La venganza de los ex

Capitulo 57: "Disfruta la pijamada"

Me quedo estática esperando una respuesta de su parte, su rostro no expresa ninguna sonrisa o doble intencionalidad, no apartaba su vista de la mía como si me dijera con el pensamiento que es algo que debo insinuar. Se despega de la puerta y comienza a caminar hacia mi dirección al mismo tiempo que empiezo a agitarme y mi corazón acelera su pulso cada segundo que transcurre.

¿Va a pasar lo que creo que va a pasar?

Dejo de mirar sus ojos y paso a observar sus labios, al estar lo suficientemente cerca percibo el débil aroma que se impregnó en su piel, lo recuerdo porque es el mismo que llevaba su camisa y que siento al entrar a su auto.

La brisa del océano.

Es la palabra que describiría, suena extraño pero no puedo evitar sentirme en el mar cuando la inhalo, tiene fuertes influencias cítricas y acuáticas combinadas con olores florales. Es el lado atractivo del mar, fresco, delicioso y penetrante. Estoy tan concentrada que observo el momento en el que sus labios se abren para tomar aire y pronunciar cada palabra.

—¿Qué fue lo que hablaste con Chase?

La burbuja que idealizaba explota bruscamente acompañada de un disgusto efímero sin embargo el que Alan se "preocupe" por lo que hable me agrada, aprieto mi boca para no esbozar una sonrisa.

¿Curiosidad, preocupación o... algo más?

Una oportunidad perfecta para juguetear y averiguarlo.

Le doy una mirada de complacencia —confórmate con saber que no es nada malo — antes de que mi compostura me abandone lo rodeo y paso a tocar cada objeto que está en el estante flotante de su habitación donde reposa una foto de él mucho más joven, una vieja y maltratada libreta junto con un bolígrafo y un auto "miniracer" rojo de colección.

—Quedamos en que yo me ocupada de mis cosas y tú de las tuyas —prosigo sin quitarle la vista al adorable juguete.

—Dejan de ser tuyas cuando mi nombre es mencionado en ellas —dice a mis espaldas sin ningún tinte de molestia o irritación en su voz —deja los rodeos ¿De qué hablaban?

Volteo sin hacer ningún esfuerzo por ocultar mi sonrisa de satisfacción, tiene el ceño ligeramente fruncido lo que aumenta mi diversión ante el tema y opto por molestarlo un poco más.

Me encanta esta parte.

Camino hacia él y levanto un poco mi cabeza para encararlo ya que él me gana en altura por algunos centímetro —lo que yo hable con Chase no es asunto tuyo Alan —aclaro con gusto y en voz serena.

Noto como mi respuesta lo tensa, frunce el labio pero luego de repasar un instante mis ojos cambia su gesto y de repente siento como me desafía con la mirada —entonces lo que yo  hablé con Sabrina tampoco es asunto tuyo —contesta con firmeza y me pasa por un lado.

Mi sonrisa se desvanece ante su respuesta y la sensación de disgusto "desvanecido" renace con intensidad además de la intriga que se hace espacio en mi sistema.

¿Habló con Sabrina de nuevo? ¿Ha estado en contacto con ella? Y lo más importante ¿Sobre qué?

No quería, me rehusaba a saber.

No preguntes... no preguntes... no pregunt...

—¿Qué te dijo? —Maldigo automáticamente a mi curiosidad y a mi boca por traicionarme.