Era pasada la medianoche, mis párpados empezaron a sentirse pesados tan pronto como entré a la sala común, y suspiré cuando vi a Malfoy sentado frente a la chimenea. Pero estoy bastante segura de que aún no me notó.
El rubio se quedó allí sentada, mirando cómo el fuego se apagaba; definitivamente perdido en sus propios pensamientos. Desafortunadamente, se salió de ellos antes de que pudiera pasar con éxito junto al sofá en el que estaba sentado.
Por supuesto que esto tenía que suceder. Como si no hubiera soportado lo suficiente hoy. Sus ojos se posaron en mí; parecía sorprendido de verme, pero sus rasgos faciales se relajaron rápidamente.
-¿Regresas de ver a tu novio?. -Preguntó con indiferencia, sus ojos todavía en mí.
Me burlé, dándome la vuelta y tratando de parecer tan indiferente como podía por su presencia. De repente, ya no me sentía cansada. En realidad, en absoluto. Sentí como si la energía comenzara a fluir por cada vena de mi cuerpo tan pronto como escuché su voz.
-Todo lo contrario, si quieres saberlo. -Recordando lo que sucedió, mi mano fue casi automáticamente a cubrir las cicatrices que se estaban formando en la otra mano. Sus ojos siguieron el movimiento de mi cuerpo, cayeron a mi mano y luego volvieron a mi cara.
-¿Qué es eso?. -Preguntó, ignorando completamente mi respuesta a su propia pregunta mientras miraba hacia abajo a mis manos.
-No creas que eso es asunto tuyo. -aclaré, mis cejas arqueadas mientras él se levantaba de su lugar. Resopló, rodeando el sofá en el que estaba sentado y luego, casualmente, se apoyó en el respaldo.
-¿Qué pasó?. -Su voz era tranquila, sus ojos grises mirándome de una manera que no lo habían hecho en meses. Negué con la cabeza, mirando mi mano cubierta solo por un momento.
-No es como si te importara. -comencé, pero él me interrumpió poniendo los ojos en blanco.
-¿Qué pasó, T/n?. -Mis cejas se alzaron en confusión, sin esperar escuchar mi nombre salir de su boca.
Lo miré, mis ojos llenos de sorpresa, y casi inconscientemente, mi mano se deslizó del dorso de la otra. Rompió nuestro contacto visual para mirar las cicatrices en mi mano, y vi sus cejas fruncirse mientras trataba de entender lo que estaba pasando.
Luego, en cuestión de segundos, estaba de pie junto a mí, tomando mi mano entre las suyas y guiándome con cuidado hacia el sofá.
-No es nada, de verdad. -comencé, moviéndome incómoda por lo cerca que estábamos sentados en un sofá que era tan, tan grande. Hice una mueca cuando su dedo trazó lentamente la primera letra grabada en mi piel, y me miró, sacudiendo la cabeza.
-Cállate, claramente no es nada. -dijo con sarcasmo, y resoplé derrotada. -¿Asumo que esto es obra de la profesora Umbridge?. -Dijo, con los ojos todavía fijos en las palabras.
-Sólo una persona en la escuela que podría estar tan loca como esta. -refunfuñé, enojándome de nuevo. -¿Todavía crees que está poniendo orden en Hogwarts?. -Ante eso, dejó que mi mano se deslizara fuera de la suya y me miró a los ojos. -¿Desde cuándo me hablas, de todos modos? Estoy bastante seguro de que lo dejaste en el cuarto año, ¿no?. -Espeté, recordando cómo había estado actuando desde que lo vi por primera vez. -Hasta donde yo sé, probablemente querías que esto sucediera.-
-¿Querías que pasara esto?. -Una risa sarcástica escapó de sus labios. -Lo último que quiero es verte lastimado, completo idiota.
-¿Soy una idiota?. -Me reí, negando con la cabeza. -¡Tú eres el que ha estado actuando como un completo idiota desde que comenzó el curso!. -Tenía muchas ganas de mantener la calma;
No quería que pareciera que me importaba nada de eso. Era tan malditamente fácil para él irritarme. Una pequeña sonrisa creció en su rostro, y gemí al verla.
-Mira, sé que ignorándote debes haber roto tu pequeño corazón. -bromeó, y lo miré con los ojos entrecerrados.
-Cállate. -siseé, esperando que él aceptara la sugerencia.
-Solo pensé que sería mejor para los dos. -se encogió de hombros después de que las palabras salieron de su boca, y yo arqueé una ceja, lo que lo impulsó a continuar. -No pude dejar de pensar en ti y en tu estúpida cara durante todo el verano. Y no porque tu decepción por un hermano estuviera en todos los periódicos. -suspiró. -Pensé que si yo sólo te evitaba, todo volvería a la normalidad allí arriba. -Él estaba apuntando a su cabeza mientras las últimas palabras salían de su boca.
A estas alturas, mi mirada estaba detenida en la chimenea. Estaba escuchando con atención, pero sabía si lo mirara, nunca me dejaría olvidar el rubor que se formaba en mi rostro.
-Pero olvidé lo que es pasar tiempo contigo. Estar tan cerca de ti ... -Se detuvo, su mano agarró mi hombro para darme la vuelta.
Me estaba obligando a mirarlo, su pulgar en mi mandíbula, asegurándose de que no volviera la cabeza. Entonces suspiró, soltándome después de que pasaron unos segundos. Disfruté el toque de sus dedos en mi piel y me estremecí levemente ante la ausencia de él.
-Mi padre... -comenzó, pero se interrumpió aclarándose la garganta. -Lo sé él no aprobaría, ya sabes, lo cerca que estuvimos el año pasado. -dijo en voz baja, era casi un susurro, pero yo me senté lo suficientemente cerca para escucharlo. -Si lo supiera, no le gustaría. -Sonreí suavemente por lo que estaba diciendo.
-¿Tu padre?. -le pregunté, y él asintió.
-Bueno, ¿qué tal si te dejas esto para ti?. -Sus ojos estaban pegados al piso desde que comencé a hablar pero me miró ahora. Estaba pensando, claramente, pero no decía nada.
-¿Qué es lo que quieres, Draco Malfoy?. -Hubo unos momentos de silencio antes de responder.
-A ti. -
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Hola quería decirles que dejé un escrito sobre el dia internacional de la mujer, espero puedan pasar a leerlo. <3
Tenemos muchísimas mujeres que inspiran en las historias que leemos y esta es una de ellas, donde hasta ahora no suele dejarse de nadie y lucha por lo que cree ella
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Potter?|| Draco Malfoy |Traducción.
Fanfiction|Completa| Traducción autorizada. Propiedad de: Seselina »No sabía que tenías una hermana, Potter. « No soy dueño de ningún personaje o evento en esta historia; todo el mérito es de J.K Rowling.