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-¿Draco?. -Llamé a la puerta de su dormitorio tres veces, inmediatamente distinguiendo ruidos que venían de detrás. Se abrió momentos después, tan rápido que mi brazo ni siquiera había bajado por completo todavía.

-¿T/ n?. -Blaise arqueó una ceja tan pronto como me vio. -¿Qué estás haciendo aquí?. -Su alta figura estaba recostada casualmente contra el marco de la puerta, esperando una excusa apropiada de por qué estaba llamando a su dormitorio a las 11 pm.

-Todavía tengo esa carta para Draco. No estaba en la cena cuando llegó la lechuza, así que pensé en dársela después. -le expliqué rápidamente. -Sin embargo, me olvidé un poco de eso hasta ahora. -agregué, con una sonrisa de disculpa en mi rostro mientras agitaba la carta frente a él.

-Ah, bueno. -se aclaró la garganta una vez.-No tengo idea de dónde está, no lo he visto desde que terminaron las clases. -El se encogió de hombros.

-Oh. -Fruncí el ceño, preguntándome qué estaría haciendo hasta altas horas de la noche. Ya había pasado el toque de queda, pero supongo que como prefecto eso no fue un gran problema, de todos modos. -¿Te importaría dárselo, entonces?.-

Pensó en ello, sus ojos yendo y viniendo entre mí y la carta en mi mano. ¿Fue realmente una decisión tan difícil de tomar? Que ponga la carta en su cama o algo así.

-¿Por qué no entras, puedes dárselo cuando regrese?. -Dijo después de un rato, su mano recorriendo su cabello corto una vez, una sonrisa en sus labios.

-¿Por supuesto?. -Era viernes por la noche y Wren estaba saliendo con Luna. Así que no es como si tuviera algo mejor que hacer o clases a las que asistir por la mañana.

Salió del marco de la puerta, señalando una de las cinco camas de la habitación que supuse que era suya. Su dormitorio no se veía muy diferente al nuestro. Mucho más desordenado, pero el diseño general parecía ser el mismo. -¿Dónde están los otros tres?. -Pregunté mientras me sentaba a los pies de la cama, mientras Blaise se apoyaba en el reposacabezas, con las piernas abiertas.

Se encogió de hombros una vez más. -Creo que vi a Crabbe y Goyle en la sala común cuando entré; probablemente Nott se está poniendo bien con esa de quinto año. Magnolia Hummingbird, ¿la conoces?. -

Negué con la cabeza, mis ojos recorrieron la habitación una vez más y se quedaron atrapados en una montaña de dulce de melaza envuelto en su mesita de noche. Mis cejas se arquearon de emoción cuando sentí mi cuerpo anhelando el dulce sabor de la misma.

-¿Estás comiendo todo eso tú solo?. -Le pregunté con una sonrisa, y una risita escapó de sus labios mientras negaba con la cabeza.

-Toma algunos, por favor. Creo que me excedí un poco cuando los pedí prestados a los elfos domésticos en la cocina. -Lanzó algunas piezas en mi dirección, la mayoría aterrizando en la cama frente a mí, mientras que dos o tres aterrizaron en el suelo.

-¿Prestado como robado?. -Aclaré, una ceja arqueada con una sonrisa en mis labios. Se quedó callado, aunque la sonrisa en sus labios fue muy reveladora. -Debo decir que no te tomé por un goloso. -admití mientras recogía los que estaban caídos en el piso, desenvolviendo uno de ellos con entusiasmo tan pronto como volví a subir.

-No lo soy. No usualmente, al menos. -dijo con una sonrisa. -Lo he estado anhelando desde que lo olí en Amortentia esta mañana. -suspiró. -Sé que es extraño, no me juzgues por eso. -Levantó uno de sus dedos a modo de advertencia y una risa escapó de mis labios.

-Está bien. Lo entiendo totalmente. He estado obsesionado con eso durante mucho tiempo. -me reí, masticando un trozo mientras hablaba, mi mano frente a mi boca porque estaba segura de que la vista no era deseable en todos. -Cuando era más joven, incluso mi champú olía así. Me alegro de haber superado esa fase, al menos. Pero siempre tendrá un lugar especial en mi corazón. -sonreí, sacudiendo mi cabeza ligeramente mientras Recordé los tiempos como si fuera ayer.

Resopló, de repente, sus ojos se movieron de un lado a otro entre mí y los dulces frente a nosotros; sus cejas se fruncieron levemente como si estuviera tratando de resolver un acertijo en su cabeza.

-¿Qué está pasando ahí?. -Le pregunté con una sonrisa, inclinándome hacia él para golpear su frente juguetonamente. Sus ojos se clavaron en los míos, de repente su rostro estaba demasiado cerca. Me recordó un poco a la vez que Snape nos obligó a bailar.

Rápidamente me eché hacia atrás, negando con la cabeza mientras me aclaraba la garganta de una manera incómoda. -Lo siento. -murmuré en voz baja, jugueteando con uno de los papeles del dulce, con los ojos pegados a él para evitar el contacto visual.

-No hay nada de qué lamentar. -dijo con calma, justo cuando el sonido de la puerta al abrirse vino detrás de mí. Tanto los míos como los de él se movieron en la dirección del ruido, cayendo inmediatamente sobre Draco de pie en la habitación con el ceño fruncido. Él cerró la puerta detrás de él.

-¿Qué estás haciendo aquí?. -Preguntó Draco, con un leve ceño fruncido en su rostro mientras caminaba hacia una de las camas, tirando su bata sobre ella; sus ojos todavía en mí. Arqueó una ceja cuando no respondí de inmediato, instándome a hacerlo mientras su mirada iba y venía entre Blaise y yo.

-¿Qué pasó con 'Hola'?. -Me burlé, dándome la vuelta para enfrentarlo completamente. -Estoy aquí jugando a tu búho personal. -continué, rodando los ojos. -Esta carta llegó para ti, pero no volviste a cenar.-

Agarré el sobre de la cama y se lo acerqué.

-¿De quién es?. -Preguntó con curiosidad, aunque la forma seria todavía estaba escrita en todo su rostro.

Me encogí de hombros. -No tengo ni idea. Respeto la privacidad de las personas, ¿sabes?. -Eso es una mentira. Lo comprobé, pero no dijo nada.

Resopló divertido, su comportamiento se suavizó un poco mientras tomaba la carta de mi mano.

-¿Estaba interrumpiendo algo?. -Preguntó con frialdad, sus ojos yendo y viniendo entre su amigo y yo una vez más mientras rasgaba el sobre para abrirlo.

-Para nada. -dije rápidamente. -Si debes saberlo, solo estábamos hablando de mi champú de dulce de melaza. -resoplé con humor, haciendo que sus ojos se volvieran en dirección a Blaise; los dos aparentemente se comunican sin palabras.

Luego, su mirada se desvió de él y comenzó a leer las líneas de su carta. Podía ver sus ojos vagando a través de las palabras; su postura de repente se tensó.

Sus ojos dejaron de moverse, probablemente releyendo una palabra o frase en particular antes de que se lanzaran hacia mí, de vuelta a la página y luego a mí otra vez.

Levanté una ceja mientras me miraba sin comprender, aparentemente sin darse cuenta de que yo también lo estaba mirando directamente. De repente, sus ojos están de nuevo en el trozo de pergamino, hojeando el resto de las palabras rápidamente y desmoronándolo todo después.

-Bueno, me trajiste la carta. Probablemente deberías irte ahora. Se está haciendo bastante tarde. -Su voz era desdeñosa mientras hablaba, y le lancé una mirada más a Blaise antes de levantarme de la cama.

-¿Qué tal un simple 'gracias' la próxima vez?. -Me quejé de camino a la puerta, molesta por la forma en que me echó.

No es que vaya a actuar como si me importara. Pero en el fondo, definitivamente lo hice.

Segundos antes de cerrar la puerta escuché un. -¿Qué te pasa, amigo?. -viniendo de Blaise antes de que la puerta cerrada ahogara los susurros.

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Para la semana de maratón subiré dos en la mañana y dos en la tarde

Potter?|| Draco Malfoy |Traducción.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora