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Iba de camino a la última clase de la semana siguiendo a algunos otros estudiantes por los concurridos pasillos hacia el salón de encantamientos.  Tuvimos esa lección con los Gryffindors, y aunque por lo general estaría encantada con eso, en la situación actual era todo lo contrario.  

Harry no me ha dicho una palabra desde nuestra pelea del fin de semana.  Y aunque estaba decepcionada de que no me dejara saber lo frustrante que era para él ver a su preciosa hermanita pasar tiempo con Malfoy, me di cuenta de que lo estaba afectando solo por la forma en que me miraba.  

Estaba a unos días de su punto de ruptura y una vez que lo alcanzara, supe que superaría su ego y se disculparía solo para que yo dejara de estar con Malfoy.  Esa parte, para mi sorpresa, no resultó ser tan horrible como imaginaba.  

Seguía siendo un ser humano insoportable, no me malinterpretes.  Pero no sabía que tenía la capacidad de ser gracioso, a veces.  

Hablando de eso, mis ojos se posaron en la rubia tan pronto como doblé la última esquina antes de mi destino.  

Caminaba en la dirección opuesta, con su expresión naturalmente fría de cara a mí.  Sus ojos se posaron en algo detrás de mí y una sonrisa creció en su rostro cuando me miró después.  Levanté una ceja en confusión, sin estar segura de a qué estaba sonriendo.  

En un abrir y cerrar de ojos me agarró por la cintura y rápidamente me empujó a una de las habitaciones a mi derecha.  Con otro movimiento suave cerró la puerta detrás él.  

Con una mano todavía en mi cintura, estaba buscando la varita en su bolsillo y rápidamente cerró la puerta con un simple hechizo.  

Lo miré, fruncí el ceño en confusión mientras se volvía hacia mí con una sonrisa consumada en su rostro.  

-Potter. Detrás de ti. -fue todo lo que dijo, pero fue suficiente para que yo lo entendiera.  Mi rostro se relajó y le di una sonrisa impresionada. 

-Piensas rápido. -admití.  El temblor de alguien tratando de abrir la puerta que Malfoy acababa de cerrar hizo que quitara la mano restante de mi cintura.  

-Ahora el resto depende de su imaginación, supongo. -susurró Malfoy, asegurándose de que no lo oyeran al otro lado de la puerta.  Harry y Ron, por otro lado, no fueron tan cuidadosos con eso.  

-¿No crees que eso está presionando, Ron? Deberíamos detenerlos. -susurró mi hermano enojado.  -No lo sé amigo, sea lo que sea que esté pasando allí, estoy seguro de que no quieres verlo.  -Ron dijo vacilante, con una pizca de disgusto en su voz.  

Harry escuchó un fuerte gemido antes de que se quedara en silencio.  Supuse que siguieron su camino.  Mientras tanto, Malfoy y yo estábamos apoyados en una de las mesas, de cara a la puerta.  Ambos estábamos teniendo problemas para mantener nuestra risa para nosotros mismos, pero estalló en el segundo en que estábamos seguros de que se habían ido.  

-Eso fue increíble. -dije, secándome una lágrima que se había escapado.  Toda mi cara estaba roja por la falta de aire y también lo estaba Malfoy.  ¿Quién hubiera pensado que es un espectáculo en el que alguna vez pondría mis ojos? 

-Bien, ahora hagamos que esto se vea un poco más interesante. -dijo el chico antes de que sus manos rápidamente pasaran por mi cabello.  

Bueno, supongo que las mejillas sonrojadas encajan con la imagen.  Luego, sus manos pasaron por su propio cabello, que terminó cayendo desordenadamente frente a sus ojos.  

Se quitó la chaqueta, se la colgó del brazo y, con una última mirada hacia mí, abrió la puerta.  Se fue a toda prisa, sin molestarse en caminar el resto del camino a clase conmigo.  

-Te ves hecha un desastre. -dijo Wren mirándome de arriba abajo una vez que me senté a su lado.  Con una sonrisa en mis labios, hice un gesto en dirección a Harry.  

-Todo por mi queridísimo hermano. -me reí antes de que mis ojos cayeran en Malfoy.  Ella siguió mi mirada con una de sus cejas levantadas, sin saber qué pensar de la situación. 

-¿Eso no va demasiado lejos?. -preguntó con una pizca de preocupación en su voz, pero yo negué con la cabeza. 

-Siempre y cuando no suceda nada. -Digamos que estaba cansada de esperar el punto de quiebre de Harry y esto definitivamente fue un gran empujón en esa dirección.  

De todos modos, su disculpa estaba muy atrasada.  Lo único que no agregué a la ecuación cuando se me ocurrió este plan fue el resto de los estudiantes que, al igual que Harry, obviamente estaban convencidos de que Malfoy y yo éramos una cosa.  

No podía culparlos, y después de que Harry me dijo que el rumor ya estaba circulando de todos modos, ¿Cuál fue la diferencia?  Pero no esperaba las miradas, los susurros y la repentina autoridad que sentí cuando caminé por la escuela, todos se apartaron de mi camino en lugar de esperar que yo me moviera.  

Lo que sí esperaba era el comportamiento de Parkinson.  Ella se aferraba a Malfoy cada minuto libre que tenían, haciendo todo lo posible por llamar su atención y lanzándome literalmente miradas de muerte.  

Wren y yo acabábamos de salir del aula cuando Parkinson corrió a mi lado.  

-¿A qué estás jugando, Potter?. -Ella siseó.  

Sus labios eran estrechos y su rostro de un ligero tono rojo.  Parecía que estaba a punto de explotar.  Seguimos caminando, Parkinson no nos impidió llegar a uno de los patios que planeábamos ocupar hasta la hora de cenar.  Pero siguió nuestro ritmo, con los ojos fruncidos por la ira.  

Suspiré.  

-No creo que eso sea asunto tuyo, Parkinson.-

-Oh, ruego diferir. -dijo con voz amenazadora.  Levanté una ceja sugestivamente, esperando a que continuara.  -Bueno, todo el mundo sabe que Draco y yo estamos saliendo. -Planeé usar una expresión en blanco en mi rostro durante esta conversación pero se quebró cuando las palabras dejaron su boca.  

Una sonrisa divertida se formó en mis labios e intercambié una mirada rápida con Wren, quien parecía haberse encontrado con el mismo problema.  

-Todos saben que quieres que eso suceda. -la corregí con una risa.  

Agresivamente, sacó su varita, jugueteando con ella por un segundo antes de agarrarla adecuadamente.  Lo sostuvo hacia mí, con el brazo extendido en un intento de parecer tan amenazante como sonaba.  

-Te vas a arrepentir de eso. -su voz chilló a través de todo el patio y me encogí ante el sonido.  

No me intimidó su actuación y simplemente la agravó más.  Sabía que ella no iba a seguir adelante con eso.  Todavía no se había convertido en una copia exacta de Malfoy.  Sin embargo, si seguía aferrándose a él, podría hacerlo.  

-¡Pansy!. -Una voz severa dijo detrás de mí y cuando me di la vuelta me encontré con Malfoy irrumpiendo en nuestra dirección.  -¿Qué estás haciendo?.-

-Oh, Draco. -dijo, su voz repentinamente dulce e inocente.  Puse los ojos en blanco.  -T/ n y yo solo estábamos teniendo una conversación. -Él levantó una ceja, sus ojos iban y venían entre ella y la varita levantada que me apuntaba.  Rápidamente lo bajó cuando siguió su mirada y le dio una sonrisa.  

-Realmente no podemos permitirnos perder más puntos de la casa debido a tu venganza personal con un Potter. -dijo, su voz llena de molestia.  

-Te veré en la sala común en diez. -Ella puso una sonrisa y se fue hacia las mazmorras.  

Una vez que estuvo detrás de Malfoy se dio la vuelta con una sonrisa y me guiñó un ojo antes de desaparecer de nuevo en el castillo.  Una sonrisa creció en su rostro una vez que la chica se fue y parecía que estaba conteniendo una risa.  

-¿Te permitiste meterte en una situación como esa con Parkinson?. -Dijo sacudiendo la cabeza con incredulidad mientras una sonrisa se formaba en su rostro.  

-Para tu información, estaba completamente bien sin tu ayuda. -dije con desdén. -Realmente no la necesito. -Puso los ojos en blanco, todavía sonriendo y luego desapareció en la misma dirección que Parkinson fue.

Potter?|| Draco Malfoy |Traducción.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora