Mal se acercó y pidió a Ben que le mirara a los ojos mientras Uma intentaba contener la furia que llevaba dentro. Y, entonces, sucedió. Pasó lo que todos queríamos ver desde el primer momento en que Mal y Ben fueron pareja. Tras insistirle en que le mirara varias veces, finalmente Mal hizo lo que deseaba hacer con todas sus fuerzas.
- Ben, yo siempre te he amado, dijo Mal, temblorosa.
La hija de Maléfica besó al rey haciendo que todos aplaudiéramos por la emoción. Fue un regalo disfrutar de su primer beso, el cual ocurrió en el momento perfecto.
- Un beso de amor verdadero. Nunca falla, susurró Evie, sobrecogida.
-¡Bieeeeen!, grité emocionada desde la multitud junto a mis amigos.
Todos estábamos muy contentos, excepto Uma, quien intentó robarle la varita al Hada Madrina lo más rápido que pudo, pero se los impedimos a tiempo. Uma estaba descontrolada y, desesperada, se dirigió rápidamente a la barandilla del barco hasta subirse en ella.
-¡No! - gritamos con el corazón en la boca - ¡Uma, espera!
Mal habló con ella y trató de tranquilizarla recordándole su llegada a Áuradon, cuando creía que tenía que ser mala para enorgullecer a su madre, pero que aprendió lo importante que es ser tú misma y escuchar a tu corazón. Cuando ya parecía que Uma se ablandaba y que iba a venir con nosotros y ser buena, su collar empezó a emitir una brillante luz dorada. El collar tenía forma de caracola, lo cual despertó el auténtico terror en todos nosotros al mirarlo fijamente y darnos cuenta de lo que estaba a punto de suceder. Era el mismo que llevó su madre cuando atacó a Ariel. Uma se dejó influir por aquel brillo maligno y se lanzó al mar.
No sabíamos qué podía pasarle. Tardaba tanto en volver a la superficie que pensamos que se estaba ahogando, cuando todo empezó a temblar y una inmensa criatura salió desde las profundidades. ¡Uma se había transformado en un aterrador pulpo gigante! Empezó a dar latigazos al barco con sus tentáculos, provocando que el oleaje moviera el barco bruscamente. La cubierta se inundó de agua y todos nosotros nos balanceábamos de un lado a otro. Hubo una ola que nos dio tan fuerte que hizo que algunos, entre ellos, Carlos y yo cayéramos al suelo. Los gritos de toda esa gente despertaron en mí un instinto protector, el cual había desarrollado durante años y años en la selva.
-¡Ya basta!, grité mientras me levantaba de golpe.
Fijé la mirada en la barandilla del barco y, cuando un tentáculo llegaba para aferrarse a ella, me acerqué y lo atrapé entre mis manos. Tiré hacia mí haciendo que Uma se sobresaltara, me mirara y me dedicara una sonrisa desafiante.
-¡Tan! ¡Espera!, gritó Carlos, preocupado.
-¡Ten cuidado! Es muy poderosa, añadió Evie en el mismo tono.
No le quité ojo al pulpo gigante mientras agarraba cada vez más fuerte su tentáculo y volvía a tirar hacia mí. Uma achinó los ojos sin dejar de sonreír.
- Tú...tú eres la princesita valiente que se atrevió a venir a la isla, ¿verdad? - escuché un gran murmullo entre la gente, ya que nadie sabía que habíamos estado en la isla y mucho menos, alguien como yo - ¿Sabes? Me gusta tu valor, pero creo que eso no es suficiente para enfrentarte a mí.
-¿Tú crees? No eres más que una perdedora, dije yo firmemente dándole otro tirón.
-¿Cómo dices?, gruñó.
- Estás actuando igual que tu madre. Y, por si no lo recuerdas, fracasó estrepitosamente. Tú vas por el mismo camino, lo que te hace ser una perdedora más, al igual que todos esos villanos de la isla que imitan a sus padres - le espeté después de darle otro tirón más fuerte - ¿Quieres seguir siendo una perdedora?
- ¡Ja! Los únicos que saldréis perdiendo sois vosotros, querida. ¡Y yo no soy mi madre, soy Uma! ¡Ese es mi nombre!, gritó.
-¡Y Uma puede ser buena! - solté haciendo que se detuviera en seco - Puedes ser una más de nosotros. Estás a tiempo de ser una ganadora...haciendo lo que realmente quieres - se quedó tan petrificada que le tuve que dar un tironcito más para que respondiera - ¡Vamos!
Hubo un pequeño silencio en el que mantuvo una mínima esperanza de hacerle cambiar de idea. Había una parte de mí que admiraba a esa chica. Una mujer fuerte, que lideraba a todo un grupo y que pretendía dejar su huella en el mundo de la manera que fuera. Quería transmitirle de lo que sería capaz de hacer si fuese buena y no una villana más. Esperaba de corazón que lo entendiese, ya que intuía que seríamos grandes amigas. Todos nos miraban muy tensos con una mezcla de sentimientos, cuando Uma suspiró y me miró directamente a los ojos.
- Yo...voy a hacer lo que realmente quiero...y lo que quiero...¡es esto!
De inmediato, la sonrisa de esperanza que tenía en la cara se borró y agarré aún más fuerte el tentáculo. Entonces, Uma volvió a esbozar una sonrisa maligna y tiró de tentáculo haciéndome soltar un grito y dejándome justo en la barandilla. Me agarré de las barras y vi cómo se resbalaba mi diadema y caía al mar hasta perderse. Vi a Uma reírse como una verdadera villana y comprendí que ya no tenía nada que hacer. La miré como si me hubiera traicionado. Por un instante, vi la bondad en su corazón. Pero supuse que eran ilusiones mías. No era la primera vez que me pasaba. A diferencia de mis cuatro amigos de la isla, Uma prefirió elegir el mal.
-¡Tan, cuidado! ¡Aléjate de ahí!, dijo Jay agarrándome de los hombros.
Me ayudó a volver con mis amigos y, mientras me preguntaban si estaba bien, ya que aún estaba hiperventilando, vimos cómo Mal daba vueltas echando chispas. Parecía realmente furiosa. Nunca la habíamos visto así. De repente, una humareda morada la envolvió haciendo que se convirtiera en un enorme dragón morado con ojos verdes muy brillantes. La miramos sorprendidos, pero sabíamos que, a diferencia de Uma, Mal no era como su madre e iba a ayudarnos. Era un dragón bueno que protegería a la gente de Áuradon. Se enfrentó a Uma lanzándola bolas de fuego y esquivando sus tentáculos. Estábamos ante una épica batalla que podía terminar en un perfecto desastre.
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La historia de Tania Porter
Novela JuvenilHola, soy Tania Porter y soy la hija de los legendarios Tarzán y Jane. Soy una chica de selva, una loca curiosa, interesada por las aventuras y el riesgo. Os contaré mi historia, las aventuras que viví mientras estudiaba en la Academia Áuradon y cóm...