Potter?|| Draco Malfoy |Traducción.

»44«

-¡La tarea es paramañana! ¿Y todavía no te ha hablado? ¡Ni siquiera lo hiciste tan importante cuando literalmente te escondió a tu padrino!. -Wren resopló, tan molesto con Harry como yo.  

-¡Gracias!. -Una sonrisa de agradecimiento apareció en mi rostro mientras me explicaba exactamente mis pensamientos.  

-Está exagerando. ¡Han pasado como dos meses! Incluso Ron y Hermione se reconciliaron. -Hizo un puchero, revolviendo mi cabello en un intento de animarme y yo solo negué con la cabeza por lo terco que era ese chico.  

Por lo que he oído, ni siquiera se dio cuenta de la segunda tarea todavía.  Me estaba matando que no pudiera estar allí para él;  ayúdalo a prepararse.  Pero no iba a ser yo quien volviera a él y le pidiera perdón.  

Lo iba a hacer al principio, de verdad, pero Wren me explicó que cometí el mismo error cuando ella y yo teníamos prácticamente la misma discusión.  Dijo que no era asunto suyo lo que hacía en mi tiempo libre y que no le debía una explicación ni una disculpa.  Especialmente porque lo que estaba pasando entre Malfoy y yo ni siquiera era serio.  Su enemistad era entre ellos y no debería afectar mi relación con ninguno de ellos.  Harry se daría cuenta pronto, dijo.  Pero no estaba tan segura de eso.  

-Cambiemos de tema, es demasiado frustrante. -dije, sintiéndome molesto de nuevo. -¿Cómo están tú y tu pequeña novia de Ravenclaw?. -Pregunté, con una gran sonrisa en mi rostro y mis cejas arqueadas sugestivamente.

Las palabras del rubio no han abandonado mi cerebro desde anoche, y secretamente deseé que él no tuviera razón sobre ellas.  Hubiera esperado que me lo dijera ella misma si lo hicieran oficial.  Pero, de nuevo, yo no era realmente alguien para hablar sobre eso.  Inmediatamente se sonrojó un poco, desviando la mirada hacia el suelo.  

-En primer lugar, ella no es mi novia. -se rió y una ola de alivio se apoderó de mí.  ¿Entonces ella me lo diría una vez que estuvieran juntos?. -En segundo lugar, tiene un nombre; es Luna. -Puso los ojos en blanco juguetonamente y asentí.  

-Lo sé. Solo estoy jugando contigo. -me reí, mi codo empujando su costado.  

-En tercer lugar, has estado pasando demasiado tiempo con el chico hurón. Él es el único que dice eso. -Una expresión divertida apareció en su rostro, al darse cuenta de que ahora tenía la ventaja en la conversación.  -No dejes que te contagie. -me advirtió sarcásticamente, su dedo en el aire como si me regañara.  

-¿Por favor, no me digas que estoy empezando a sonar como él?. -Supliqué, esperando escuchar que no lo estaba, pero su sonrisa de disculpa me dijo lo contrario.  -Dios, ew. -suspiré.  

-Ni siquiera lo intentes, T / n, sé que te gusta ho... -Antes de que pudiera terminar su oración, la interrumpí rápidamente.  

-Ni siquiera pienses en terminar esa oración. ¡Ciertamente que no lo hago!. -Advertí, mis ojos se agrandaron.  

Ella se rió en respuesta y negó con la cabeza. Antes de que pudiera decir algo, uno de los prefectos de Slytherin se detuvo frente a nosotros.  Maldita sea, ¿ya había pasado el toque de queda?  

-¿T/ n? A la profesora McGonagall le gustaría hablar contigo en su oficina. -Dijo la chica en un tono cortés, y fruncí el ceño.  

-¿Sabes de qué se trata?. -Pregunté, mirando de nuevo a Wren, cuyo rostro estaba tan confundido como el mío.  

-No tengo ni idea, lo siento. -dijo antes de alejarse, dejándonos sentados solos.  

-¿Por Dios, McGonagall? ¿Qué hiciste ahora?. -Wren se rió y yo negué con la cabeza, sin idea de a qué se refería esto.  Suspiré, levantándome de uno de los bancos en los que estábamos sentados, y ella también.  

-Bueno, lamento obligarte a hacer esto, pero si ves a Malfoy antes de que yo regrese, ¿podrías decirle dónde estoy?. -Le pregunté, un poco avergonzado por mi pedido, pero ella asintió.  

-No me extraña que empieces a sonar como él. -se burló, rodando los ojos antes de regresar a las mazmorras, mientras yo caminaba en la dirección opuesta a la oficina de McGonagall.  

¿Qué podría querer de mí un sábado por la noche?  En lo que a mí respecta, no me he metido en ningún problema recientemente. Justo cuando llamé a su puerta, comencé a preocuparme de que esto pudiera ser por Harry y mi corazón comenzó a latir un poco más rápido.  ¿Estaba bien?  

La puerta se abrió por sí sola y la profesora estaba sentada en su silla, con una pequeña sonrisa en los labios mientras me miraba.  

-Ah, señorita Potter. -dijo, levantándose y caminando unos pasos hacia mí.  

-Profesora. -dije, la sonrisa en mis labios reflejaba exactamente la de ella. -Lo siento, ¿de qué se trata esto? ¿Harry está bien?. -No pude contener la pregunta, estaba demasiado preocupada por él como para esperar a que ella se explicara por sí misma.  Ella rió levemente.  

-Harry Potter está bien. -dijo y un suspiro de alivio escapó de mis labios. -Pero, me temo que tu invocación sigue siendo en lo que respecta a él. -La expresión de pena comenzó a formarse en su rostro, y fruncí el ceño.  

Se acercó más a mí, parándose a solo unos metros de distancia cuando se detuvo para mirarme de arriba abajo una vez.  Su mano se encontró en mi hombro, dándome una pequeña sonrisa de nuevo.  

-Lo siento mucho, querida niña. -suspiró, y noté la varita en su mano antes de que todo se volviera negro.

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