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Capítulo 2: La fiesta de primavera

  Aunque Feng Yang reconoció a Jiang Chen a primera vista, en realidad no habían tenido ningún contacto entre ellos antes, y ni siquiera habían aparecido en la misma ocasión.

        En cuanto a cómo Jiang Chen llamó su atención, Feng Yang adivinó que alguien podría habérselo recordado, pero Feng Yang no quiso averiguar la razón.

        Incluso si Jiang Chen realmente se metiera en su cama, sólo ocurriría una vez, y cuando Jiang Chen volviera a entrar en razón después, Feng Yang le diría francamente a Jiang Chen que nunca le daría ningún beneficio, y si Jiang Chen se atreviera a ser insensible, a Feng Yang no le importaría hacer desaparecer a Jiang Chen de la industria del entretenimiento por completo.

        En el pasado y en el futuro, Feng Yang no toleraría que nadie utilizara ningún medio indebido para buscar beneficios personales de él.

        Cortaría la más mínima insinuación de la situación cuando aún estaba en sus inicios.

        La persona en sus brazos abrió ligeramente los labios, haciendo ruidos seductores de vez en cuando, como si pidiera un beso.

        Feng Yang ya había pensado en no echar a Jiang Chen, por lo que lo que sucedería a continuación se explicaba por sí mismo.

        Feng Yang recordó que había visto por casualidad una entrevista a Jiang Chen en Internet. Una joven de su equipo se había enamorado recientemente de Jiang Chen, y la impresión que se llevó Feng Yang de esa entrevista fue que, aunque las habilidades de actuación del nuevo joven aún debían mejorar, su actitud era amable y educada, era bueno leyendo las opiniones de la gente, y también era bueno hablando, sus ojos eran claros y limpios.

        Sólo que no esperaba que, en un abrir y cerrar de ojos, el joven se metiera en su cama de una forma tan poco ortodoxa.

        Feng Yang sacudió ligeramente la cabeza, con un ligero pesar en el fondo de sus ojos.

        El joven en sus brazos había sido completamente despojado de sus sentidos por las drogas, sin saber siquiera que la poca buena impresión que había tenido con Feng Yang había desaparecido.

        El cuerpo de Jiang Chen ardía insoportablemente y sólo quería enfriar su cuerpo rápidamente.

        Sus brazos, que aún estaban blandos y entumecidos, parecían ser bastante fuertes cuando los rodeó con el cuello de Feng Yang.

        En cuanto se acercó a la mullida cama, Jiang Chen pareció recobrar la conciencia y levantó sus nebulosos ojos llorosos para mirar a Feng Yang.

        Tres partes estaban ansiosas, y las otras siete estaban llenas de color primaveral.

        En el caso de Jiang Chen, ya había tratado lo que estaba sucediendo como un sueño, y como estaba en un sueño, naturalmente estaba libre de cualquier restricción, completamente abierto y despreocupado.

        Aquellas dos largas piernas estaban dobladas y plegadas sobre la sábana cubierta de flores azul claro, rectas y esbeltas, con la sensación de no tener dónde descansar.

        Los ojos de Feng Yang bajaron de la cara de Jiang Chen, su mirada parecía medir y examinar, y cuando sus ojos llegaron por debajo del abdomen de Jiang Chen, Feng Yang descubrió por primera vez que el cuerpo de su especie también podría ser tan hermoso.

        Era un espectáculo hermoso, una cosa pequeña y delicada, igual que su dueña, expuesta en el aire, tentando a uno a tomarla en la palma de la mano y jugar con ella.