Tras una estupenda mañana en la piscina como le prometí a mi sobrina, por la tarde mi familia debe regresar a España. Lo hacen en el avión privado de Lauren. Verlos marchar me apena, me entristece, pero estoy feliz por haber estado esas horas con ellos.
—Venga, pequeña, sonríe —murmura Lauren, cogiéndome el moflete cuando para en un semáforo—. Ellos están bien. Tú estás bien. No tienes por qué estar triste.
—Lo sé. Pero los echo mucho de menos —murmuro.
El semáforo se pone verde, y Lauren arranca. Miro por la ventanilla y, de pronto, la música suena a todo volumen. Alucinada, observo a mi chica y la veo cantando a pleno pulmón Highway to Hell de los AC/DC:
Living easy, living free,
Season ticket on a on-way ride
Asking nothing leave me be
Taking everything in my stride...
Sorprendida, pestañeo.
Es la primera vez que la veo cantar así. Me río y exagera los movimientos de malota. ¡Me encanta su lado salvaje! Lauren mueve la cabeza al compás de la música y me incita con la mano para que cante y haga lo mismo. Divertida, comienzo a cantar con ella a voz en grito. Nos miramos y reímos. De pronto, aparca el coche. Continuamos cantando, y cuando la canción acaba, ambas soltamos una carcajada.
—Siempre me ha gustado esta canción —dice Lauren.
Me quedo boquiabierta porque esa cañera canción le guste.
—¿Te gustaban los AC/DC?
Sonríe, sonríe..., baja el volumen de la música y confiesa:
—Por supuesto. No siempre he sido tan seria.
Durante unos minutos, me explica su roquera vida de jovencito, y yo la escucho sorprendida. ¡Vaya con Icewoman! Pero cuando finaliza su relato, mi sonrisa ha desaparecido. Lauren me mira. Sabe que pienso de nuevo en mi familia. Ve el dolor que tengo en la mirada por su marcha y dice:
—Sal del coche.
—¿Qué?
—Sal del coche —insiste.
Cuando lo hago, sonrío. Sé lo que va a hacer. Suena en la radio You are the sunshine of my life de Stevie Wonder. Lauren sube el volumen a tope, sale del coche y camina hacia mí.
Dios, ¿lo va a hacer?
¿Va a bailar conmigo en medio de la calle?
¡Increíble!
Con decisión, se para frente a mí y murmura:
—Baila conmigo.
Me tiro a sus brazos. Esto me hace feliz. Ver que es capaz de parar el coche en medio de una calle muy transitada y bailar conmigo sin ningún pudor es maravilloso.
—Como dice la canción eres el sol de mi vida y, si te veo triste, yo no puedo ser feliz —susurra en mi oído—. Te prometo, pequeña, que iremos a España siempre que quieras, que tu familia vendrá a nuestra casa siempre que quiera, pero, por favor, sonríe; si yo no te veo sonreír, no puedo ser feliz.
Sus palabras me tocan de lleno el corazón. Me emocionan. La abrazo y asiento. Bailo con ella y disfruto de ese momento mágico. La gente que pasa por nuestro lado nos mira. No entiende que hagamos eso. Sonrío. No importa lo que piensen, y sé que a Lauren tampoco le importa. Cuando la canción acaba, la miro y susurro, dichosa y feliz:
—Te quiero con toda mi alma, tesoro.
Asiente. Disfruta con mis palabras.
—Sigo esperando que quieras casarte conmigo.
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Seré Solo Tu Ya
FanfictionLauren Jauregui es una empresaria que viaja a España por cuestiones de trabajo. Ahí conoce a Camila, al poco tiempo siente una enorme atracción por ella, y ella no se resiste. Las dos empiezan a tomar parte de una relación extremadamente apasionada...