Capítulo 68.

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POV Carlos.

- Te propongo un reto - soltó una Alicia decidida mientras separaba su cara de la mía para observarla en su totalidad. Su rostro era un enigma, me retransmitía malicia, y algo me decía que el reto no iba a ser precisamente fácil.

- Me das miedo - espeté observándola con detenimiento mientras depositaba sus manos en mi rostro con tal de acariciarlo con afectuosidad, pasando las yemas de sus dedos por mis mejillas afeitadas, finalizando en mi mentón.

- ¿Serías capaz de hacer cualquier cosa con tal de salirte con la tuya? - me interrogó haciendo alusión a nuestro primer encuentro sexual que todavía estaba por venir. Yo tragué forzosamente la saliva al escucharla.

- Claro.

- ¿Por difícil que sea? - de nuevo se dirigió hacia mí, esta vez con una ceja enarcada y una media sonrisa.

- Por supuesto - respondí envalentonado y haciendo entrever una imagen de mí segura y decidida, aunque la realidad era que la incertidumbre empezaba a realizar estragos en mi persona, entre otros motivos porque no sabía la clase de pensamiento que se le debía estar pasando por esa cabecita... Aunque algo me decía que iba a tratarse de una idea algo alocada.

Alicia se tomó su tiempo antes de hablar nuevamente.

- En ese caso... serías capaz de ganar una carrera de Fórmula 1 para mí... ¿cierto? - soltó como si nada.

Entreabrí la boca tras escucharla y la ojeé con asombro.

- No puedo creerme lo que me estás proponiendo... - musité sorprendido por la astucia que demostraba la catalana. Por unos segundos, pensé que mis sentidos me habían traicionado y que Alicia no había efectuado esa preposición tan atrevida y a la vez inesperada, pero con tal sólo ver su rostro me convencí de que sí, mis oídos habían hecho bien su trabajo.

- Piénsalo - se limitó a decir Alicia con una sonrisa mientras me acariciaba con lentitud, acto que me enterneció profundamente - ¿sería Carlos Sainz... - y se acercó peligrosamente a mis labios - capaz de ganar un Gran Premio... - murmuró en un tono seductor - y subir a lo más alto del podio... - dijo tras rozar sus labios con los míos, manejándome como un títere, a sabiendas de que estaba enloqueciéndome - con tal de hacerme suya de una vez por todas...?

- Pero... cómo... ¿cómo se te ha ocurrido...? - tartamudeé sin a duras penas poder terminar la frase.

- Carlos, la realidad de todo esto es que lo nuestro está yendo bastante rápido, tengo la sensación de haberte conocido desde hace unos... no sé... como... ¿4 días? – y rio - Nuestra primera vez tiene que ser por un motivo especial - sentenció firme - y qué mejor motivo que la celebración de un Gran Premio que aquí mi más preciado piloto conseguiría por mí - espetó con una ilusión desbordante.

- Pero no es justo - mencioné frustrado - sabes que la disparidad entre los monoplazas de las distintas escuderías de Fórmula 1 aumenta o limita las posibilidades de que los pilotos suban o no al podio. Sabes que el McLaren no puede competir contra ciertos coches...

- Por ese motivo, imagínate cuán excitante resultará entonces si consigues tu objetivo... - dijo con un toque de diablura en sus palabras. Sin lugar a dudas, Alicia estaba disfrutando plenamente del momento.

- Estás loca... - musité sin poder reprimir la sonrisa - ¿acaso tú no tienes ganas de...?

- Claro que las tengo, Carlos - expresó cariñosa mientras colaba algunos de sus finos dedos por mi cabello mojado - créeme que muchas... - hablaba tan cerca de mi boca que me dejaba anonadado - pero una cosa no quita la otra - e hizo una pausa - mira, hagamos una cosa, reconozco que tienes gran parte de razón con lo que acabas de mencionar, de modo que pongamos que el reto es tan sólo subir al podio, ¿sí?

Diez mil estrellas (Ten thousand stars) | Carlos SainzDonde viven las historias. Descúbrelo ahora