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Cerré la puerta de golpe detrás de mí y un fuerte gemido escapó de mis labios.  

-¡¿Qué estas mirando?!. -Les siseé a los estudiantes que miraban en mi dirección con curiosidad, secretamente esperando que no escucharan toda la discusión.  

Todos volvieron a lo que estaban haciendo, asegurándose de no mirarme en el proceso.  Todos menos una persona, de todos modos.  

Puse los ojos en blanco cuando vi la mirada curiosa de Malfoy desde el otro lado de la habitación y salí corriendo de las mazmorras en una instancia.  Todo en lo que estaba involucrado ese chico se convirtió en un gran lío.  Esta vez claramente no fue una excepción.  

Corrí por pasillos al azar, tratando de llegar lo más lejos posible de la sala común de Slytherin y terminé en la torre de astronomía.  Ya había pasado el toque de queda, pero en realidad ya no me importaba.  

Respiré profundamente el aire fresco y solo observé la luna durante un rato.  Nunca había apreciado tanto el silencio como lo hice en este momento y me sorprendió que nadie me interrumpiera esta vez.  Pero tener suficiente tiempo a solas también te permitió pensar mucho.  Y en mi situación particular eso significaba;  culpa.  

Pasé horas allí arriba, simplemente haciéndome sentir peor por la situación.  Decirme a mí misma que no debería haberle ocultado algo tan grande a mi mejor amiga.  Y, sin embargo, ¿para qué?  

El pasado era pasado, mis acciones, o mejor dicho, la inacción, tenían consecuencias y aquí estaba yo, viviéndolas.  Lo único que podía hacer ahora era cambiar el curso del futuro. Y dejar que Malfoy se entrometiera en eso, en lugar de arreglar las cosas con Wren y asegurarse de que Harry nunca se enterara de lo que había pasado entre nosotros, no era una opción.  

Si solo tomara dos días para que alguien nos atrapara, era solo cuestión de semanas antes de que toda la escuela supiera si seguíamos adelante, de todos modos.  Decidida a terminar las cosas con él la próxima vez que lo viera, respiré hondo y admiré la vista un poco más.  

La luna estaba brillante, debía haber sido al menos la 1 a estas alturas, y sentí que me cansaba.  Justo cuando estaba a punto de levantarme para escabullirme de regreso a mi dormitorio, escuché pasos subiendo por la Torre de Astronomía, y silenciosamente me maldije.  

Como si este día no fuera ya lo suficientemente malo, por supuesto tuve que ser atrapada por un prefecto o profesor para redondearlo todo.  Me preparé mentalmente para lo que estaba a punto de suceder a continuación, pero me encontré con alguien completamente diferente.  

-Sentí que te encontraría aquí. -dijo Malfoy con calma antes de sentarse a mi lado. 

 Yo no lo miré.  Y no dijo nada, pero podía sentir sus ojos sobre mí.  

-Bueno, de todos modos quería hablar contigo.-comencé después de un período de silencio, recordando la promesa que me hice.  

Fue ahora o nunca, supongo.  Finalmente lo miré.  Su cabello rubio colgaba desordenadamente sobre su rostro, la luz de la luna se reflejaba en sus ojos grises maravillosamente.  Llevaba una camisa blanca sencilla y pantalones holgados;  todo lo contrario de lo que normalmente lo vería en el castillo.

-Yo también. -dijo, y le hice un gesto para que continuara.  

Lo que sea que quisiera decir, definitivamente no lo haría después de que yo terminara de hablar.  

-Antes, en la sala común ... eso fue realmente inapropiado de mi parte. No debería haber hecho bromas como esa. -dijo, y por primera vez, reconocí un toque de honestidad en su voz. -Al menos no en una situación como esa. -Una pequeña sonrisa se formó en la esquina de su boca.  Tampoco pude evitar sonreír ante sus palabras.  

-¿Eso es una disculpa?. -Pregunté en broma, arqueando una ceja.  

-No voy a decirlo en voz alta. -dijo el rubio con severidad, el tono juguetón aún en su voz y me reí entre dientes.  

-Lo tomaré como un sí. -dije, confirmándome a mí mismo con un asentimiento.  

Los dos nos quedamos sentados allí un rato, de nuevo, sin decir nada.  Disfrutando del cómodo silencio entre nosotros antes de que él lo rompiera.  

-Tu turno. -dijo suavemente, recordándome lo que me dije que debía hacer la próxima vez que lo viera.  

-Ron nos vio. -comencé, pero fue interrumpido inmediatamente por él.  

-Supuse. -dijo encogiéndose de hombros antes de volver a mirarme.  Fruncí el ceño, esperando que me explicara. -Bueno, sabiendo que Weasley e Inkwood hablaron, y la forma en que irrumpió en la sala común, y la forma en que le gritaste, la forma en que me miró... -Negué con la cabeza con una sonrisa.

-Así que usas ese cerebro tuyo a veces?. -Se rió disimuladamente, golpeando juguetonamente mi hombro.  

-¿Y? ¿Qué pasa con Weasley, entonces?. -Él preguntó, una mirada curiosa en su rostro.  

Suspiré, mis ojos vagando arriba y abajo de su cuerpo una vez más.  Si tan solo no tuviera el aspecto que tenía.  

-Nada. -Negué con la cabeza antes de poner una sonrisa. -Absolutamente nada. -Entonces nunca lo es.  Frunció el ceño en confusión, pero no hizo más preguntas.  

-Tenemos que tener más cuidado. -agregué a mi comentario después de un tiempo.  

Estaba avergonzada de mí misma;  no poder simplemente cortarlo antes de que realmente comenzara.  Y supe que era estúpido.  Pero lo mínimo que podíamos hacer era eso.  Realmente prefiero morir antes que nadie más se entere de nosotros.  

-De acuerdo. Prefiero morir antes que la gente sepa qué o quién hago en mi tiempo libre. -sonrió, claramente sarcástico.  

Jadeé, fingiendo estar ofendida por lo que había dicho como si no tuviera exactamente el mismo pensamiento.  Puso los ojos en blanco antes de empezar a hablar de nuevo.  

-Vamos a encontrarnos aquí, entonces. Digamos, ¿cada dos noches o algo así?.-

-Eso es ambicioso. Me cansaré de ti en la primera semana. -me reí, levantando una ceja sugestivamente.

-Esperemos que no.-

Potter?|| Draco Malfoy |Traducción.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora