Mi jefa se vuelve loca cuando Lauren la informa de que yo la acompañaré en su viaje a las delegaciones. Shawn se alegra de no ser él. Mi jefa intenta convencerla de mil formas para que yo no la acompañe. Argumenta cosas como mi falta de experiencia o mi poco tiempo en la empresa, pero al final desiste. Lauren manda y ella debe aceptarlo. ¡Toma ya!
Llamo a mi padre el miércoles y le explico mi retraso de las vacaciones por el viaje. Le parece bien y me anima a hacer un buen trabajo. Si él supiera el trasfondo de todo, me metía en una caja y la embalaba para que no pudiera salir. Mi hermana, en cambio, se enfada conmigo. Marcharme durante varias semanas fuera de Madrid para ella es desquiciante. ¿A quién le va a explicar sus problemas?
El jueves, Lauren pasa a recogerme con su chófer a las seis de la mañana. Viajamos en su avión privado y tanto lujo me escandaliza. Parece que acabo de salir del pueblo. Miro todo con tanta curiosidad, que creo que Lauren hace esfuerzos por no reír.
Cuando llegamos a Barcelona, un coche nos recoge en el aeropuerto del Prat y nos lleva directos al hotel Arts. ¡Casi nada! Lo mejorcito de la ciudad. Allí nos alojamos en la última planta en dos suites. Ha cumplido su promesa: habitaciones separadas. Cuando el botones cierra la puerta tras de mí y me quedo en medio de aquella enorme habitación, miro a mi alrededor. Todo es grande, espacioso. Y lo mejor, hay unos grandes ventanales que me permiten ver el mar.
Alucinada por el lujo que me rodea, suelto mi maleta y me acerco a la ventana. ¡Increíble! Tras disfrutar durante un rato del paisaje, comienzo a buscar y a curiosear. Abro la nevera y veo chocolate. Me lanzo a por él. Cuando descubro la zona de mi habitación donde se encuentra la cama, un silbido de camionero sale de mí. ¡Es preciosa! Grandes ventanales que dan al mar y moqueta violeta a juego con un diván precioso. La cama es enorme y me tiro en plancha sobre ella. ¡Qué pasada! El baño es otra maravilla. Madera clara y una bañera rodeada por espejos.
¡Morboso!
Al salir del baño, el teléfono suena. Es Lauren.
—¿Qué tal tu suite?
—Alucinante. Enorme. Es como cinco veces mi casa —me mofo.
Oigo cómo ríe al otro lado de la línea.
—En media hora te espero en recepción —me dice—. No olvides los documentos.
Llego a recepción puntual y veo a Lauren hablando con una mujer. Alta, glamurosa y rubia. Rubísima. Cuando él me ve, me invita a acercarme a ellas y nos presenta:
—Lucy, ella es mi secretaria, la señorita Cabello.
La tal Lucy me hace un escaneo en profundidad y me da mal rollito, pero, en un gesto de profesionalidad, las dos nos damos la mano y Lauren añade en alemán:
—Señorita Cabello, la señorita Vives ha venido desde Berlín. Ella estará unos días con nosotros. Lucy es la encargada de ver si podemos suministrar nuestro medicamento en el Reino Unido.
Sonríe mientras la morena de piernas largas mueve su cabeza en gesto afirmativo. Sin embargo, percibo algo raro en su mirada. No sé lo que es, pero no me gusta. Un hombre se acerca a nosotros y nos indica que nuestro vehículo nos espera. Los tres caminamos hacia una enorme limusina negra. Lauren se sienta junto a aquella mujer y se olvida de mí. Eso me inquieta. Pero lo que más me molesta es percibir que entre ellos hubo o hay algo. Me lo dicen las miradas de la morena. De todas formas, como soy una profesional, mantengo la compostura mientras miro por la ventanilla e intento pensar en mis cosas.
Cuando llegamos a las oficinas centrales de Barcelona, nos recibe el jefe de la delegación, Xavi Dumas. Nada más verme, me sonríe, y luego saluda a la jefaza y a Lucy.
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Seré Solo Tu Ya
FanfictionLauren Jauregui es una empresaria que viaja a España por cuestiones de trabajo. Ahí conoce a Camila, al poco tiempo siente una enorme atracción por ella, y ella no se resiste. Las dos empiezan a tomar parte de una relación extremadamente apasionada...