La venganza de los ex

Capítulo 80: "¡Feliz Cumpleaños Alan!" (Parte 2)

Rápidamente agarra mi brazo y me lleva con él después de decir un "ven" que apenas pude escuchar, fue un movimiento sencillo ya que no protesté y me enfoqué en observar al grupo de personas afuera de la fiesta siguiéndonos con la mirada a medida que nos alejábamos, me tomó unos segundos darme cuenta de que realmente Ryan estaba aquí, llevándome a Dios sabrá dónde, entonces reacciono, me libero de su agarre y me detengo, a lo que él voltea y se devuelve 3 pasos para quedar frente a mí.

Estaba a punto de molestarme, pero al mirarlo detenidamente supe que algo no estaba bien con él. Sus ojos lucían ligeramente rojos, tenía ojeras, su cabello estaba desordenado y su postura encorvada. Parecía exhausto.

Estábamos a una distancia prudente de la fiesta, a mitad de la calle. Sin embargo sabía que Chase me esperaría cerca de su auto por si ocurría algo.

— ¿Por qué estás aquí? —le pregunté pausadamente.

Hubo un largo silencio de su parte, intentaba decir algo pero las palabras no salían de su boca y finalmente se peinó el cabello con las manos respondiendo un: —no lo sé.

Su respuesta me molestó mucho, asumí que solo quería molestarme de nuevo.

—¿No lo sabes? —Lo miré con fastidio y él negó con la cabeza en respuesta —ya, entonces adiós —doy media vuelta dispuesta a regresar.

No tenía tiempo para estas tonterías.

—Leah por favor, s-solo necesito...— siento que me sujeta de la muñeca.

—¡Suéltame! —exijo poniéndome a la defensiva.

—Está bien, tranquila — levanta sus manos en señal de calma.

Yo lo miraba confundida, ni siquiera podía reconocer a la persona que tenía al frente —¿qué pasa contigo?

—Soy una mierda —susurró.

—¿Qué? — pregunté desconcertada.

—¿Tú crees que no lo sé? Siempre estoy preguntándome por qué no puedo ser feliz, por qué no tuve una mejor vida...

—Ryan, escucha — imité su gesto de hace un momento para intentar calmarlo, estar cerca de él mejor hizo notar la presencia de alcohol que emanaba. Probablemente estaba borracho, sin embargo no podía dejar de mirar su rostro abatido ya que era la primera vez que lo veía así.

—Ve a casa — le ordené —llamaré a un Uber y...—

—¡No necesito un maldito uber! — exclamó casi gritando.

Tenía miedo, porque sabía que estar cerca de alguien en ese estado era peligroso, comencé a mirar a mi alrededor en busca de Chase pero ya no lo veía por ninguna parte.

— Lo siento — dijo de repente — solo quiero que me escuches.

—De acuerdo, te escucho —accedo a su petición hablando lo más tranquilo posible para no alterarlo.

—¿Por qué no nos sentamos? —señalo el espacio que ofrece el muro de concreto en el que reposa el letrero "St. Garden", la zona donde nos encontramos.

—Piensas que soy patético ¿verdad?

—Para nada, solo estoy sorprendida —admito.

No dice nada.

—¿Qué necesitas, Ryan?

—Quiero que te quedarme contigo — susurra.

—¿Qué? —No estaba segura si lo había escuchado bien, así que lo mire arrugando el entrecejo.