La historia de Tania Porter

Capítulo 17: Freddie

Pasó un tiempo y me acuerdo de aquel día en el que estaba con Jane, Chad y Doug hablando en las taquillas.

-¡Chicos! Mirad a quién hemos traído, anunció Ben desde lo lejos.

Miramos hacia él y le vimos con Mal, Evie, Carlos, Jay, Audrey, Ally y Jordan. ¡Pero había otra chica más! La miré de arriba a abajo intentado reconocer a una alumna de clase. ¡Pero no me sonaba de nada! Tenía el pelo negro con mechas blancas y unas coletas que le llegaban por media espalda. Sus ojos eran verdes y llevaba un traje magenta que tapaba una camiseta de rayas roja. Llevaba unos brazaletes dorados y, sobre la cabeza, un sombrerito rosa, con una cinta verde y una plumilla azul. Ese tipo de atuendos no eran originales del reino de Áuradon. Todos caíamos en lo mismos y nos quedamos boquiabiertos.

-¡Oh, no puede ser!, dijo Chad, indignado.

-¿Es...otra chica de la isla?, preguntó Jane señalándola.

- Sí. Jane, Chad, Tania, Doug: esta es Freddie.

La chica nueva saludó con una mano y una sonrisa traviesa, lo cual me removió un poco el estómago. Sin embargo, recordé que los cuatro primeros hijos de los villanos consiguieron elegir el bien. Ella también podía hacerlo, así que respiré más aliviada y me presenté.

- Hola. Yo soy Tania, la hija de Tarzán. Un placer, dije extendiendo el brazo.

- Freddie - dijo ella estrechándome la mano - Mi padre es el conocido Doctor Facilier.

Sin que se diera cuenta, mientras se dirigía hacia mis otros amigos, yo aproveché para husmear el aire alrededor de ella. Ya sabéis que para conocer las intenciones de alguien, necesito olfatearles. Freddie desprendía un olor misterioso. No parecía malvado, más bien, incomprendido. Como si necesitara ayuda para fiarse de nosotros, como pasó con Mal, Evie, Carlos y Jay.

-¡Tu padre era bien malvado! Convirtió a un pobre príncipe en un sapo, dijo Doug.

-¡Lo sé! ¡Menuda pasada!

- Espera...¿cómo es que estás aquí? - preguntó Chad tratando de ignorar que eso la divertía - No nos ha llegado ningún mensaje sobre nuevos villanos.

- Veréis...digamos que...la hemos colado en Áuradon, explicó Ben.

-¿Cómo que la habéis colado?

- Sí, pero no pasa nada. Freddie ha venido y quiere ser buena, como nosotros, dijo Evie, sonriente.

- Sí. No hay nada de qué preocuparse - añadió Jay - ¿Verdad, Freddie?

- Exacto. ¡Podéis estar tranquilos!, dijo ella.

- De acuerdo, pero te pido que no robes nada, soltó Chad frunciendo el ceño.

- Relájate, Chad. Ya ha prometido que no va a pasar nada, dijo Jane tranquilizándole.

- Eso. Que si no te van a salir arrugas de tanto enfadarte, bromeó Carlos.

Todos nos reímos y enseñamos a Freddie la Academia Áuradon. ¡Era una buena chica! Sabía hacer trucos de magia con cartas y era muy risueña, a veces demasiado. Tenía una risa contagiosa y un tanto lunática, pero no era terrorífica como la de su padre.

Pasaron unos meses. Ya íbamos por la mirad del curso y habían pasado muchísimas cosas raras y otras muy interesantes. Por ejemplo, celebramos un Baile de luces de neón y llevamos unos vestidos preciosos. También, se coló un villano en Áuradon, Zevon, el hijo de Yzma. Este hipnotizó a Mal con una joya para volverla mala y que causara destrozos por la Academia Áuradon. ¡Pero tuvimos suerte y la detuvimos! Hubo una lucha en la que derrotamos a Zevon y Ben le mandó de vuelta a la Isla de los Perdidos. Después de eso, celebramos el Joyabileo y se le entregaron sus joyas a los hijos de los villanos, incluida Freddie. Eso les hizo oficialmente habitantes de Áuradon y estudiantes de la academia. ¡Había sido una gran aventura y de lo más emocionante! ¡Justo lo que necesitaba! Y, creedme, aún quedaban muchas más. Pero antes, teníamos que superar unos exámenes finales para terminar el curso. En el siguiente, pasaron cosas alucinantes y realmente maravillosas. ¿Queréis que os cuente el resto de la historia? ¡Quedaos a descubrirla!