Potter?|| Draco Malfoy |Traducción.

»8«

-¡¿Cómo arruinaste una poción hinchada ?! ¡Son literalmente tres ingredientes!. -Wren se rió de camino a nuestra primera clase de pociones del año.  -Ya te lo dije, realmente no soy buena cuando se trata de pociones. Nuestro profesor, siendo un viejo idiota, tampoco ayudó. -Suspiré. 

-Bueno, no estás mucho mejor con Snape. -Dijo, su expresión facial se volvió seria cuando mencionó su nombre. 

-Que suerte la mía.-

Entramos al aula y nos sentamos en una de las filas de mesas vacías que miraban al frente del aula.  

Han pasado cuatro días desde el comentario de Ron en la cena y traté de evitar al trío tanto como pude.  Estaba decepcionada con Harry, sentí que debería haberme dicho si Ron se sentía así por mí.  Pero claro, Ron y yo no éramos exactamente amigos, así que ¿era realmente su responsabilidad?  

Hasta que alguno de ellos lo mencionó o al menos hizo un esfuerzo por hablar conmigo, decidí que sería mejor pasar más tiempo con personas de mi propia casa.  Como debería, ¿verdad?  

De esta manera he llegado a conocer a las otras dos chicas con las que compartí mi habitación y algunos de los chicos de mis clases.  Ni siquiera intenté hablar con ninguno de los seguidores de Malfoy, eso incluía a una de las chicas en mi habitación.  La que no podía apartar los ojos de mí, Pansy Parkinson.  

Ella todavía hizo eso;  mirándome desde el otro lado de la habitación, solo parando una vez que miré de vuelta a ella durante unos segundos.  Wren me aseguró que hacía esto con cualquier chica atractiva que hubiera hablado solo una palabra con Malfoy.  Entonces, lo tomé como un cumplido y lo seguí.  

El salón de clases comenzó a llenarse y después de unos minutos, la puerta cayó en sus bisagras con un fuerte golpe.  Un hombre con una capa oscura, de piel pálida y cabello negro azabache, camina rápidamente hacia el tablero, con una impresión severa en su rostro.  

-Ah, el Potter perdido. -Sus ojos sin emociones aterrizaron en mí, tragué saliva. -He visto en tu transcripción que las pociones no son uno de tus puntos fuertes. -Continuó Snape. -Debe ser hereditario. -

Mis ojos se posaron en Harry, mi hermano me dio una sonrisa de disculpa.  

-No le agrada mucho tu hermano. -Susurró Wren, esperando que el profesor no la escuchara.  -Pensé que tal vez porque eres un Slytherin él tendría piedad de ti. -Claramente, ella estaba equivocada.  

-Nos vemos después de clase, señorita Potter. Me gustaría que empezara a ver a un tutor de inmediato. Alguien que no pueda preparar una poción hinchable necesita toda la ayuda que pueda conseguir. -Algunos de los Slytherin comenzaron a reírse disimuladamente en la parte de atrás de la clase y dejé escapar un gemido.  

¿Era la humillación pública el objetivo de esto?. 

-¿Hay algún problema?. -Preguntó con severidad, entrecerrando los ojos.  -No señor. -

Para mi sorpresa, el resto de la clase pasó volando. Si bien la personalidad de Snape podría nosea ​​lo que todos quisieran, era un maldito buen profesor.  

Aparte de la enorme pila de tareas que nos dio al final de la lección, claro.  

-Te esperaré afuera. -Me informó Wren y asentí agradecida.  

Sabiendo que Hermione era la mejor de la clase en casi todas las materias, al menos podría pasar un rato con ella cuando Snape la nombró mi tutora.  

-¿Eh! A dónde vas?. -Pregunté cuando vi a Hermione caminando hacia la salida.  Se sentó unas filas frente a mí y estaba a punto de adelantarme en mi camino hacia el tablero.  

-¿Qué quieres decir?. -Ella frunció el ceño con confusión, pero su rostro aún se veía igual de amable.  

-Bueno, vas a ser mi tutor, ¿verdad?.-

-No escuché nada por el estilo T/ n, lo siento. - Ahora era mi turno de fruncir el ceño en confusión.  -Oh, lo siento, asumí que eres el primero de la clase en todas las materias ... -Le expliqué y ella asintió.  

-Hm, sí. Ahora que lo dices, es extraño. -Pareció estar perdida en sus pensamientos por un momento. -Si no te importa, déjame saber quién te está dando clases particulares una vez que lo sepas. -Dijo, probablemente queriendo saber quién le ganó hasta el puesto número uno en la clase.  Al menos a los ojos de Snape.

Asentí con la cabeza y ella continuó su camino fuera del salón de clases.  

Si Hermione no fue la que me dio clases particulares, ¿quién fue?  

-Señor Malfoy, quédese por favor. -

Cerré los ojos y recé a los dioses muggles que Snape no lo hiciera no quería hablar con él por cualquier otra razón que no fuera mi tutoría.  

Estaba parado frente al profesor de aspecto gruñón ahora, pero no comenzó a hablar hasta que Malfoy apareció a mi lado.  Esto no puede ser bueno.  

-Ahora, estoy casi seguro de que es un caso perdido, señorita Potter. -Comenzó.  Qué hermosa manera de motivarme a hacerlo mejor.  Resoplé.  -Pero pongo toda mi confianza en el Sr. Malfoy. -Hizo un gesto hacia el chico rubio que estaba parado a mi lado con una sonrisa. -Que te ayudará lo mejor que pueda, e incluso podría hacer que pases.  Después de todo, es uno de mis mejores estudiantes. -Una expresión de orgullo se extendió por el rostro de Malfoy ante las palabras de alabanza del profesor.  

-Por supuesto, señor. Haré lo que pueda con este. -Dijo el rubio en tono condescendiente.  

Quería poner los ojos en blanco, protestar y empezar a discutir con Snape, pero su expresión severa, la mirada casi amenazante me hizo quedarme callada.  

Suspiré y asentí sin decir una palabra más. 

Su rostro parecía casi sorprendido por mi decisión de no discutir con él.  A diferencia de mi hermano, yo sabía cuándo cerrar la boca;  esa fue una de las muchas diferencias entre nosotros.  

Snape parecía complacido.  También Malfoy por alguna razón. -Pueden irse. -Dijo y nos despidió.  

No creo que haya salido de un aula tan rápido como lo hice ese día.  Malfoy pisándome los talones.  

¿Por qué accedió a que pasáramos una hora extra al menos una vez a la semana juntos?  Ambos sabíamos que eso no podía terminar bien.  Especialmente después de lo que pasó la última vez que estuvimos juntos en una habitación solos.  Y eso fue solo 20 minutos.  

-Estás loco. -Dije con calma una vez que cerramos la puerta del salón de pociones detrás de nosotros.  Vi a Wren mirándonos por el rabillo del ojo pero no le presté más atención.  -¿Por qué nos torturas a los dos así?.-

-Puedo manejarlo, pero sé que arruinará tu día cada vez que lo pienses. -Hablaba como un verdadero Slytherin. -Además, si te pareces en algo a tu hermano, necesitamos puntos extra de la casa que podamos conseguir por una oportunidad en la copa.-  

-Ninguna cantidad de puntos de la casa vale la pena pasar por eso. -Dije, rodando los ojos.  

-Es un ganar-ganar, Potter. -Golpeó mi hombro con el suyo al pasar junto a mí y un gemido escapó de mis labios.