Han pasado unos días desde que Umbridge encontró la sala de requisitos con nosotros en ella.
Durante el tiempo que pasó, me sentí aliviada al saber que Luna ya le había contado a Wren todo el asunto hace meses, y simplemente olvidé mencionar cuando me uní. El tema fue olvidado poco después.
Por otro lado, no había hablado con Draco desde entonces. Lo estaba evitando por completo. Me recordó un poco cómo se desarrolló el resto del tercer año, aunque por razones muy diferentes.
Traté de ni siquiera mirar en su dirección; sin querer ver ira o decepción en sus ojos, un ceño fruncido en su rostro o la indiferencia general que estaba destinado a lanzarme ahora. A cambio de lo que había sucedido, Umbridge tenía una sesión de examen planeada para nosotros hoy. Puedo decirte qué pluma hará que usemos ahora mismo.
Caminaba junto a Harry, Ron y Hermione hacia el Gran Comedor, con las cabezas ligeramente agachadas mientras caminábamos hacia la habitación sabiendo que estábamos a punto de ser torturados. En realidad, fue una cosa enfermiza.
Estábamos a punto de entrar cuando escuché a Umbridge aclararse la garganta de esa manera increíblemente molesta, haciéndome dar la vuelta. Con su falda rosa, chaqueta rosa, sombrero rosa, estaba de pie frente a mí, con una brillante sonrisa en su rostro.
-Hoy irá por este camino, señorita Potter. -suspiró, señalando una habitación al final del pasillo.
Fruncí el ceño y le di a mi hermano una mirada de preocupación antes de seguir su ejemplo por el pasillo sin decir una palabra más.
-¿Qué crees que le hará?. -Escuché a Hermione preguntar en voz baja, pero honestamente, preferiría no saberlo.
Con el movimiento de su varita, la puerta de la habitación se abrió justo antes de que ella la alcanzara. Umbridge se detuvo justo en frente de él, mirando de un lado a otro entre mí y lo que fuera que había dentro.
-Confío en que sabe qué hacer con ella, señor Malfoy. -dijo, con una sonrisa en los labios antes de volverse hacia mí, empujándome dentro de la habitación y cerrándola desde afuera.
Mi corazón se aceleró cuando su nombre salió de su boca. Todavía estaba de cara a la puerta, sin darme la vuelta todavía por miedo a lo que me esperaba.
-Date la vuelta. No muerdo. -Cerré los ojos, maldiciéndome a mí misma cuando escuché su voz.
-¿Qué estás haciendo aquí?. -Pregunté mientras me giraba, mis labios presionados juntos, formando una línea delgada.
Allí estaba, sentado en la única mesa de la habitación relativamente pequeña. Parecía más un espacio de almacenamiento redecorado para convertirlo en la cámara de tortura personal de Umbridge. Mis ojos se posaron en la silla vacía que estaba frente a la suya, y luego en la pluma sobre la mesa.
-Me ofrecí para, en sus palabras, 'hacerte pagar'. -explicó, sin dejar nada más claro. No podía leer lo que estaba pensando, cómo se sentía, lo que planeaba hacerme. -No creo que salgamos de aquí hasta mucho después de que tus amigos hayan terminado. -Tragué saliva, sentándome en la silla vacía, mis ojos fijos en la pluma frente a mí. La mancha de mi mano en la que se usó la última vez ya estaba comenzando a sentir un hormigueo.
-Vas a... -me interrumpí, incómoda incluso con la idea de preguntar.
-¿Qué? ¿Torturarte?. -Él se rió en voz baja. -Merlín, no seas ridícula. No puedes pensar que estoy tan arruinado. -Volvió la cabeza para mirarme, con un ligero fruncimiento en el ceño. -¿ O puedes?.-
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Potter?|| Draco Malfoy |Traducción.
Fanfiction|Completa| Traducción autorizada. Propiedad de: Seselina »No sabía que tenías una hermana, Potter. « No soy dueño de ningún personaje o evento en esta historia; todo el mérito es de J.K Rowling.