CAPITULO 31: "ATRAPADOS"

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Así es como Alan y yo vamos en su auto camino a la casa de Ryan.

— ¿Estas segura de querer hacer eso?

—Debe ser hoy si o si, salen mañana.

—De acuerdo.

Alan estaciona un poco más lejos que la última vez y caminamos con cuidado para llegar a la Calle de la casa de Ryan.

Cuando la vemos, corremos  directo al arbusto ubicado al frente de su casa.

—Ok, revisemos que no haya nadie, vamos por el lado derecho. —Le digo en voz baja.

— ¿Derecho? El izquierdo es mejor, además la ventana está más cerca. —Responde.

—Sí pero por el derecho llegamos a su patio y podemos ver por la ventana trasera.

—Está más lejos Leah. —Refuta.

—Si vamos por el izquierdo nos pueden ver por la ventana frontal.

— ¿Y por el derecho no?

Suspiro al mismo tiempo que me doy una facepalm —Sabes qué no voy a discutir por esto, tú vas por tu lado y yo por el mío.

—Hecho. —Responde y comienzo a levantarme. —Espera. —Me detiene.

— ¿Qué? —Pregunto con afán.

—Mejor tu ve por mi lado y yo por el tuyo, así ambos vamos al lado que ordena el otro.

—De acuerdo. —Camino con cuidado por el lado izquierdo mientras Alan hace lo mismo para el lado derecho.

Corro medio agachada hasta llegar a la Ventana y espero a Alan.

Luego asomo mis ojos por la ventana mirando a travez de las transparentes cortinas y confirmo que no hay nadie. Empujo hacia arriba la ventana para poder entrar.

¿Qué novia o bueno... ex novia no sabe los hábitos de su ex como el de dejar la ventana sin seguro al Salir?

Trepo un poco quedando algo atascada pero logro entrar.

No le pasó nada a mis jeans.

Termino de levantarme y voy hasta la ventana trasera, justo al lado de los muebles para encontrar a Alan, toca la ventana cuando estoy cerca, le quito el seguro y la abro.

A continuación Alan sube por ella.

— ¿Qué por la izquierda no, decías? —Responde cuando se levanta.

—Cállate. —Camino hasta llegar a la entrada, justo al lado de las escaleras para el segundo piso.

— ¿Cómo sabías que estaría vacío?

Me encojo de hombros —A esta hora él solía estar con sus "amigos" —Hago comillas.

— ¿Vive solo?

—Su padre es abogado, casi no está aquí.

Observo como Alan analiza cada rincón del lugar, la biblioteca, el palo de hockey colgado en la pared y la horrible pintura.

Sacudo mi cabeza y voy escaleras arriba.

— ¿Dónde vas? —Lo escucho decir.

No le respondo y voy directo a su habitación. El segundo piso no es tan grande tiene 3 habitaciones, a la derecha el cuarto de Ryan, al frente el baño y a la izquierda el cuarto de su padre. Al abrir veo el mismo cuarto de paredes azules, con sus cosas en el mismo lugar aunque menos desorden.

Me sorprende...

No me pierdo más tiempo y voy directo a su armario.

—Leah no creo que esto esté bien. —Dice Alan a mis espaldas.

Abro una de las puertas del extenso armario y comienzo a buscar camisa por camisa entre las que están colgadas. —No me digas que te arrepentiste.

—No... Es solo...Creo que es muy impulsivo. —Duda.

— ¡La encontré! —Tomo la camisa con la calavera plateada en uno de sus costados y puedo ver que tiene la etiqueta. —De marca —Hago una mueca. —Lastima —Saco las tijeras de mi bolsillo y la pongo en una de las mangas lista para cortar cuando soy detenida por Alan.

— ¿Segura Leah?

Ruedo mis ojos y corto una de las mangas —Absolutamente.

Alan pasa una mano por su cabello —Estas loca.

—Claro que no, Malía la compró para que yo la dañara. —Le hago otro pequeño corte.

—No creo que esto esté bien, vámonos.

—Alan...

— ¿Qué vamos a hacer si llega alguien?

Suficiente para convencerme me retiro, cierro el armario y me dirijo a la salida.

—Te odio—Le digo y él se limita a sonreír triunfante.

Bajamos las escaleras —La próxima vez—

— ¡shh! —Me calla.

Frunzo el ceño y allí es cuando veo por la ventana frontal entre las cortinas a Ryan viniendo con Sabrina.

¡MIERDA!

— ¡Sube, sube! —Me apura Alan y corro antes de que abran la puerta.

—En el baño—Dice él, escucho la puerta abrirse.

— ¡No! ¿Y si entran? —Respondo en el tono más bajo posible, puedo escucharlos murmurar.

Camino sigilosamente a la puerta de su padre, intento abrir —Está bloqueada.

Escuchamos pasos en las escaleras, Alan me jala directo al cuarto de Ryan.

— ¿Debajo de la cama o el armario? —Susurra con apuro.

Pienso rápido —Al armario. — Entramos en él casi al mismo tiempo que Sabrina y Ryan suben.

Quedo acorralada entre la ropa y el pecho de Alan, él queda de espaldas contra la puerta del armario sin embargo yo puedo observar entre las pequeñas ranuras que tiene.

Los observo entrar y se están... ¿Besando?

—No sabes lo que te haré. —Lo escucho decir.

—Pruébame. —Escucho la voz de Sabrina.

No veo muy bien, Ryan tira a Sabrina a la cama, se quita la camisa y se pone encima de ella, luego vuelven a besuquearse, y—

¡No puede ser! ¡En serio esto no puede ser cierto!

Estoy aquí atrapada con Alan en el armario apunto de ver y escuchar a nuestros ex hacerlo.

¡VEREMOS PORNO EN VIVO!

La venganza de los exDonde viven las historias. Descúbrelo ahora