LEAH.
Cuando terminó de hablar su rostro se contrajo de tristeza, nunca me había sido tan fácil leer la culpabilidad, el enojo, el dolor en sus ojos; parecía que contenía las lágrimas porque su mandíbula estaba tensa.
Yo...jamás imaginé que él guardaba recuerdos tan tristes, al principio pensaba que Sarah era uno de esos romances inolvidables de la infancia que terminan cuando alguno de los dos se muda de vecindario o se va de la ciudad, claro que no me equivocaba, Sarah sí era un romance inolvidable, pero de aquellos no correspondidos y con final trágico. Y para esto no se me ocurría ninguna respuesta adecuada para decirle, sobretodo porque comenzaba a sentirme culpable, él no quería hablar de esto pero insistí tanto que me arrepiento por mi gran curiosidad.
—Estaba tan enojado conmigo mismo...— Prosiguió antes de que yo pudiera musitar algo —...no había un día en el que no me quedara en la cancha de basket hasta el anochecer pensando en ella, la primera vez que vi a Ryan tan solo 1 mes después de lo de Sarah, perdí el control. Estaba tan cegado por la ira que me fui contra él, lo tomé desprevenido y le propiné golpes una y otra y otra vez porque lo culpaba a él por la muerte de Sarah, pensaba que si tan solo ella no lo hubiera conocido, si tan solo yo hubiera peleado más por ella, estaría viva.
>>Después un par de personas en el lugar empezaron a gritar que me detuviera, pero no lo hice hasta que nos separaron, por supuesto que Ryan también me propinó puñetazos, pero sus golpes no eran nada comparado con lo destruido que estaba en mi interior, lo último que Ryan me dijo fue que yo no viviría en paz mientras él y yo estuviéramos en el mismo lugar, dijo que estaba celoso de él y que nunca olvidaría lo que le hice. Luego dejó la cancha furibundo y se fue. Sabía que la enemistad entre nosotros sería más tensa a partir de ese momento, probablemente tendríamos otro encuentro de golpes, pero no importaba cuantas veces tu viera que irme a los golpes con él, yo no quería que él pisara esa cancha de nuevo ¿lo entiendes? —Alan me observa con la mirada decaída.
Esa cancha debe haber significado mucho para él y como no, si casi toda la historia de Sarah giraba en torno a ella; tal vez si fuera una novela romántica, su titulo sería "la cancha en la que te conocí..."
Asiento comprensivamente en respuesta.
—Lo peor es que nunca supo que Sarah había muerto y que él fue una de sus razones— lo escuchoreír amargamente — nadie se atrevió a decirle, ya casi son 6 años y creo que él sigue sin tener idea de que Sarah está muerta.
—¿Cómo no podría saberlo? —Pregunté casi incrédula, era su novia, de algún modo tenía que enterarse, dicen que las malas noticias son las que primero llegan; es difícil creer que Ryan no sepa algo como eso. Estoy segura de que lo sabe.
—...Y todo empeoró cuando mis padres comenzaron a tener discusiones al punto tuve que irme a vivir con mi abuelo; llegaba tarde a casa, comencé a meterme en peleas más seguido y mi rendimiento escolar estuvo por los suelos, me suspendieron varias veces. Podría decirse que esa no fue mi mejor época —contestó con nostalgia.
No quise que responder porque estaba dándole toda mi atención asi que ambos permanecimos en silencio durante un rato, no podía dejar de mirarlo pero tampoco quería observarlo demasiado.
No quería decir un "Alan realmente lamento todo lo que has pasado" quería abrazarlo y desaparecer esos malos momentos de su vida, sin embargo sabía que nada de lo que dijera cambiaría algo de su pasado, me sorprende lo fuerte que ha sido con estos temas.
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La venganza de los ex
Romance'' -¿Te digo algo?-me incorporo para observarlo mejor -me alegra que en esta relación no hayan terceros. Me mira con curiosidad-¿Terceros? -Ya sabes, esa o esas personas que aparecen de la nada para interferir y confundirnos. -Tal vez nosotros somo...