Todos los eventos que ocurrieron en el cumpleaños de Alan nos hicieron más cercanos el uno del otro. Aún muero de vergüenza y de la emoción al recordar que le confesé mi amor a Alan, siempre he pensado que se le debe decir "te amo" a alguien que realmente despierte ese sentimiento en ti y me alegra mucho que fuera él.
Alan y yo nos íbamos todos los días juntos, nos quedábamos largas horas en algún lugar a perder el tiempo, a hablar de nosotros, a estudiar o simplemente a vernos las caras porque a pesar de todo, nunca nos agotábamos de vernos, estaba viviendo en una bella burbuja en la que únicamente me sentía culpable de alejarme un poco de mis amigos, pero aun así, trataba en lo posible de equilibrar mi tiempo entre ambos y la escuela.
Eran las 6:00 de la tarde, cuando llegaba a casa de un largo día de comprar con Ava en un viejo centro comercial de Palms city.
—¡Leah! — aparece mamá muy molesta sosteniendo el libro magnética atracción que me dieron hace meses — lo encontré mientras organizaba tu cuarto y ya sé que este libro no se trata de ninguna chica descubriendo su ser.
Ay mierda, entro en pánico.
Estoy oficialmente viviendo una de mis peores pesadillas: que mi madre descubra mi pasión descontrolada por los libros eróticos.
— Tú y yo vamos hablar seriamente de las cosas que estas leyendo.
—¡Tengo novio! — Admito en un intento desesperado de salvarme de esa conversación.
—¡¿Qué?! —Brinca mi mamá de inmediato.
—¿Qué tienes un qué? —Aparece mi padre en toalla desde el baño.
—¿Quién es?
—Cómo se llama?
—¿Desde cuándo?
—¿Hasta dónde han llegado?
Ambos me bombardean con tantas preguntas que se me hace difícil contestar.
—Tranquilos —digo intentando detener su parloteo.
—¿Es Matías verdad? sabía que te terminarías enamorando de ese muchacho.
—¡No mamá! ¿qué rayos? —exclamo con una leve expresión horrorizada al tan solo imaginarme con Matías de forma romántica— Es un chico de mi escuela que conocí a principio de año.
Mientras tanto, mi padre analiza la situación en silencio y cruzado de brazos.
—No entiendo por qué se escandalizan ya estoy a punto de cumplir 18 —como siempre mantengo la calma para no alterar los nervios.
—Tráelo a cenar, debemos hablar seriamente con él — ordena mamá.
Mi alarma de pánico se enciende —¿traerlo? —niego la cabeza.
—Por supuesto que sí.
—Déjame hablar con él primero, como el viernes saldremos le avisaré para que todos hablemos esto con calma.
—Perfecto, entonces yo también voy.
Arrugo las cejas —¿A dónde?
—Con ustedes —dice mamá con firmeza.
—¡¿El viernes?!
Ella asiente en respuesta, entorno los ojos esperando que no hable en serio, pero su cara es contundente.
—¡No puedes venir con nosotros! —exclamo.
—¿Y por qué no? —Responde levantando la voz —No quieres traerlo a casa y yo necesito saber con qué clase de muchachos sales y te advierto que si no me gusta ese joven Leah... —me apunta con él dedo de forma autoritaria y amenazante.
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La venganza de los ex
Romance'' -¿Te digo algo?-me incorporo para observarlo mejor -me alegra que en esta relación no hayan terceros. Me mira con curiosidad-¿Terceros? -Ya sabes, esa o esas personas que aparecen de la nada para interferir y confundirnos. -Tal vez nosotros somo...