La venganza de los ex

CAPITULO 54: "Culpabilidad"

—Leah y yo nos reunimos en mi casa, ayer para ser exacto. Y desde ahora nos veremos muy seguido. —enfatiza en la palabra "muy".

—Hasta que se termine el proyecto —aclaro sin mirar a Alan.

Quería gritar de la rabia, estaba furiosa de que Ryan le dijera pero me sentía aún más furiosa conmigo misma pude haberlo evitado todo y contarle desde el principio, ¿pero a costa de qué? Estaría en una situación similar o incluso peor de todos modos.

—Falta mucho para eso, te llamo después para fijar el día —me guiña un ojo y se va.

Lo sigo con la mirada hasta que el cuerpo de Alan se posa en mi vista, daba la impresión de estar disgustado, por primera vez sentía que sus ojos me penetraban el alma, su gruesas y bonitas cejas le daban aún más profundidad a su ceño fruncido, podía leerlo en sus ojos; enojo, decepción, sorpresa y... ¿dolor?

No, estoy exagerando. Me digo sin apartar la vista de él.

—¿Cuándo pensabas decírmelo? —Siento el tono frío en su voz como la primera vez que le hable.

Cierro mis ojos con fuerza y tomo una bocanada de aire, no sabía que decir o qué reclamar estaba furiosa, atemorizada, confundida, no podía articular palabra alguna.

—No puedo creerlo —hace un gesto de desaprobación —¿O no planeabas hacerlo? —toca el puente de su nariz.

—No pensé que fuera tan importante —musito.

—¡Claro que es importante! Me preocupa que te quedes a solas con él o que te lastime de nuevo —hace una mueca de dolor al exaltarse.

Miro hacia el vacío pasillo apretando mis labios —¿Eso quieres, quedarte a solas con Ryan?

—Ni si quiera fui yo quien lo eligió a él de pareja.

—Entonces ¿por qué, por qué no me lo dijiste cuando te pregunté? Te dije que siempre puedes contar conmigo.

Niego varias veces —no quería preocuparte ni causar problemas.

Suelta una risa amarga —ya es muy tarde para eso.

—¿De verdad estas así porque fui a la casa de Ryan? Si es por mi seguridad, te recuerdo que puedo defenderme sola. —Espeto.

—No estoy molesto solo porque fuiste a su casa, me molesta que no confíes en mí y no me cuentes las cosas en especial cuando sean sobre nuestros ex —pasa una mano por su cabello.

Una punzada de rabia me atraviesa —¿Ah sí? Que me dices tú, tampoco me dijiste sobre tu conversación con Sabrina, por cierto te mandó a decir que por favor lo olvidaras.

Veo un leve salto de sorpresa pero luego entrecierra los ojos —¿Qué crees que iba decirte esta mañana cuando te busqué? Incluso ayer te llamé pero no respondiste, ese día estaba molesto por eso decidí esperar a que todo se enfriara, al principio mentí porque no sabía si decirte era relevante o no, que si te contaba tal vez generaría una situación incómoda o incluso pudiera afectarnos pero no lo último quería es que hubieran secretos entre nosotros, yo siempre te tuve en cuenta ¿y tú?

No respondo, siento un nudo en la garganta como para hablar por eso me limito a mirar el solitario pasillo.

—Se supone que estamos juntos en esto y si seguimos ocultándonos las cosas...

—Es mejor que lo dejemos así. —Lo corto finalmente.

Me mira sorprendido, su gesto se endurece, asiente y se aleja pasando por mi lado.