'' -¿Te digo algo?-me incorporo para observarlo mejor -me alegra que en esta relación no hayan terceros.
Me mira con curiosidad-¿Terceros?
-Ya sabes, esa o esas personas que aparecen de la nada para interferir y confundirnos.
-Tal vez nosotros somo...
El plan de Alan va a requerir de dinero, no sé qué excusa podré inventarles a mis padres para que "me suelten el billete" por otro lado espero que funcione y que no seamos inculpados inmediatamente, sin embargo West no me dio fecha de cuándo o cómo exactamente (Ya me recuerda a mí) por lo que tendré que esperar, no sólo a que él lo diga sino a que se calme totalmente mi leve odio hacia Sabrina.
No creo que vaya a ser un problema, soy una persona que si se enoja con alguien al rato o los días estoy contenta de nuevo, pero depende de la acción, por ejemplo Ryan, ya llevamos más de 2 meses en clases y sigo repudiándolo.
Agarro mi celular para revisa la hora 12:30 am. Hago una mueca de disgusto, a pesar de que mañana no tengo clases debo dormir o de lo contrario mamá me levantará a que ayude con el oficio. Además acordamos ir a la casa de Olivia mañana u hoy dentro de unas horas supongo. Meto mis piecitos dentro de las sabanas, acomodo mi almohada, abrazo al señor Huggles (mi tigre de felpa) y cierro mis ojos.
...
Comienzo removerme ya que el calor me produce incomodidad por lo que decido retirar mis piernas al aire libre. No pasa mucho cuando comienzo a sentir frío.
— ¡Aghh! —Gruño mientras cambio de posición. Tomo la sabana y me cubro una pierna, mitad calor y mitad frío.
Perfecto.
Me dispongo a dormir pero al cerrar los ojos y quedarme en total silencio pienso en la probabilidad de que venga un fantasma o un demonio y tire de mi pierna.
He visto actividad paranormal.
Me levanto de la cama y enciendo la luz sintiendo la molestia en mis ojos, reviso la repisa de mi biblioteca en busca de la biblia cuando la encuentro, la tomo y finalmente apago para dormir con ella.
Hace más de una semana vimos una película de terror, mujer precavida vale por dos dicen...
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1:30 pm
Me levanto, con molestia en la panza ademas terribles ganas de ir al baño y ¡noooo! No puede ser cierto.
¡¡HOY NO!!
—¡Mamá! —Grito desde el baño.
Me percato del silencio del lugar y me doy cuenta que ya se fue a su club.
Genial.
Al salir me recuesto en mi cama retorciéndome del dolor por los cólicos cuando me llega un mensaje:
—Mi amigo el evangélico: Esta eres tú, ayer.
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