Capítulo 9: No cambiéis

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Volví corriendo a mi cuarto y cuando me quise dar cuenta, allí estaba Jane de brazos cruzados mirándome fijamente. Y no parecía precisamente contenta.

- Hola. ¿Todo bien?

- Sí...fenomenal - respondió irónicamente - Mi madre me ha regañado y tú te has escapado. ¿Dónde estabas?

- Ya te lo he dicho...buscando a Lonnie.

- No, porque Lonnie ha estado conmigo, Mal e Evie.

-¿Qué? Ah, por eso no la encontraba..., dije disimuladamente. Obviamente, no se me daba bien.

- No me mientas...Las amigas no hacen eso. ¿Dónde estabas?, preguntó, seria.

-¡Vale vale, te lo diré...! - dije sentándome en la cama - He ido a conocer a Carlos.

-¿A Carlos? ¿El hijo de Cruella?

- Sí. Quería hacerme su amiga.

- Vale, y...¿por qué no me lo has dicho?

- Pues porque pensaba que me creerías una loca. Como los hijos de los villanos no te caen bien...

-¡Ahora sí! Mal e Evie han sido muy buenas conmigo. Y con Lonnie - en ese momento se rio y dirigió la vista hacia la ventana - Ya puedes salir.

-¿Qué? ¿Lonnie está aquí?, pregunté, asombrada.

De detrás de la cama salió una chica de melena larga y castaña que me sonreía.

-¿Lonnie? ¿Eres tú?, pregunté absorta al verla sin su pelito negro y corto.

- Sí, Tan. Mal también me ha cambiado a mí. Le he pedido un peinado guay, contestó.

- Estáis muy guapas, pero...

-¿Pero?, preguntó Jane, confundida.

- A ver...necesito que me prometáis...que seguiréis siendo las mismas a pesar de vuestros nuevos peinados. Y que no se os va a subir a la cabeza. Por favor, no cambiéis.

- Prometemos no hacerlo, dijo Lonnie.

-¿De verdad?, pregunté mirando a Jane.

- Te lo juramos, insistió ella.

Las tres sonreímos y nos abrazamos como buenas amigas que éramos. Al separarnos, Jane dijo:

- Bueno, cuenta. ¿Qué tal con Carlos?

- No sé por dónde empezar - dije suspirando y jugueteando con mis dedos - Es un chico muy mono...y gracioso. Y desde luego, no es malo.

-¡Eso está bien!, afirmó Lonnie.

- Además, ha adoptado a Colega.

-¡Qué bueno por su parte!, comentó Jane.

- Sí, es muy tierno. Y bastante guapo. Además, he conseguido hacerme su amiga.

-¡Oh, Tan...!, dijo Lonnie mirándome de reojo.

-¿Qué pasa?

-¿Te ha entrado el gusanillo?

-¿Qué gusanillo? No, no tengo hambre.

Jane se rió y dijo:

- No. Lonnie se refiere...al gusanillo del amor.

-¿Qué? Ah, no, no, no. Olvidaos de eso, por favor, dije de brazos cruzados.

- Te gusta Carlos, ¿a que sí? Claro, si es que es muy mono, gracioso, tierno...dijo Jane dándome suaves codazos.

-¡Chicas, no! - dije seria pero sin poder evitar sonreír - Quitaos eso de la cabeza.

- Vale, perdona..., dijo Lonnie tratando de contenerse.

Enseguida las tres nos partimos de risa y pasamos la tarde en mi habitación. Al rato, vino Ben con unos folletos de la coronación.

- Hola, chicas, dijo entrando por la puerta.

- Hola, Ben, dijimos las tres.

- Tomad. El programa de mi coronación, dijo entregándonoslos.

-¡Ya es dentro de nada! Estarás nervioso, dije, sonriente.

- Sí, un poco, la verdad. Bueno, en verdad, muchísimo. Por cierto, ¿sabéis dónde están los chicos?

-¿Los hijos de los villanos? Están en la habitación de Mal e Evie.

- Genial, gracias. No les he visto en todo el día. ¿Cómo habéis estado con ellos?

- Han sido muy buenos con nosotras para ser quienes son, dijo Lonnie.

- Sí. Mal nos ha peinado a Lonnie y a mí y Carlos se ha hecho amigo de Tania, añadió Jane.

-¿En serio?, me preguntó el príncipe.

- Sí. La verdad es que hemos...conectado muy bien, dije mientras las chicas me miraban de reojo conteniéndose la risa.

- Me alegro mucho, de verdad.

- Nosotras, también. Has tenido la mejor idea del mundo, futuro rey Ben, dije chocando los cinco con él.

-¡Gracias! Significa mucho para mí. Bueno, voy a preguntar qué tal les va. ¡Nos vemos!

- Adiós, Ben, dijimos a coro.

La historia de Tania PorterDonde viven las historias. Descúbrelo ahora