Leah...
Una voz se introduce en mis sueños por tercera vez, ante su insistencia respondo con un gruñido.
—Despierta hermosa, ya dormiste lo suficiente.
Me revuelvo entre mis cómodas sabanas y su aroma familiar.
Un momento. ...
¿Cómo llegué a mi cama?
—Lárgate —exijo en una voz ronca provocada por el sueño.
—Vamos, arriba —insiste la voz que ahora reconozco perfectamente como la de Alan.
—No —me cubro totalmente con las sabanas, encontrando la posición perfecta.
—Levántate —Alan remueve mi cuerpo.
—¡Déjame practicar mi funeral en paz! —chillo exasperada.
—Tienes 3 segundos —me advierte desde el otro lado. —1...
Respiro profundamente mientras me acomodo.
—2...
El ultimátum de Alan no me afectaba en absoluto, cuando es hora de dormir, es hora de dormir y debe respetarse.
—3. Acabó el tiempo.
No respondo y me quedo quietecita en el cómodo lugar donde estoy.
Unas manos sujetan con fuerza mis tobillos sobre las sábanas y tiran de ellos, arrastrando todo mi cuerpo sobre la cama.
—¡Suéltame! —pataleo y chillo por la sorpresa que me provocó su agresividad.
—Arriba Leah —responde con aire juguetón mientras que de otro tirón caigo sobre mis pompis contra el frío y rígido suelo.
—Es hora de comer, hay sopa caliente en la cocina.
Lo miro con hostilidad mientras acaricio mi trasero luego del duro impacto —a veces eres insoportable ¿lo sabías?
Alan hace caso omiso a mi comentario y lo sigo con mi mirada hasta que desaparece por el muro de mi habitación.
Como si apenas mi cerebro se conectara reacciono de inmediato
¡¿Cómo es posible que Alan esté en mi casa junto con mis padres?!
—¡Ay no, ay no, ay no ay no! —Comenzaba a entrar en pánico, esta no era la manera que imaginaba presentarlos, digo ¡ni siquiera somos algo Oficial! ¿Qué le diría a mis padres? O ¿Qué le habría dicho Alan a ellos?
Mientras me levanto repasaba mis líneas —mamá ¿ya conocías a Alan? Es evangélico y me llevó a casa porque estaba muy mal, no sabía que la Coca cola tenía alcohol, no volverá a suceder lo prometo.
No, no era creíble, tendría que presentarlo como mi novio, total, sería tal vez un balde de agua helada que tardarían en digerir.
Cuando llego al final del pasillo, en la cocina está la sopa sobre la estufa y más adelante esta Alan junto a la tía Karen.
—Tía Karen —"saludo" con sorpresa y vergüenza, me había olvidado totalmente de su presencia.
—Hasta que por fín despertó la bella durmiente —me recibe con su cálida sonrisa — siéntate antes de que la sopa se enfríe.
Hago lo que me ordena en total silencio mientras miro a Alan con cautela, no parece preocupado, está centrado en terminar su tazón de sopa. En cambio mi tía favorita me mira con una leve sonrisa y un gesto que me llenan de preocupación.
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La venganza de los ex
Romance'' -¿Te digo algo?-me incorporo para observarlo mejor -me alegra que en esta relación no hayan terceros. Me mira con curiosidad-¿Terceros? -Ya sabes, esa o esas personas que aparecen de la nada para interferir y confundirnos. -Tal vez nosotros somo...