Capítulo 35.

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POV Alicia.

Sabía perfectamente a quién se refería. Es mi hermana, la conozco desde que nació. Con solo mirarla a los ojos sé lo que intenta averiguar.

- ¿Algo importante? - pregunté mientras la miraba con una ceja alzada y una media sonrisa - no te referirás a un chico, por casualidad... ¿verdad? - sabía cuál iba a ser su contestación.

Ella asintió emocionada.

- Qué sabes y cómo lo sabes - le cuestioné mientras miraba mi plato y cortaba la carne que se hallaba en ella. Actuaba como una verdadera detective.

- A lo largo de estos días he ido viendo por internet que mi hermana se junta con un chico que se llama Carlos... que es piloto de Fórmula 1... que trabaja para la escudería de McLaren y que, por cierto, es muy, muy guapo, lo que me lleva a pensar que, independientemente de si a mi hermana le gusta o no, tiene buen gusto, eso no cabe duda... - espetó mientras miraba al frente disimulando esa sonrisilla que amenazaba salir en cualquier momento. Intentaba emitir seriedad en su tono de voz, pero le era imposible esconder esa curva de sus labios que hacían alzar sus mofletes y hacían aparecer esos tímidos hoyuelos que tiene.

Vaya vaya... parece que no soy la única chica lista de la familia.

- Pues sí que eres espabilada, sí - contesté riendo y con naturalidad.

- ¿¡Entonces te gusta Carlos?! - preguntó de nuevo eufórica y alzando ligeramente la voz, sin poder contener una emoción más que evidente en ella, a lo que yo emití un "shhhh" y le indiqué con el dedo índice en los labios que la bajara para que el resto de la familia no se enterase. Al menos... esa era la idea.

- ¿¡QUÉ CARLOS?!, ¿¡CARLOS SAINZ?! - exclamó esta vez mi otra hermana, captando por completo la atención del resto de comensales. Mierda, ¡será bocazas! El drama está servido.

- ¿Carlos Sainz? - preguntó esta vez Marc. Parece que su nombre va a repetirse hasta la saciedad - uy... ¿es tu nuevo noviete, Alicia? - se dirigió de forma pícara hacia mí. Mi padre estaba atónito.

- ¿Qué?, ¿es tu novio?, ¡no nos habías dicho nada, eh! - comentó esta vez Álvaro con cara de sorpresa- yo quiero conocerle, ¿cuándo va a venir? - Dios mío, ¡esto era lo que precisamente quería evitar! - ¿pero cuánto tiempo lleváis saliendo?, ¿vais en serio?

Yo estaba en modo "tierra, trágame", con las mejillas rojas a más no poder y negando con la cabeza una y otra vez.

- ¡No es mi novio! - exclamé alzando un poco la voz para que quedara claro - solo es un amigo con el que me llevo genial, ya está - dije recuperando la serenidad, y no estaba mintiendo, de hecho.

- Dejadla ya tranquila - intervino esta vez mi madre, intentando poner una cara seria mientras se le escapaba una ligera sonrisilla. Le debía estar resultando jocosa la situación.

- Papá, tu no has dicho nada en todo este rato, ¿qué opinas del nuevo romance? - habló Marc travieso. Le encanta provocar la situación.

Mi padre me miró con esa cara de papi protector que conozco tan bien y tragó forzosamente la comida que llevaba en su interior para hablar.

- Mi hija... - tomó aire - mi hija ya es adulta, chicos, una adulta hecha y derecha - afirmó sereno mientras se servía salsa chimichurri en su plato - pero eso no quita que yo siempre esté alerta de cualquier chico que se acerque a ella porque es mi reina, y porque hay mucho sinvergüenza por ahí suelto - hizo una pausa para beber y prosiguió - pero bueno, Carlos es un buen muchacho, yo no le conozco personalmente, pero sí conozco a su padre y es un buen tipo, de modo que sería un buen novio para mi Alicia.

Diez mil estrellas (Ten thousand stars) | Carlos SainzDonde viven las historias. Descúbrelo ahora