CAPITULO 58: "Disfruta la pijamada" Parte II

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Curiosamente Alan no parecía molesto o tenso, aferraba su mano al volante con la vista clavada hacia la vacía y luminosa carretera, me atrevo a decir que su gesto es inexpresivo — ¿Ves cómo se siente? —Pregunta antes de que yo proteste por segunda vez.

—No es Sabrina quien está llamando, es Brook. Cambié su nombre e hice que me llamara para darte una lección —no suena molesto, habla en tono suave pero firme y sin mirarme —adelante — toma el teléfono y lo deja sobre mis piernas —contesta y averígualo.

El tono relajado en su voz me da a entender que es cierto sin embargo respondo ante el cuarto llamado para despejarme totalmente de dudas —West, viejo ¿qué diablos? Llevo una hora llam...—cuelgo de inmediato, a decir verdad tan solo escuchar la voz de Brook me irrita.

—¿No es agradable, verdad? —Su voz hace que deje de observar su fondo de pantalla. Una ciudad a blanco y negro — eso es lo que siento cuando vas a casa de Ryan o me ocultas las cosas —hace una pausa —no quería que supieras por qué hablé con Sabrina o más bien qué fue lo que dijo porque para mí no tenía relevancia. Ella me buscó después del entreno hace unas semanas, dijo que aún no asimilaba que yo estuviera saliendo contigo, que somos muy diferentes y que tú no eras para mí —me tenso ante el comentario, era lo último que esperaba. Una mezcla entre desagrado y satisfacción llenan mi cabeza, por un lado esto confirmaba que a Sabrina le afecta cualquier cosa que tenga que ver con Alan y por el otro ¿Por qué tenía que opinar sobre nosotros? Por suerte puede decir que me conoce.

—Eso me molestó y tuvimos una breve discusión. Me preguntaba si era mejor que te dijera pero ya teniendo una idea de cómo eres y lo último que ocurrió entre ambas no quería avivar el fuego o hacer que te metieras en problemas, no supe que hacer así que preferí irme molesto y dejarte en la ignorancia hasta hoy —voltea su cuello para mirarme —quiero que veas lo que cosas tan mínimas hacen con nosotros, que cada uno se ocupe de sus asuntos no es una solución ante la confianza ¿Por qué te cuesta comunicarte? ¿Es por Ryan?

Abro la boca y la cierro al instante, estaba tan sumergida en escuchar a Alan desahogarse por primera vez que no me di cuenta que las palabras se esfumaron de mi cerebro, formular algo que no sonara estúpido no funcionaba incluso terminé haciéndome la misma pregunta. No podía mirarlo más, una sensación amarga se instalaba poco a poco en mi estómago y opté por quedarme cabizbaja.

Él lo notó y tomó suavemente una de mis manos —no sé qué tanto daño te hizo Ryan o qué tanto traicionó tu confianza, pero lucho cada día para demostrarte que no soy como él y que mereces a alguien que siempre te haga sonreír.

Me di cuenta que sus palabras ya me estaban haciendo sonreír mentalmente —cuando me enteré sobre tu visita a casa de Ryan, estuve tan enfadado, no dejaba de preguntarme si pasar tanto tiempo con Ryan te haría revivir el pasado, de nuevo sucumbirías ante él y acabarías con todo lo que empezamos. Pero recordé que es ridículo, eres ingeniosa e inteligente y después de lo que te hizo ese imbécil, no había forma que lo olvidaras tan fácil y regresaras con él, me recordé que tú también sientes algo por mí; que nos divertimos juntos, hemos llegamos muy lejos y entendí que debía dejar de dudar, debo dejar que te defiendas sola y confiar en ti.

Levanto la vista, cuando nuestros ojos se conectan una sensación cálida se instala en mi pecho.

—Eso era lo que quería decirte y créeme es la primera vez que doy un parlamento así, nunca me había expresado tanto —sonríe — el punto es —me sujeta con ambos brazos —confío en ti Leah y sé que Ryan recibirá una buena patada en la entre pierna si intenta propasarte contigo.

Ahora soy yo quien esboza una sonrisa, imito su gesto y tomo sus brazos —yo también confío en ti —musito.

Une su frente con la mía mientras deja salir un largo suspiro —Aún no lo haces, no tienes que obligarte a decirlo, cuando en verdad lo hagas me lo harás saber. Después de todo, las acciones dicen más que las palabras.

La venganza de los exDonde viven las historias. Descúbrelo ahora