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Para mi sorpresa, la luz de la mesita de noche de Wren todavía estaba encendida, su nariz hundida profundamente en un libro grueso.  

-Escurriéndonos, ¿verdad?. -Dijo después de que su mirada se apartara de las páginas y aterrizara en mí.  No sonaba divertida ni sarcástica, sino más bien seria.  ¿Qué le pasa?  

-Se hizo tarde. Terminamos mi ensayo. -le expliqué encogiéndome de hombros mientras comenzaba a ponerme mi pijama.  Ella se burló, obviamente sin creer lo que le estaba diciendo.  

-Por supuesto.-

-¿Cuál es tu problema, Wren?. -Escupí, confundido por su reacción. -¿Desde cuándo te preocupas por romper el toque de queda?. -Una de mis cejas se arqueó sugestivamente.  

-No. -respondió rápidamente. -No esperaba que disfrutaras tanto tu tiempo con Malfoy. -Mi cabeza giró en su dirección.  

-¿Que se supone que significa eso?. -Dije, mirándola desde mi cama junto a la de ella.  Ella no respondió y simplemente metió la nariz en el libro que estaba leyendo antes.  

-Como sea. -fue todo lo que pude escuchar después de un rato y simplemente puse los ojos en blanco antes de ponerme las sábanas sobre la cabeza.


A la mañana siguiente decidí levantarme temprano;  no estoy de humor para discutir con Wren, hacer que Parkinson me mire desde el otro lado de la habitación o encontrarse con Malfoy en la sala común.  Solo quería tener un día tranquilo en el que no tuviera que hacer nada, hablar con nadie o luchar contra ellos.  

Salí de mi dormitorio, crucé de puntillas la habitación y cerré la puerta silenciosamente detrás de mí.  Rápidamente huí de la sala común vacía y caminé por los pasillos hasta que finalmente salí del castillo.  

Hacía bastante calor para una mañana de septiembre y disfruté de la sensación de los cálidos rayos en mi piel.  

Terminé sentado debajo de un gran roble junto al lago, encontrándolo como uno de mis lugares favoritos desde que llegué a Hogwarts.  Durmstrang era todo lo contrario de este lugar.  Y aunque adoraba absolutamente todo aquí, lo extrañaba.  

Extrañaba a Vik, Alexei, Oleg;  solo todos ellos, con sus gruesos acentos y todo.  Incluso las personas con las que no pasé tiempo durante mis dos años allí.  Después de todo, era mi hogar.  Me sentía nostalgica.  

Una sola lágrima rodó por mi mejilla al darme cuenta de que no voy a ver a ninguno de ellos durante mucho, mucho tiempo.  Posiblemente años.  Suspiré, limpiando la lágrima de mi mejilla.  

-Santos caracoles, ¿Qué te pasa, T/n?. -Escuché una voz familiar detrás de mí.

-Hermione. -dije con una leve sonrisa en mis labios mientras me volvía hacia la morena, quien se sentó a mi lado.  

-¿Estás bien?. -Preguntó ella, preocupada.  

-Estoy bien, solo es nostalgia. -confesé y ella me dio una sonrisa de complicidad.  

-Sé cómo es eso. -comenzó. -Pero en Hogwarts estás en casa. O al menos lo estarás. -Se apagó, atrapada en sus propios pensamientos durante unos segundos. -¡Especialmente para ti! Tu hermano está aquí, y ahora que averiguaste quién es tu padrino, deberías sentirte más en casa que nunca, ¿no?. -Dijo, su sonrisa se convirtió en una de emoción.  

Espera, ¿qué fue eso del padrino?  

-Quiero decir, él no es la primera opción de nadie, de verdad. -continuó, ajena a mi desconocimiento.  

-Lo siento, Hermione, ¿de qué estás hablando?. -Dije, impidiéndola divagar sobre cosas de las que no tenía idea en primer lugar.  

No podría haberme confundido con otra persona, pero debe haberlo hecho.  No tenía familia aparte de Harry, ni siquiera cerca de una.  Y ella obviamente lo sabía, siendo la mejor amiga de mi hermano.  

Le di una mirada desconcertada, esforzándome por entender de qué estaba hablando, pero seguí sin éxito.  Sabría si tuviera un padrino.  Lo sabría al 100%.  Los ojos de Hermione se abrieron como platos y se llevó las manos a la boca.  

-De ninguna manera. -murmuró en estado de shock cuando se dio cuenta de que no tenía idea de lo que estaba hablando. -¿Harry no te lo dijo?.-

-¿Decirme que?. -Pregunté con calma.  

Sabía que si me enojaba ahora, ella no me diría nada.  Demasiado miedo de cómo reaccionaría Harry si ella me dijera lo que obviamente estaba tratando de ocultarme.  

-Lo siento T / n, realmente no es mi lugar, pero no puedo creer que Harry no te lo haya dicho ... quiero decir que ustedes dos son todo lo que les queda. Mereces saber tanto como él. -Divagó, sacudiendo la cabeza con incredulidad.  

-Hermione. -mi voz era severa pero tranquila mientras le recordaba que todavía no sabía de qué estaba hablando.  

-Oh, claro. -dijo con una risa incómoda. -Sirius Black es el padrino de Harry y tuyo. -Dijo, tan rápido que casi no lo entendí.  

Me tomó unos segundos comprender lo que acaba de decirme.  Y todo lo que pude hacer fue reír.  No había forma de que me estuviera diciendo la verdad.  No había absolutamente ninguna manera de que Harry me ocultara esto, ¿verdad?  ¿Esos dos años nos han separado tanto que sintió que no debería decirme cuando encontró lo más parecido a una familia que hemos tenido?  Incluso si fuera Sirius Black.  

A estas alturas, la mano de Hermione estaba apoyada en mi hombro, con una expresión de pena en su rostro.  

-Realmente creo que deberías hablar con Harry. -sugirió y asentí.

-Creo que sería lo mejor.-

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HEYYY ya volví perdón por tardar tanto en actualizar es solo que es muuuy larga esta historia y quería centrarme en terminar de traducir otras historias con pocos capítulos para dedicarle mi atención a esta.

Gracias por esperar y leer<3

Potter?|| Draco Malfoy |Traducción.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora