La venganza de los ex

CAPITULO 24: "La razón"

*Lo prometido es deuda, disfruten* La mayoría dijo "sí"

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—Leah, piensa rápido si algún profesor nos ve...—

—Bien. —Lo detengo.

Se le forma una sonrisa — ¡Camina! —Toma mi mano dirigiéndonos rápidamente a la salida.

Alan se asoma en el pasillo cerca de la entrada/Salida principal y se esconde inmediatamente.

—Un profesor—Dice en voz baja. Intento Asomarme también pero no me lo permite —Tu camina primero, yo voy detrás de ti —Susurra y yo asiento.

Paso "disimuladamente" y veo que está concentrado en un libro mientras bebe de una taza decorada con letras desordenadas, camino rápido, empujo la puerta y salgo. Minutos después sale Alan.

— ¿Por qué te tardaste? —Pregunto.

—Me atrapó, pero ya lo resolví—Camina hacia su auto y voy detrás de él.

Ambos subimos, me acomodo un poco.

— ¿Quieres ir a Shakys?—Propone. 

—Nop, estoy bien. —Digo seca.

Alan exhala, enciende el auto y comienza a conducir, mantengo mi vista fija en la ventana y en los vehículos pasar.

Nos detenemos en un mini parque cercano a la autopista, tiene una fuente en medio y está rodeado por coloridas flores y otro tipo de plantas que desconozco el nombre, pero no tiene sillas, cuando bajo del vehículo me siento en el pequeño muro que bordea el jardín, esperando que Alan se acerque.

—Te escucho. —Respondo cuando se acerca, cruzo mis brazos. —Quiero saber por qué has faltado tanto, desde que te conocí te has ausentado y dices  estar corto de dinero ¿Por qué?

—Como te dije he estado viendo a alguien que realmente es importante para mí y me necesitaba, por eso no pude ayudarte y andaba ocupado.

—Dices lo mismo, no entiendo es algún tío, primo, abuelo.

Niega.

    — ¿Has estado gastando tiempo y dinero en alguien? — Pregunto.

Asiente.

Creo que lo capté...

—Entonces ¿para qué finges tener una relación conmigo si ya estás viendo a otra persona? Que feo que le hagas eso. —Reclamo.

Alan no responde y se limita a mirar al piso.

—No puedo creerlo. —Me levanto del muro y comienzo a caminar, no soporto estar aquí.

—Es mi perro. — Confiesa. Me detengo y giro.

— ¿Tu perro? —Cuestiono.

—Sí —Pasa una mano por su cabello —El día que me hablaste por primera vez lo habían atropellado, todos estos días he estado pendiente de él en el veterinario porque está hospitalizado, necesitaba cirugía por eso no he tenido dinero. El martes me notificaron que lo iban a operar y debía estar presente, tal vez lo veas como un simple perro pero crecí con él y fue lo último que me dejó mi abuelo antes de morir, por eso es tan importante para mí recuerdo a mi abuelo cada vez que lo veo — Veo como se le forma una sonrisa triste y mira al cielo.

— ¿Por qué no me lo dijiste? —Le digo en voz baja.

— ¿Y qué podías hacer tú? ¿Darme tu lástima? Era algo que yo tenía que solucionar además te conozco hace poco como para agobiarte con mis cosas, es más no quiero que pienses que miento —Saca su teléfono y comienza inspeccionar al momento me muestra la foto.

Un lobo o Husky siberiano vendado en su pata trasera izquierda, con cono alrededor de su cabeza, con una especie de sonda conectada a un monitor, reposa encima de una colchoneta verde y por sus ojitos tan azules como los de su dueño se ve afligido, duele ver a un animal así.

—¿Quién le hizo eso? —Digo con preocupación.

—Se fue antes de que lo viera, solamente pude escuchar el chillido.

—Ay Alan de verdad yo—

—No te preocupes, no sabías nada y por fortuna ya está bien, es por eso que estoy aquí— Se adelanta. —Lo siento mucho Leah. Por no haberte explicado, pero estaba muy preocupado como para hablar.

—Tranquilo. Y me alegra que tu perro este bien.—Le doy una sonrisa y toco su hombro. 

—A mí también.

—Al menos eso explica por qué no has sido un buen novio últimamente —Bromeo.

—Tienes razón—toma mis manos y las besa. —Seré un buen novio desde ahora, lo prometo.

—Alan solamente bromeaba—Digo riendo y quito mis manos.

—Lo sé, pero quiero ser un buen "novio" —Hace comillas.

—Ya que todo quedó aclarado ¿vamos a casa? —Propongo.

—¿La tuya o la mia? —Sonríe maliciosamente y le doy una cara de seriedad.

Obviamente sé que bromea.

Alan sonríe —está bien paro, ¿pizza?

—No, gracias. —Niego.

—Vamos Leah, no me ayudas—Pone cara triste.

—Debo ir a casa Alan—Me excuso.

— ¿No quieres una hamburguesa? —Me tenta.

 Si quiero pero no debo...

—Bien, la acepto como disculpa. —Hablo finalmente.

—Esa es mi chica. —Dice contento.

—No soy tu chica.

—Perdón.

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Luego de la mejor y más deliciosa hamburguesa de mi vida llego a mi casa y le paso toda la información a mis amigos.

Amigas mas que todo.

Amo los sábados, estoy soñando con un viaje a...

(No sé dónde, voy en el avión) y me levanta la notificación de un mensaje.

Mis amigos no mensajean a esta hora...  

La última vez que me llegó un mensaje en la mañana mi vida dió un giro de 180 grados.

¿Qué rayos puede ser esta vez?