Potter?|| Draco Malfoy |Traducción.

»121«

-Adelante, no me importaría pasar un rato a solas. -sonreí cortésmente ante la petición de Wren de regresar a nuestro dormitorio.

Sus cejas se alzaron con sorpresa, aunque no trató de cambiar de opinión antes de seguir su camino, lanzándome una rápida sonrisa antes de desaparecer por las puertas.

Mezclándonos en la sala común; más una observación tranquila.

En realidad, Slytherin nunca me había querido mucho. Al menos no con el que no tuve nada que ver. Aunque, hasta ahora, tenían suficiente decencia común para ocultarlo.

No tanto como ahora. Susurros, miradas y miradas de desdén fueron lanzadas hacia mí en cualquier otro momento; casi me recuerda a mis primeros días en Hogwarts.

Suspiré ruidosamente, moviéndome de una de las sillas en la esquina de la habitación al sofá recién vacío en el medio. No pasó mucho más tiempo antes de que toda la sala común estaba vacía. Quizás otra hora.

Y me quedé, por supuesto, recordando la nota de Draco. La idea de volver a verlo correctamente me hizo sentir todo tipo de cosas. Estaba emocionada, nerviosa y ansiosa al mismo tiempo, y no muy segura de cuál de los tres lideraba al resto.

Estaba demasiado ocupada pensando en él como para notarlo entrando en la sala común; No me di cuenta hasta que se sentó a mi lado en el sofá sin una sola palabra.

Me sobresalté, me estremecí, incluso, ante el repentino movimiento a mi lado, mi mano volando hasta mi pecho.  -Por la barba de Merlín. -grité en voz alta para calmarme después. -Tal vez trates de no darme un ataque al corazón la próxima vez. -murmuré.

-Buenas noches a ti también. -se rió disimuladamente, su mirada recorriendo mi cuerpo arriba y abajo una vez. Sin embargo, su comportamiento rápidamente se volvió serio de nuevo. Odié cuando hizo eso; nunca significó nada bueno. -T/n... -comenzó, pero decidí que no lo dejaría llegar más lejos.

Lo rodeé con los brazos lo suficientemente rápido como para interrumpirlo, y el comienzo de la conversación seria, se acabó; poniéndome cómoda en sus brazos antes de que él tuviera la oportunidad de reaccionar.

Inhalé profundamente, esperando que el olor permanente en mi nariz mucho después de que él se hubiera ido de nuevo.

Sentí que tragaba saliva con dificultad, la manzana de Adán se balanceaba en su garganta antes de que él también me abrazara. Le tomó unos segundos más antes de que descansara su cabeza sobre la mía, un profundo suspiro escapó de sus labios ante el movimiento.

-Lo siento...-

Simplemente negué con la cabeza contra su pecho ante las palabras. No quería escucharlo, ni siquiera quería pensar en ese día nunca más. Y aunque sabía que eso era prácticamente imposible, lo mínimo que podía pedir era no tener que pensar en eso cuando estaba con Draco.

-¿No estas enojada conmigo?. -Se preguntó, murmurando las palabras en mi cabello, preocupación y preocupación prominentes en su voz. Y, una vez más, negué con la cabeza.

-No creo que debería. ¿Debería estarlo?. -Coloqué unos centímetros entre nosotros, mi frente contra la suya mientras una leve sonrisa jugaba en mis labios. -Hiciste lo que se suponía que debías hacer, ¿no es así? No había nada de malo en ...-

-Todo estaba mal, lo sabes. -resopló, recostándose en el sofá, sus manos cubriendo su propio rostro. -Sabes que debería haber... Tienes que saber que quería...-Las palabras seguían atoradas en su garganta, suspiros frustrados y sollozos llenando el aire entre sus oraciones.

-Por favor, no te sientas culpable, Draco. -supliqué, mi mano encontró la suya para apretarla con fuerza solo una vez. -Simplemente no quiero hablar de eso, ¿está bien?. -