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A diferencia de Hermione, que no podía soportar la adivinación y casi abandonó el tema por completo después de nuestra primera lección, yo estaba bastante satisfecha con la profesora Trelawney.  

En Durmstrang me tomó al menos la mitad del trimestre antes de que pudiéramos entrar en algo tan práctico como leer Tea Leaves.  Por supuesto, no sin antes escribir una docena de ensayos al respecto.  

Entonces, si bien las lecciones se basaban más bien en la teoría en Durmstrang, me alegré de que hasta ahora al menos Adivinación fuera más una experiencia disponible.  

Revisando rápidamente mi horario después del almuerzo, fui a Care of Magical Creatures,(Cuidado de creaturas mágicas) sorprendida de ver a Hagrid en la lista como el profesor de la asignatura.  

Estaba emocionada de volver a ver al semigigante.  Al igual que con Harry, han pasado más de tres años desde la última vez que nos vimos y fue una pena.  Tenía un corazón de oro y realmente me dio el mejor de los abrazos.  

La profesora McGonagall me dio un mapa del castillo durante nuestra primera reunión.  Aunque le aseguré que no sería necesario un mapa, estaba más que contenta ahora de que ella insistiera.  

Estaba apoyada contra la pared de uno de los pasillos, con un mapa en mis manos, tratando de averiguar en qué parte del mundo se encontraba la cabaña Hagrid.  

-Pareces un poco perdida. -Escuché decir una voz familiar y desvié mi mirada hacia arriba. Mis ojos se encontraron con los oscuros de Wren y ella me dio una pequeña sonrisa.  -Recuerdo que mis primeras semanas aquí fueron horribles, me perdí en casi cualquier lugar al que fui. -Dijo ella, suspirando por el recuerdo.  

-¿Te preocupas por las criaturas mágicas?. -Pregunté, esperando que ella también se dirigiera allí.  

-¡Eso es!. -

Ella me condujo fuera del castillo y hacia el borde del bosque prohibido, donde ya se habían reunido algunos estudiantes.  Vi el cabello tupido de Hermione, luego Ron y finalmente Harry;  los tres hablando con Hagrid.  

Mis ojos se posaron en el semigigante y una sonrisa se extendió por mi rostro.  -Dame un minuto.-Dije rápidamente en voz baja, ya en camino hacia los cuatro.  

-¡No has envejecido ni un día, Hagrid!. -Sonreí con satisfacción, acercándome al grupo y Hagrid me dio un gran abrazo una vez que estuve a mi alcance.  -Mira, es por eso que eres mi Potter favorito. -Bromeó y articuló un 'Lo siento' en dirección a Harry.  

-Le estábamos diciendo a Hagrid lo bien que le iba a ir en su primera lección de hoy. -Me informó Hermione, lanzándole una sonrisa alentadora.  Asenti.  -¡No podría estar más de acuerdo!. -

Hagrid condujo a la clase a una especie de prado, a unos 5 minutos a pie de su cabaña.  Prometió que tendría un verdadero placer para nosotros al llegar y no podía esperar a ver qué era.  

Con mi copia de The Monster Book of Monsters en la mano, escuché a Hagrid.  Después de un comentario sarcástico de Malfoy, preguntando cómo se suponía que íbamos a abrir nuestros libros debido a su naturaleza agresiva, él estaba explicando que debía acariciar el lomo para que se calmara.  

Malfoy miró su libro con sospecha antes de hacer lo que le dijeron, probablemente por primera vez en su vida.  Cuando el libro comenzó a calmarse, sus cejas se arquearon, con un toque de sorpresa escrito en su rostro por el hecho de que lo que Hagrid le había dicho era cierto.  

-Pensé que eran divertidos. -Dijo Hagrid con incertidumbre después de ver a algunos de los estudiantes luchar con sus libros.  

-Oh sí, terriblemente divertido, realmente ingenioso. -Dijo Malfoy.  Me alegré unos segundos antes de que Hagrid hubiera desaparecido detrás de unos árboles, lo más probable es que consiguiera cualquier regalo que tuviera para nosotros.  No quisiera que escuchara ninguno de sus comentarios astutos. 

-¡Dios, este lugar es una cochinada! ¡Espera hasta que mis padres escuchen que Dumbledore tiene a este idiota dando clases!. -Una vez más, el chico rubio hizo que mi sangre hirviera demasiado rápido para mi propio gusto.  

-Es mejor que. -Comencé, pero mi propio hermano me interrumpió rápidamente.  -¡Te calles, Malfoy!. -Dijo Harry, su voz peligrosamente tranquila mientras caminaba hacia él.  

-¡Oo00ooh!. -Malfoy y sus matones se burlaron antes de dejar caer su bolso por el costado de su hombro.  Tratando de parecer lo más intimidante posible, se acercó a nosotros, deshaciéndose de los pocos pies que lo separaban de mi hermano y de mí.  El resto de la clase solo estaba mirando, curioso por lo que estaba a punto de suceder.  

-Aw, los Potter ya están terminando las oraciones del otro. Qué lindo.- 

De repente, la sonrisa en su rostro se transformó en una expresión de terror cuando su mano se disparó hacia el cielo, apuntando a algo detrás de nosotros.  -¡Dementor, Dementor!. -Gritó, retrocediendo unos pasos.  

Toda la clase se quedó sin aliento, volviéndose hacia donde señalaba el chico rubio.  A mi lado, Harry se tensó tan pronto como las palabras dejaron su boca y se dio la vuelta rápidamente.  

Malfoy se echó a reír histéricamente, algunos de los estudiantes de Slytherin que estaban con él se unieron. Harry se volvió hacia ellos, y yo también. El grupo ya estaba ocupado imitando los ruidos de los fantasmas con las capuchas levantadas, rompiendo entre ellos y humillando a Harry aún más.  

-Terriblemente gracioso. -Murmuré. -Realmente ingenioso.-Una sonrisa se formó en mi rostro mientras repetía las palabras de Malfoy en un tono burlón.  

Detrás de mí, Hagrid se aclaró la garganta.  

-¡Tada!. -Dijo, haciéndose a un lado para revelar una hermosa ... No estaba muy seguro de qué era, en realidad. -¿No es hermoso?. -Exclamó y arrojó un trozo de carne hacia el animal, que graciosamente lo agarró con el pico. -¡Diganle hola a Buckbeak!-

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Potter?|| Draco Malfoy |Traducción.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora