No era ningún secreto que la mayoría de los estudiantes esperaban con ansias nuestra defensa contra las clases de artes oscuras más que cualquier otra cosa.
El profesor Lupin fue increíble. Nunca en mi vida de Durmstrang podría haber imaginado luchar contra un Boggart. Y eso en nuestra primera lección. Realmente solo fue cuesta arriba desde allí; cada lección más interesante que la anterior.
Por supuesto, Malfoy y sus matones eran los únicos insatisfechos con la clase, pero nadie esperaba nada más. Perdieron malas palabras sobre Lupin cada vez que tuvieron la oportunidad. No estaba muy segura de por qué, pero tampoco me importaba.
-Y eso es todo por hoy. -Algunas personas salieron corriendo de la habitación lo más rápido que pudieron, listas para el almuerzo o simplemente con prisa por escapar.
Malfoy obviamente uno de ellos. Solo había pasado un día desde la discusión mía y de Harry y no perdí ni un segundo ni siquiera mirándolo. Sabía que al final del día íbamos a estar bien, pero a mi hermano le iba a costar mucho trabajo conseguir que aceptara sus disculpas.
Si incluso iba a disculparse en primer lugar. Le llevará un tiempo llegar allí, lo sabía. Especialmente después de que terminé de ejecutar mi plan.
Sonreí al recordarlo y no podía esperar a ver su rostro.
Wren y yo fuimos uno de las primeros Slytherin en tomar asiento en la mesa durante el almuerzo. Seguía hablando de Lupin, casi adorando al hombre. Si no lo supiera mejor, pensaría que ella está enamorada de él.
-Dios, Inkwood, si escucho una palabra más acerca de esa patética excusa de un maestro de tu parte... -advirtió Malfoy con una mirada amenazante mientras se sentaba a nuestro lado.
Ella solo puso los ojos en blanco en respuesta y prácticamente empujó su dedo medio en su cara. Me reí de la vista y ambos se burlaron.
-Lo siento. -murmuré en silencio hacia Wren cuando ambos estábamos en medio de nuestra segunda porción.
Sabía que a ella no le gustaba sentarse con Malfoy y aprecié el sacrificio. Todo lo que hizo fue sacudir la cabeza con incredulidad y darme una sonrisa sarcástica, sabiendo que realmente no tenía otra opción.
Suspiré.
Una mirada rápida hacia la mesa de Gryffindor me dio la confirmación que necesitaba, sabiendo que su sacrificio valía la pena. Harry se sentó incrédulo, mirando de un lado a otro entre mí, Malfoy y luego Ron, quien estaba hablando frenéticamente con él. O al menos intentándolo.
Dudo que Harry estuviera escuchando algo que el pelirrojo le estaba diciendo. Me incliné hacia Malfoy, quien hasta ahora estaba conversando con Crabbe y Goyle frente a él.
-Está funcionando. -susurré, mi boca a centímetros de su oído.
Podía sentirlo tensándose a mi lado, con la piel de gallina cubriendo su cuello, pero simplemente lo escribí a la sensación de mi cálido aliento tocando su fría piel. Miró de reojo a mi hermano para comprobar si lo que estaba diciendo era cierto. Una sonrisa creció en el rostro del rubio cuando vio a Harry mirándolo desde el otro lado del pasillo.
-Esta podría ser la mejor idea que puedas tener, Potter. -Se volvió para mirarme, sus ojos grises se encontraron con los míos. -Pero ni siquiera pienses en acercarte tanto a mí nunca más. -Su voz era amenazadora pero su expresión facial era completamente tranquila y relajada. Puse los ojos en blanco pero asentí con la cabeza.
-Lo tienes. -Me volví hacia Wren, que parecía que estaba a punto de lanzar su almuerzo de nuevo.
Pero la mención del nombre de Lupin la hizo lucir bien de nuevo. Y si ella tuviera que sufrir por Malfoy, podría sacrificar un poco de mi propio tiempo para que ella hablara sobre su clase.
No teníamos más lecciones por el día, así que decidí buscar a Hermione. No la vi en el almuerzo y estaba cada vez más preocupada de que ella y el resto del trío se hubieran peleado por lo que hizo. Después de todo, Hermione era la única razón por la que sabía sobre Sirius Black para empezar.
No hacía falta ser un genio para darse cuenta de que la encontraría en la biblioteca y una sonrisa apareció en mi rostro cuando entré y la vi sentada en una de las mesas. Al menos una docena de libros abiertos estaban esparcidos a su alrededor. Me senté en la silla opuesta a la de ella, esperando que eso fuera suficiente para llamar su atención, pero ella no parecía haberme notado en absoluto.
-¡Oye!. -Susurré, esperando que Pince no me escuchara.
Su cabeza se disparó, claramente sorprendida por mi repentina aparición. Pero una vez que me reconoció, sus rasgos se suavizaron y se relajó.
-T / n. -respondió ella, igual de tranquila.
-Sé que este no es el mejor lugar para tener una conversación, pero solo quería comprobar y ver si estás bien. -comencé, sin estar seguro de lo que debería decir. -Es solo que no te vi en el almuerzo de hoy y estaba preocupada de que te pelees con Harry y Ron por mi...-Ella me despidió.
-Por favor, incluso si quisiera pasar tiempo con ellos, no puedo. -hizo un gesto hacia los libros frente a ella y la expresión de preocupación en mi rostro se convirtió en una pequeña sonrisa. -Además, tengo otros amigos. -murmuró de modo que apenas pude escucharlo. Se perdió en sus pensamientos por un segundo antes de replicar. -No te preocupes. -sonrió. -Voy a ir a casa de Hagrid con ellos esta noche. No creo que Harry esté enojado conmigo, él sabe que lo que hizo estuvo mal.- Asentí.
Ella probablemente tenía razón. Era obvio que Harry se sentía más que culpable por no habiéndome dicho.
Pero difícilmente podría retroceder en el tiempo y deshacerlo, así que ambos tendríamos que vivir con las consecuencias por ahora.
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Potter?|| Draco Malfoy |Traducción.
Fanfiction|Completa| Traducción autorizada. Propiedad de: Seselina »No sabía que tenías una hermana, Potter. « No soy dueño de ningún personaje o evento en esta historia; todo el mérito es de J.K Rowling.