡hola Charlotte!, no esperaba conocerte hoy, tu novio me ha comentado lo mucho que te gustan mis canciones.

- ¿Gustarme? ¡Las amo! Mi playlist está abarrotada de canciones tuyas - relató con emoción - ai, perdona, debo estar pareciendo una fan loca - mencionó algo avergonzada.

- ¡Tranquila! No sabes lo especial que me resulta verte de esta manera, lo que hago debe significar mucho para ti.

- ¿Te importaría que nos hiciésemos una foto?

Yo asentí y posamos para hacernos un par de selfies, el primero sonriendo y el segundo haciendo ambas el payaso.

- Oye, mil gracias, eres majísima, ¿mañana también vas a estar por aquí?

- Hasta el domingo - aclaré ilusionada - no dudes en decirme algo si me ves, eres de lo más agradable.

Charlotte se llevó las manos a la cabeza haciendo un gesto de emoción. Me despedí de ella y volví con mi grupo. Jorge, al ver que regresaba, me habló:

- ¿Alguien importante?

- Es Charlotte, la novia de Leclerc.

- Ah - mencionó Jorge mientras miraba a lo lejos a la chica - que bien viste. Oye, ¿acabamos de hacer el tour y vamos al hotel? Estoy muerto.

- Sí, por favor, los pies me duelen horrores, y eso que voy con zapatillas... no quisiera imaginar si fuese con tacones.

Acabé de conocer algunos otros pilotos y por fin nos dirigimos al hotel. Jorge me comentó que íbamos a estar en habitaciones separadas, y que mi maleta ya la habían dejado allí. Al llegar al hotel, Jorge se acercó al mostrador para hablar con la recepcionista. Mientras, estuve observando detenidamente el lugar. Se trataba de un hotel elegante y con una decoración que me recordaba vagamente al estilo rococó, debido al uso de formas onduladas y curvas en la ornamentación.

- Toma querida, esta es la llave de tu habitación, está en la segunda planta. Yo voy a hacer un par de llamadas para organizar el día de mañana, pero sube ya si quieres, estarás cansada. Recuerda, mañana a las 9 aquí abajo.

- Gracias Jorge, mañana nos vemos - le dije lanzándole un beso en el aire a medida que me alejaba.

- ¡Qué descanses princess!

Decidí subir por las escaleras porque observé que el ascensor estaba ocupado. Al llegar a mi planta, me dirigí hacia mi habitación, cuando de pronto escuché la puerta del elevador abrirse.

- ¡Mira a quién tenemos aquí!


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Nuevo capítulo pal body<3 ¿qué os está pareciendo? ojalá que os esté gustando tanto como a mi escribirla. Nunca me olvido de deciros que os cuidéis mucho, estamos en tiempos de hacerlo más que nunca. 

Besos, Echo. 

Diez mil estrellas (Ten thousand stars) | Carlos SainzDonde viven las historias. Descúbrelo ahora