- Mucha suerte a las dos, dijo Jay dándonos un abrazo.
- Gracias... Si no vuelvo viva, guardad con mucho cariño mi uniforme del número nueve, dije con un suspiro de tristeza.
-¡Venga! No puede ser tan malo - dijo Evie, esperanzada - ¡Eh, Mal! ¿Por qué tú no vienes?
-¡Eso! ¿Por qué Lady Mal no viene?, pregunté casi rogándole que nos acompañara.
- Tengo muchos asuntos reales que ocupar aquí en Áuradon. Lo siento. ¡Pasadlo bien!, dijo señalando con la cabeza el tren dónde nos llevarían.
-¡Te has librado! ¡Qué morro!, susurré.
-¡Atención! ¡El tren va a arrancar! Por favor, tomen sus asientos, anunció Lumiére.
En ese momento, una maratón de princesas maquilladas como una puerta, se abrieron paso para intentar meterse en el tren y encontrar su maravilloso y cómodo asiento.
- Nos vemos muy pronto. ¡Rezad por mí!, dije abrazando a Carlos y Jane.
- Adiós, Tan. Intenta no acabar tirándote de los pelos con nadie...por favor, dijo la hija del Hada Madrina.
-¡Uff! ¡Me van a enseñar a comer con mil tenedores diferentes! No prometo nada, dije alejándome.
Evie y yo subimos al tren y nos sentamos en los únicos asientos que quedaban libres.
- Vale, paciencia, paciencia...¡respira hondo e intenta relajarte!, me dije a mí misma mientras colocaba mi mochila a mis pies.
-¡Hola, chicas!, dijo Audrey desde el asiento de delante con una melena rubio platino y con mechas azules y rosas que me sorprendió bastante.
-¡Audrey! ¿Qué tal tu viaje con Flora, Fauna y Primavera?, preguntó Evie.
- Bueno...el trayecto fue precioso, pero nos quedamos estancadas en un bosque y tuve que pedir a Chad que viniera a ayudarnos. ¡En fin, un lío!, dijo riéndose.
- Sí, yo vi lo ilusionado que estaba de que hubieras tenido ese problema... - dije haciendo que ambas me miraran, extrañadas - ¡digo...de que pudiera ir a rescatarte! Me has entendido.
- Oye, Audrey, ¿ya no hay absolutamente nada entre vosotros? Creo que el pobre se sigue muriendo por ti, dijo Evie, apenada.
- Lo sé, lo sé... Yo tampoco me he olvidado de él. Pero necesitaba darnos un tiempo y quiero que entienda lo que eso significa...
- Bueno, no te preocupes. Ahora estamos de campamento. Seguro que así te distraes, dije yo guiñándole un ojo.
-¡Sí! Aunque espero que haya algún enchufe por ahí. ¡Y por supuesto que no falte un espejo!, dijo ella, emocionada.
Yo asentí con una sonrisa falsa y luego miré a Evie con cara de "¡Ayuda!", a lo que respondió con una carcajada.
El viaje duró, más o menos, tres horas así que me dio tiempo a echarme una siesta, escuchar todas mis canciones dos veces y a tomarme fotos con Evie. Cuando llegamos, bajamos en orden y Lumiére y los encargados reales nos guiaron hasta el establecimiento. Me imaginaba que, al ser un campamento, tendríamos tiendas de campañas, hogueras por la noche y un parque de aventuras. ¡Pero no, qué va! El C.P.A era un campamento de princesas, sí, de esas delicadas y adorables. Así que el sitio era un conjunto de cabañas impecables en círculos donde dormiríamos todas.
-¿Dónde...lianas...estoy?, me pregunté a mí misma, sorprendida.
- Bueno...al menos Audrey no podrá quejarse, dije Evie con una sonrisita.
Entramos a una de las cabañas y elegimos rápidamente una de las literas. La verdad es que eran muy bonitas y cómodas. Tal vez eso del campamento no era tan malo, ¿no...?
Aquella tarde la pasamos colocando nuestro equipaje y conociendo el lugar hasta que, por la noche, se convocó una cena en la cabaña del comedor. Pero, claro, no podíamos ir con cualquier trapo, así que nos obligaron a ir elegantes. ¡Ni que fuéramos a un nacimiento de una princesa como Aurora!
- Oye, Evie - dije tímidamente - No quisiera ser una molestia, pero sólo me he traído un vestido y es demasiado elegante para una simple cena. No sé si es buena idea usarlo ahora.
- No te preocupes. Te prestaré uno - dijo adivinando mi pregunta - ¡Y de molestia, nada! Toma, todo tuyo.
-¡Mucha gracias!, dije aceptándolo con timidez.
Me probé el vestido, el cual estaba formado por una camisa de mangas largas de seda blanca, un corsé color vino y una falda de vuelo del mismo color con dos peregrinas doradas que colgaban de los laterales. De calzado, me puse unos botines negros con hebillas doradas y un colgante un anillo de color verde oscuro. Evie me había vuelto a salvar.
¡Comida! - exclamé al llegar al comedor tomando una bandeja y sirviéndome de todo un poco - Esto es lo mejor que he hecho hoy aquí.
Pero mi sonrisa se borró al ver los tenedores para la carne, el pescado, la ensalada, lo otro y lo del más allá. ¡Qué tortura! Entonces, pedí algo de ayuda a Audrey y puse mi mano sobre los distintos tenedores hasta que asintió que ese era el que tenía que usar.
Unas horas después, tras haber cenado, nos fuimos a la cama. Todas dormían como angelitos, menos yo, que me mantuve despierta un buen rato pensativa mirando a la madera de la cama de Evie. Me gustaba ser la hija de Tarzán y Jane y, por tanto, la heredera de la selva, pero, por otro, lado estaba preocupada porque todo el mundo asociaba a una princesa con una imagen de una chica hermosa, lista, educada y útil para bailar, cocinar o limpiar. Pero que para luchar, generalmente, se la consideraba débil o que tenía que ser protegida. Y eso era algo por lo que había estado esforzándome durante las últimas semanas: para que no me consideraran débil y necesitada de protección, sino para enfrentarme a todos los villanos que hiciera falta.. Yo me consideraba una chica guapa, pero que se pasaba el día haciendo deporte, jugando con animales, que no sabía cocinar apenas, que no bailaba vals, ni entendía para qué servía cada tenedor en la mesa... ¿Qué iba a ser de mí en ese campamento? ¿Tendría que cambiar mi forma de ser para hacer feliz a la gente o, por una vez, hacerme feliz a mí y demostrar a todos que hay otras formas de ser una princesa? De momento, tenía una semana entera para pensármelo. Mi misión siempre ha sido hacer feliz a la gente, como hice con Carlos y Jane, pero esta vez iba a pensar en ser un poco más "egoísta" y hacerme feliz a mí misma.
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La historia de Tania Porter
Novela JuvenilHola, soy Tania Porter y soy la hija de los legendarios Tarzán y Jane. Soy una chica de selva, una loca curiosa, interesada por las aventuras y el riesgo. Os contaré mi historia, las aventuras que viví mientras estudiaba en la Academia Áuradon y cóm...