Capítulo 63: El rugido de la Bestia

59 1 0
                                    

Teníamos bastante miedo por Mal. En cualquier momento, Uma podría hundirla y, a la vez, temíamos porque Uma acabara en llamas. No sabíamos cómo actuar porque si nos metíamos entre ellas, podíamos palmarla. Yo ya intenté hacer algo por convencer a Uma, demostrando una valentía que hasta ella reconoció, pero finalmente acabó quedándose del lado de los villanos. Entonces, preocupado, Ben se acercó a la barandilla lleno de rabia y rugió como una auténtica bestia. La bestia que un día fue su padre. Todos escuchamos su rugido conmovidos y, cuando se acercó a quitarse la chaqueta, temimos lo que pudiera hacer.

-¡Eh, Ben! ¿Qué estás haciendo?, pregunté mientras le cedía su chaqueta a Jay.

El rey fue corriendo hacia la barandilla, intentamos detenerle, pero ya era tarde. Ben saltó al mar.

-¡BEN!, gritamos todos desde arriba.

Al ver que Ben se acercaba a ellas, Uma empezó a reírse, ya que era minúsculo en comparación con ella, por lo que no podría luchar contra ella y salir vivo.

-¡Jajaja! ¿Qué piensas hacer, Ben? ¿Salpicarme?

Mal convertida en dragón se puso detrás de Ben mirando a Uma fijamente, dispuesta a defenderle. Vimos cómo nuestro amigo intentó detener la pelea. Y, al parecer, lo consiguió. Sólo con palabras, ya que él jamás haría daño a Uma, por muy malvada que estuviera siendo en ese momento. Entonces, uniéndose a mi discurso, pidió a Uma que viniera con nosotros. La hija de Úrsula acercó su tentáculo a la mano de Ben y le dio su anillo real. Por un instante, dirigió su mirada de nuevo hacia mí y creí que iba a aceptar mi petición de ser buena. Sin embargo, se dio la vuelta, se sumergió en el mar con un rostro apenado y se marchó. Todos nos quedamos preocupados por ella, pero en seguida, la gente empezó a aplaudir a nuestro rey y le ayudamos a subir.

-¡Has estado genial, Ben!, le felicitamos todos.

Ben sonrió y abrazó a sus padres. Mal aterrizó y se volvió a convertir en humana, pero esta vez, no tenía el conjunto de Evie, sino un vestido morado y la larga melena morada ondulada suelta. Estaba igualita que en la vidriera de Ben y realmente preciosa. El rey acompañó a su querida Lady Mal al bajar las escaleras y ambos llegaron junto a nosotros. Mal y Ben se volvieron a besar y les aplaudimos fuertemente.

- Oye, Ben - dijo Evie tímidamente con una sonrisa - Hay muchos niños en la Isla de los Perdidos que estoy segura de que quieren estar aquí, en Áuradon. Me encantaría que les pudiéramos ayudar.

-¡Claro, lo haremos!, contestó Ben, conmovido.

- Gracias, dijo Evie recordando a su amiga, la joven Dizzy.

Entonces, la fiesta empezó de nuevo y cantamos "You and me" todos juntos. Al principio, me alejé un poco del baile, ya que no tenía pareja, pero como siempre digo, Carlos es un amor. No soportaba verme sola, así que animó a Jane para invitarme a bailar con los demás porque, al final, bailábamos en grupo.

Después del baile, volví a la mesa del buffet y me senté a descansar. Era bastante tarde y quedaba poco para irnos. Entonces, Jane se acercó a mí, cansada de tanto bailar y nos pusimos a charlar tranquilamente.

La historia de Tania PorterDonde viven las historias. Descúbrelo ahora