Capítulo 51.

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POV Carlos.

- Vamooos muppet - expresé en español impaciente - ¿qué te queda? - pregunté al otro lado de la puerta. Me encontraba justo delante de su motorhome, esperando a que saliese de él.

- Ya voy, ya voy - escuché.

- ¿Pero qué haces, exactamente? - interrogué al británico extrañado.

- Peinarme - respondió conciso.

- ¿Pero cuánto tiempo llevas peinándote?, venga hombreee, si tus rizos siempre están igual - comenté ansioso por que mi compañero de equipo saliese de ahí para ver a mi Alicia...

Al pronto se abrió la puerta de su motorhome. Ambos lucíamos nuestros uniformes de McLaren con un estilo despampanante.

- Ya estoy, pesado - mencionó Lando tras conectar nuestras miradas- ya sé que estás como loco por ver a Alicia - dijo Norris entre risas, y entonces alzó una de sus cejas de forma pilla - ¿qué crees?, ¿qué no me había dado cuenta?

No pude evitar reírme y empecé a negar con la cabeza.

- Sea como sea, sabes que Zak y los ingenieros nos están esperando.

- Sisi, Zak... - y entonces propicié un leve golpe en el hombro derecho de Lando - ¡auch!, ¡no seas bestia! - espetó Lando, a lo que yo reí.

Empezamos a caminar sosegadamente por el paddock con intenciones de acudir al box de McLaren. Por el camino, nos encontramos con Charles y Pierre y estuvimos un rato muy breve hablando con ellos. Al finalizar, proseguimos de nuevo nuestro camino. Mientras tanto, Lando y yo charlábamos sobre las expectativas que teníamos con respecto a la carrera de hoy, e intentábamos focalizar nuestra concentración al máximo posible en recrear el circuito en nuestras mentes, repasando los detalles de cada curva. Hubo un momento en el que me frené en seco y Lando imitó la acción al verme. Me dedicó una cara de extrañeza absoluta, y no dijo nada, prefirió que hablara yo primero.

- ¿Soy yo, o acaba de caerme una gota encima? - y alcé el rostro para mirar al cielo, siendo imitado por mi compañero. No había previsión de lluvia, pero el cielo estaba algo grisáceo y no era de extrañar que cayese de él alguna que otra gota de agua.

- ¿Qué? - dijo incrédulo - yo no he notado nada.

- Que sí, que me ha caído una gota, ya verás como vuelve a caer otra - aseguré.

POV Lando.

Baje la mirada del cielo para depositarla en Carlos con una cara de obviedad. Será estúpido, y yo que pensaba que se había detenido por algo importante. Entonces miré al frente e identifiqué a lo lejos una chica rubia, de estatura media, con el cabello largo y sedoso, y mi corazón dio un vuelco al verla. Empecé a golpear el brazo de Carlos entusiasmado.

- Carlos, Carlos, Carlos - le nombré repetidamente enérgico - pibón a tus 180.

Carlos bajó la mirada a mi persona extrañado.

- ¿A dónde? - preguntó como un bobo.

- Que te gires, coño - dije agarrándolo del brazo y provocando que se girará - dios mío, dime que aquella de allí no es un bellezón - comenté boquiabierto, pero Carlos empezó a aguantarse la risa de forma exagerada.

- Lando - mencionó el español tratando de ponerse serio.

- ¿Qué? - pregunté yo inocente. Al ver que no recibía respuesta, volví a hablar - ¿qué pasa? - y antes de que contestara, me fijé en que se acercaba a ella una chica que me resultaba familiar - anda, ¿aquella de allí no es Alicia? - y entonces Carlos miró rapidísimamente hacia la zona - parece que se está acercando a la rubia...

Diez mil estrellas (Ten thousand stars) | Carlos SainzDonde viven las historias. Descúbrelo ahora