Capítulo 24: Otro cuento de hadas

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Érase una vez...Así empiezan la mayoría de las grandes historias o los cuentos de hadas. Resulta que aquel día no sólo visité dos ciudades más de Áuradon, Charmington y Cenicientaburgo, no sólo había conocido al Gran Duque, sino que también viajé a Nunca Jamás con Ben para identificar la escama de la serpiente. Fuimos en el coche y cruzamos un puentecito de magia, igual que el que nos separaba de la Isla de los Perdidos, que nos llevó hasta Nunca Jamás. Vi que al adentrarnos, Ben estaba yendo por los mismos sitios y, al final, tuvo que aparcar.

- Lo siento, creo que nos hemos perdido, dijo bajando del coche.

- Hmm...tendremos que preguntar a alguien, sugerí.

Mientras andábamos por aquel precioso lugar, nos topamos con Tigrilla Peonía, la hija de la india Tigrilla.

- Eh, Tania - dijo acercándose - ¿Vienes a regodearte?

-¿Perdona? Ah, sí, lo siento. Los Niños Perdidos jugaron bien, dije yo con una sonrisa incómoda.

- Todo el mundo está muy depre por lo de ayer - dijo refiriéndose al partido - Mi madre ha jurado que entrenará a un montón de nuevos fichajes. ¿Qué hacéis aquí?

- Vamos al Valle de las Hadas. Y nos hemos perdido. ¿Nos puedes indicar el camino?, preguntó Ben.

- Claro. ¿Estáis aquí por el dragón?

Al decir eso, Ben y yo nos miramos mutuamente sorprendidos.

-¿Cómo lo sabes?, preguntamos al unísono.

- Lo sabe todo el mundo. Es Maléfica, ¿no?

- En realidad no lo sabemos seguro. Por eso estamos aquí, respondió Ben.

- Ah... Tenéis que ir por la izquierda de la cascada y el camino os llevará directamente al Gran Roble del valle. Os estarán esperando.

Le dimos las gracias y seguimos sus indicaciones. Al llegar a la hondonada, nos encontramos con una de las hadas, Faylinn, la cual lucía un hermoso cabello dorado y hablaba con una voz similar a la del repiqueteo de unas campanitas.

-¿En qué os podemos ayudar, Ben?, preguntó.

- Me envían las tres hadas buenas. Esta es Tania, una amiga que ha decidido acompañarme.

- Hola, Tania. Encantada.

- Hola, Faylinn, dije, sonriente.

- Me dijeron que me podrías ayudar con un problema que tenemos, añadió Ben.

- Nos hemos enterado de que hay un dragón en Camelot. ¿La criatura todavía anda suelta?, preguntó Faylinn.

- Sí. Y si no me equivoco, esta mañana estuvo en Charmington.

Ben le entregó la escama. Faylinn se quedó asombrada y se la enseñó a otras hadas.

-¿Sabéis de qué podría ser?, pregunté yo.

- Parece ser de algún tipo de serpiente, respondió.

Para Ben y yo, esa respuesta era obvia. Acabábamos de enterarnos de la serpiente de Charmington y de recoger una de sus escamas.

- Tenemos que saber si es de Maléfica, dijo Ben.

- Podemos mirar en los archivos. Las Hadas hemos catalogado todos los tipos de criaturas de todos los reinos de Áuradon. Así que, si es Maléfica, os lo podremos decir seguro. Llévala a Lexi Rose - dijo entregándole la escama a otra hada - Y que haga pruebas para ver si coincide con nuestra base de datos - Después, Faylinn se acercó a nosotros, algo preocupada - Me alegro de que estéis aquí, porque justo ahora estábamos comentando si ir a verte, Ben, para enseñarte lo que hemos encontrado.

- Oh, ¿qué ha pasado?, preguntó Ben, interesado.

- No sé si te lo han dicho las tres hadas buenas o el Mago Merlín, pero aquí, en Nunca Jamás, las hadas somos muy sensibles a las fluctuaciones de la atmósfera y del mundo que nos rodea. Dicen que en Áuradon habéis experimentado una serie de terremotos, ¿es eso cierto?

- Sí, y también hay réplicas.

- Hemos tenido un tiempo horrible, tormentas en la costa fuera de temporada y olas gigantes chocando contra nuestras playas, explicó Faylinn.

- Sí, por todo Áuradon, el tiempo está muy raro. Me acabo de enterar de que ha nevado en Wei del Norte y granizado en Punto Agradable.

- Eso está cerca de la selva, donde sé que están bajando las temperaturas más de lo normal, por mis padres. Los científicos esperan que sólo quiera decir que el invierno va a llegar antes, dije yo.

- Todavía no sabemos qué hay detrás realmente, pero he enviado cartas a todas las mentes privilegiadas de Áuradon contándoles lo que nos preocupa.

- Según nuestros cálculos de hadas, todo empezó en la Isla de los Perdidos, dijo Faylinn.

Eso nos llamó la atención a mí y a Ben y ambos nos echamos una mirada cómplice.

- Ya he enviado un equipo a investigar, dijo pensando en Mal, Evie, Carlos y Jay.

- Confiamos en que llegarán al final del asunto y descubrirán que está pasando, añadí convencida.

- Me alegro de oírlo - dijo Faylinn - ¿Por qué no esperáis aquí? No creo que tardemos demasiado en descubrir el origen de la escama que encontrásteis. Os daremos algo de comer y beber. Debéis estar cansados de tanto viaje.

- Gracias, Fay, dijo Ben con una sonrisa.

- Por cierto - dijo el hada - Cuando lleguéis a casa, por favor, decidle a Chad que esperamos que esté disfrutando de su alfombra de oso.

- Sí, lo haremos, respondí yo entre risas.

- Y si vuelve a hacer algo así, iré a buscar al Capitán Garfio a la Isla de los Perdidos para darle una lección, añadió Ben.

Ambos reímos y nos ofrecieron sentarnos en una mesa con aperitivos y bebidas. He de decir que estaba todo delicioso.

La historia de Tania PorterDonde viven las historias. Descúbrelo ahora