Segundo Libro Capitulo 44 Final

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El día en que llego a Madrid tras mi semana en Llanes, regreso con el corazón todavía más partido. Saber que Lauren me busca me hace estar insegura hasta del mismo aire que respiro. El tiempo no ha eliminado el dolor, lo ha acrecentado a unos niveles que nunca pensé que existían.

Llamo a mi padre. Le digo que ya he llegado a Madrid y charlo con él.

—No, papá. Lauren me desespera y...

—Tú tampoco eres una santa, cariño. Eres cabezona y retadora. Siempre has sido así, y justamente has ido a dar con la horma de tu zapato.

—¡Papáaaaa!

Mi padre ríe, y contesta:

—¡Ojú, morenita! ¿No recuerdas lo que tu madre decía?

—No.

—Ella siempre decía: «El hombre que se enamore de Sofia, tendrá una vida sosegada, pero el hombre o mujer que se enamore de Camila, ¡pobrecita! Va a estar a la gresca día sí, día también».

Sonrío al recordar esas palabras de mi madre, y mi padre añade:

—Y así es, morenita. Sofia es como es y tú eres como tu madre, ¡una guerrera! Y para aguantar a una guerrera sólo hay dos opciones: o das con un tonto que nunca abra la boca, o das con una guerrera como es Lauren.

—¿Y tú qué eres papá, un tonto o un guerrero?

Mi padre se ríe.

—Yo soy un guerrero como Lauren. ¿Cómo crees, si no, que aguanté a tu madre? Y aunque Dios se la llevó pronto de mi vida, nunca otra mujer ha llegado a mi corazón porque tu madre dejó el listón muy..., muy alto. Y eso es lo que le pasa a Lauren, tesoro. Tras conocerte a ti, sabe que no va a encontrar otra igual.

—Sí, de tonta —me mofo.

—No, cariño. De lista. De espabilada. De divertida. De graciosa. De gruñona. De peleona. De maravillosa. De bonita. De todo, morenita..., de todo.

—Papá...

—Como bien presuponía, Lauren te pertenece, y tú le perteneces a ella. Lo sé.

Soy incapaz de no echarme a reír.

—Por favor, papá, como guionista de culebrones ¡no tienes precio!

Cuando cuelgo, sonrío.

Como siempre, hablar con mi padre me relaja. Quiere lo mejor para mí y, como él dice, lo mejor para mí es esa alemana, aunque yo en estos momentos lo dude. Por la noche, cuando abro el ordenador, tengo un nuevo mensaje de Lauren.

De: Lauren Jauregui

Fecha: 31 de mayo de 2013 14.23

Para: Camila Cabello

Asunto: No me dejes

Sé que me quieres aunque no contestes. Lo vi en tus ojos la última noche en el hotel. Me echaste, pero me quieres tanto como yo te quiero a ti. Piénsalo cariño. Ahora y siempre tú y yo.

Te quiero. Te deseo. Te echo de menos. Te necesito.

Lauren

¿Por qué es tan romántica?

¿Dónde está la fría alemana?

¿Por qué sus palabras románticas me ponen tonta y las necesito leer y releer? ¿Por qué?

Cuando apago la luz de mi habitación, vuelvo a pensar en lo único que pienso últimamente. Lauren. Lauren Jauregui. Huelo su camiseta. No sé qué voy a tener que hacer para olvidarla.

Seré Solo Tu YaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora