Cruzamos el puente y atravesamos el camino que nos llevaba directamente al jardín de la Academia Áuradon. Nos quedamos un poco impactados al ver que, en los merenderos, había alumnos de la escuela durmiendo.
- ¡Están dormidos! Todos, exclamó Evie.
- El hechizo se ha propagado por todo el reino. ¡Qué fuerte!, comenté observando a todo el mundo.
- No localizo a Ben, dijo Mal mirando la pantalla de su móvil.
- Ni a Dizzy, ni a Doug, añadió Evie.
- No hay cobertura, dijo Carlos.
-¿Esa es la Academia Áuradon?, preguntó Celia señalando el edificio.
- Sí y, cuando se despierten, te encantará, respondió Carlos.
-¿Qué te parece?, la pregunté, sonriente.
-¡Es una pasada! Llevo años soñando con este momento.
- Pronto estudiarás allí.
Celia me miró expresando toda su emoción. Ya no parecía tan insoportable. Al fin y al cabo, sólo era una niña incomprendida que había crecido rechazando todo lo bueno y bello de Áuradon y sus habitantes.
- Todo es tan..., empezó a decir Gil.
- Siniestro, le completó Jay.
- Verde - le corrigió el hijo de Gastón - Los árboles tienen hojas y, ¿ qué son esas cosas de colores?
- Em... flores.
-¡Son bonitas! ¡Oh, melón!, exclamó Gil cogiendo un bol de una alumna y comiéndoselo todo.
Jay iba a quitárselo, pero Uma defendió a su amigo.
- No hay fruta fresca en la isla, ¿recuerdas?
Jay miró al pirata, apenado. Había pasado un año entero desde que llegó a Áuradon y ya apenas se acordaba de que en la isla sólo comían fruta podrida y comida pasada de fecha. Ver a Gil comer esa fruta desesperado le recordó a cuando él y sus amigos devoraron las chuches de la limusina real, cuando los trajeron a Áuradon por primera vez. Yo también puse una cara triste al comprender por lo que habían pasado. Eran inocentes y no se merecían vivir en la pobreza. Al girarme, vi a Harry alrededor de otra mesa y pensé que también se comería la comida de otros alumnos, pero en vez de eso, le pillé intentando robarle el dinero de la cartera a un chico y eso ya no tenía excusa.
- Creo que me merezco una recompensa por mis músculos, mi ingenio y mi papel en esta misión, dijo a los alumnos dormidos.
-¡Eh, tú! - dije haciendo que me mirara rápidamente - Déjate de recompensas y devuelve eso.
- No seas borde conmigo, princesita.
- Como vuelvas a llamarme así, te juro que no respondo. Quedas avisado, dije señalándole, un poco irritada.
En ese momento, Jay le quitó la cartera y la metió en el bolsillo de la camisa de su dueño, encarándose con Harry. El hijo de Garfio dio una vuelta y acercó su garfio al cuello de Jay.
-¿Crees que me das miedo?
-¡Chicos!, les llamaron Mal y Uma para que se detuvieran.
-¿Colega? ¡Colega!, dijo Carlos llamando a su perro, que estaba comiéndose la comida la mano de un alumno.
-¡Hmm! Delicioso, dijo Colega tirándose un eructo.
-¿En serio? - preguntó Carlos - Colega, ¿sabes qué ha pasado?
- Sí, ha aparecido Audrey, ha hecho que todos se duerman y ha convertido a algunos en...
-¡Chicos! - nos llamó Evie señalando a una alumna de la banda que ahora era una estatua - Hannah se ha convertido en piedra.
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La historia de Tania Porter
Novela JuvenilHola, soy Tania Porter y soy la hija de los legendarios Tarzán y Jane. Soy una chica de selva, una loca curiosa, interesada por las aventuras y el riesgo. Os contaré mi historia, las aventuras que viví mientras estudiaba en la Academia Áuradon y cóm...