Capítulo 33.

3K 147 3
                                    

Me desperté enérgica e ilusionada en cuanto oí el despertador sonar. Era viernes, día previo al viaje a Londres, y tengo muchas ganas de ir, para qué mentirnos. Me moría por saborear de nuevo aquellos labios carnosos y húmedos que solo Carlos tiene, esos que relame una y otra vez cuando su boca se encuentra a pocos, muy pocos centímetros de la mía, provocando que enloquezca de la forma más dulce posible.

Tenía ya la maleta preparada, y me encontraba desayunando mientras llamaba por teléfono a mi hombre de confianza.

- Buenos días, señorita Martínez - procedió a saludarme un Héctor muy agradable, como él es siempre.

- Héctor, ¡qué te dije de lo de señorita! - le reñí mientras reía. Al decirlo, empecé a tararear mentalmente la canción de Camila Cabello.

- ¡Discúlpeme!, la costumbre Alicia. ¿En qué le puedo ayudar?

- ¿Podrías llevarme a casa de mis padres?

- Por supuesto - contestó decidido el hondureño - ¿a qué hora paso por usted?

- En 40 minutos, a ser posible.

- Allí estaré - y colgó.

Héctor pasó por mi apartamento a la hora que acordamos, y cuando se abrieron las puertas del ascensor, allí estaba, trajeado y con su montera de siempre, charlando tranquilamente con Roberto, con quien mantiene una estrecha amistad; siempre que se les presenta la ocasión, se saludan y hablan.

Mientras apreciaba esa bonita escena de dos buenos amigos charlando de todo un poco, me dispuse a desbloquear el iPhone para cotillear un poco mis redes sociales. No tenía intención de entrar al perfil de Carlos... pero al final no pude resistirme. Se veía tan guapo en todas las fotos el maldito... Sin saber cómo, acabé en el perfil de un club de fans del piloto, y empecé a ojear sus publicaciones por curiosidad. La primera foto que llamó por completo mi atención fue aquella tan famosa que nos hicieron a Carlos y a mí abrazados en el box de McLaren del circuito de Austria. Accedí en el apartado de comentarios para saber qué opinaba el público sobre ella. No es que me importe demasiado, pero en ese momento lo hice para pasar el rato. La mayoría de comentarios eran super cute, la gente dejaba corazones, decían lo bonitos que éramos y la buena pareja que hacíamos. Me parecían tan adorables. Hubo alguien que preguntó:

- "¿Son pareja? 😮" - interrogó un anónimo.

- "No, no lo son, al menos de forma oficial" - respondió el/la propietario/a de la cuenta.

Seguí leyendo otros comentarios:

- "Omggg, que pareja más bonita ME MUERO 😍😍😍 ósea, deseando estoy de que se haga ya oficial. Va a ser mi wag favorita sin lugar a dudas".

Y de nuevo la contestación provino del mismo usuario:

- "Seguro que es cuestión de tiempo, a mí también me encantan ❤️❤️🙋🏼‍♀️".

Hubo otro comentario al que presté especial atención:

- "Se rumorea que Alicia estuvo con Carlos en la cena que McLaren organizó para celebrar el podio de Lando 😍🙋🏼‍♀️"

- "¿Cómo lo sabes????" – interrogó él/la dueño/a de la cuenta.

- "Lando subió una story en la que aparece una chica muy muy parecida a Alicia, pero no se aprecia bien por la iluminación de la sala" – le respondió el anónimo.

Hasta ahora sonreía por los comentarios que estaba leyendo, hasta que hubo uno que provocó que ésta se borrara de mi cara lentamente.

- "Ehm... @lidiaagimenez, ¿hola?" - escribió alguien haciendo mención de otro usuario, cuyo nombre conocía, por cierto.

- "Por favor, supérenlo ya 🤦🏼‍♀️" - contestó alguien a este comentario.

- "Dejen que la gente haga sus vidas" - siguió al hilo de la conversación otra persona.

Yo miraba concentrada a la pantalla del teléfono hasta que escuché una voz que hizo que conectara nuevamente con la realidad.

- Alicia, ¿emprendemos la marcha a casa de sus padres?

Alcé la vista para responder a Héctor.

- ¡Claro!, vamos para allá - dije mientras me despedía de Roberto.

Con respecto a mis padres, éstos viven en una casa de grandes dimensiones que se ubica en una urbanización acomodada a las afueras de Barcelona. Cuando Héctor aparcó justo enfrente de ella, me deseó un feliz día, y yo se lo agradecí enormemente. Salí del auto con intención de presionar el timbre, pero no resultó necesario, pues Bea fue testigo de mi llegada desde el balcón de su habitación, y escuché como regresaba al interior de la casa mientras gritaba mi nombre. La puerta de la entrada empezó a abrirse por sí sola, y tras ella, venía Bea corriendo hacía mí, emocionada. Yo solté la maleta para abrazar a mi pequeñaja, tanto por su altura como por su edad. Al llegar, Bea me abrazó con tal fuerza que pensaba que mis intestinos iban a hacerse añicos. Incluso me alzó la cabrona, a lo que yo emití un breve chillido porque me había pillado del todo desprevenida. Es canija pero algo corpulenta.

- ¡Mamá!, ¡Alicia ya está aquí!, ¡ya está aquí! - mencionó alzando la voz en dirección al portal.

- ¿Mi hija?, ¿ya ha llegado?, ¡por fin, qué ganas tenía ya! - escuché desde el interior del domicilio.

Yo suspiré y reí. Hoy me espera un día familiar intenso.


---------------------------------------------------------

Hula:)! Os traigo new cap amores<3!! aunque ha quedado más corto de lo que me hubiese gustado:( pero bueno, ya he empezado a escribir el próximo capítulo, y por el momento, ya llevo la misma cantidad de palabras que este, así que genial jeje, será mi forma de compensaros<3.

¿Qué tal están? ojalá que bien. ¿Vieron que la novela ya ha llegado a las 6k de lecturas? Me parece increíble, enserio, y no os podéis ni imaginar lo feliz que me hace. Es un verdadero placer ver que lo que escribo os gusta, de verdad. Gracias por los comentarios que me dejáis y por los mensajitos que me mandáis en el buzón. Sois las mejores.

Besos, Echo. 


Diez mil estrellas (Ten thousand stars) | Carlos SainzDonde viven las historias. Descúbrelo ahora