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-Bueno, creo que tienes que dar algunas explicaciones. -Harry comenzó una vez que pusimos suficiente distancia entre nosotros y el resto de los estudiantes.  Su rostro severo pero sus ojos irradiaban curiosidad.  Fruncí el ceño.  

-¡Creo que eres tú quien tiene que explicar!. -Le di la misma actitud que me presentó, tratando de no mostrar lo herida que estaba por sus acciones.  O mejor;  su inacción. -¡Te envié una lechuza dos veces! Te digo lo emocionada que estaba de verte de nuevo. Nunca respondiste. -Empecé a gritar cuando me di cuenta de que estaba completamente ajeno a sus malas acciones. Sin embargo, hacia el final de la oración, mi voz se volvió suave, casi un gemido.  

Lo miré a los ojos, una mirada de preocupación se extendió por su rostro.  -Tucker no me ha traído nada en al menos un año, t/n ... -Dio un paso hacia mí y yo negué con la cabeza.  ¿Eso no puede ser cierto?  ¿Dónde terminaron mis cartas entonces?  -Lo juro. -Aseguró Harry, una vez que se dio cuenta de hacia dónde me estaba llevando mi línea de pensamiento.  

Un fuerte suspiro salió de nuestros labios simultáneamente y nos reímos.  Antes de que pudiera protestar, mi hermano me envolvió en sus brazos, su cálido aliento me hizo cosquillas en la oreja.  Inmediatamente me relajé, apretando su torso tan fuerte como pude.  Nada en el mundo se sentía tan bien como esto.  

-¡No puedo creer que mi hermana pequeña esté aquí! ¡Realmente estás en Hogwarts T/n!. -Puse los ojos en blanco y le di una ligera palmada en el hombro ante el comentario de la hermana pequeña.  Fueron literalmente 12 minutos.  

-Bueno, asumiendo que no vas a ser demasiado molesto, estoy aquí para quedarme.-

La charla distante y las risas nos hicieron saber que la cena probablemente había terminado y la gente estaba empezando a llegar a sus dormitorios.  Hice un puchero al darme cuenta.  -Realmente tuviste que hacerme perder la cena, ¿no?. -Me burlé y él pellizcó mis mejillas a cambio,. -Aw, lo siento. -Se burló.  

Empujé su mano fuera de mi cara, lo que lo hizo reír más fuerte.  -No te preocupes, Ron usualmente tiene bocadillos escondidos en todo tipo de lugares. -Dijo mientras comenzamos a caminar hacia el ruido.  

Si bien esperaba con ansias la gran cena que ofreció Hogwarts, con snacks tendría que hacerlo por ahora.  Y le agradecí al propio Merlín por quienquiera que fuera este Ron.  

Al regresar al Gran Comedor, los últimos estudiantes acababan de salir por las puertas.  Harry se dirigía hacia dos Gryffindors que esperaban ansiosamente al pie de la escalera, sus rostros llenos de preocupación y miedo.  

Con una mirada rápida, los estudié a los dos, haciéndolos parecer los mismos que estaban sentados con Harry cuando me clasificaron.  

-Tú debes ser Ron. -Exclamé alegremente una vez que llegamos a las escaleras.  Extendí mi mano hacia el chico pelirrojo.  -Weasley. -Respondió y la sacudió, una pequeña sonrisa reemplazando la expresión de preocupación que vi en su rostro hace unos momentos.  -Harry me ha contado todo sobre ti y tus bocadillos escondidos. -Sonreí.  

Me volví hacia la morena y también le estreché la mano.  -T/n. -Me presenté cortésmente y ella me dio una cálida sonrisa.  -Hermione Granger. -Exclamó.  -No te preocupes por los bocadillos de Ron, por cierto, les sacamos algo de comida a los dos. -Agregó Hermione en su presentación.  -Además, si yo fuera tú, no tocaría esos bocadillos si mi vida dependiera de eso, quién sabe cuánto tiempo los ha estado guardando Ron, Dios sabe dónde. -Bromeó y Ron silenciosamente le dijo un -¡Oye!. Antes de empujar a la chica juguetonamente. Ella solo puso los ojos en blanco.  

-No sabía que tenías una hermana, Potter. -El mismo rubio con el que ya había tenido dos discusiones hoy se ralentizó cuando pasó a nuestro lado, la misma sonrisa molesta en su rostro. -Y una con sabor (que es muy guapa, linda), también.-Agregó, mirándome de arriba abajo una vez más. -Quiero decir, personalmente, siempre he sabido que Slytherin es la casa superior, pero ahora tal vez tú también lo veas. -

- Una vez antes de hoy, Malfoy, ¡lárgate!. -Respondió Ron, su voz cansada y molesta.

-No creo que estuviera hablando contigo, Weaselbee. -Tuve que dejar de sonreír ante el apodo de Ron. Mientras tanto, Granger solo gimió de molestia 

-Bueno, no sabría por qué sería asunto tuyo de todos modos. -Escupió Harry mientras miraba a Malfoy, asegurándose de no romper el contacto con el chico rubio.  

La sonrisa en su rostro se hizo más amplia cuando las palabras dejaron la boca de Harry.  Sin decir una palabra más me lanzó una última mirada, le dio a Harry un guiño sugerente y luego salió de la situación con una sonrisa de satisfacción en los labios.  

Ese chico realmente sabía cómo excitar a la gente, podía sentir la sangre hirviendo en mi cuerpo.

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Me dirigía a las Mazmorras en las que se encontraba la sala común de Slytherin. Uno de los prefectos me encontró sentada frente a la sala común de Gryffindor con Harry y el resto de sus amigos e insistió en que fuera con él para instalarme antes del toque de queda.  Probablemente tenía razón.  Ni siquiera sabía con quién compartía la habitación todavía y era casi la hora de ir a la cama.  

El chico de cabello negro anunció la contraseña una vez que llegamos a un tramo desnudo de muro de piedra en las mazmorras.  -Pure-Blood. -Dijo y me encogí.  Viendo que en realidad no era un pura sangre, entrar a mi sala común siempre iba a ser un poco incómodo de ahora en adelante.  Excelente.  

Me mostró a través de la sala común, más allá de la chimenea, a mi dormitorio y le di las gracias antes de entrar lentamente.  Me encontré con cuatro pares de ojos curiosos, todos expectantes mirándome.  

-¡T/n! Ahí lo tienes. -Sonrió Wren. -¡Te guardé una cama junto a la mía!. -Señaló hacia la cama con dosel de madera oscura a su derecha y asentí, ya distinguiendo mis cosas al lado.  -Muchas gracias. -

Dos de las otras chicas me dieron una sonrisa rápida, ninguna de las dos hizo un esfuerzo por presentarse a mí. Yo estaba de acuerdo con eso.  Con lo que no estaba bien era con el tercero de los tres, que no me devolvió la sonrisa, ni tenía nada mejor que hacer que mirarme desde el otro lado de la habitación.  

Su cama estaba enfrente de la mía y todo el tiempo que estuve desempacando mis pertenencias, pude sentir su mirada taladrándome la parte de atrás de mi cabeza y su cejas levantadas.  

Se dio la vuelta rápidamente, sumergiéndose con fuerza en la conversación en curso.  Negué con la cabeza, agarré un trozo de pergamino y me dirigí hacia la sala común.  

Después de todo, prometí escribirles a mis amigos.  Y aunque no fue el segundo que llegué a Hogwarts, tenía la intención de cumplir esa promesa lo mejor que pudiera.


Les dejo otro capítulo por que son muy cortitos, si subiré 2 capítulos diarios. 

No olviden votar y si pueden pasen la historia a sus amikos.

Potter?|| Draco Malfoy |Traducción.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora