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Capítulo 49 - Peleas de gallos

        La mano de Jiang Chen, que estaba a punto de empujar a Feng Yang, se detuvo bruscamente cuando notó los ojos enrojecidos de Feng Yang.

        Después de un rato, Jiang Chenwei tomó aire para controlar sus emociones.

        Pero inmediatamente después, el hombre que seguía agachado frente a él de rodillas volvió a hablar de repente.

        La persona con la que hablaba no era Jiang Chen, sino el inquieto bebé en el vientre de Jiang Chen.

        "Nena, tienes que escucharme, no puedes dar una patada a papá, o cuando salgas más tarde, te daré unos fuertes azotes".

        "¿Me oyes?"

        El tono de voz y la expresión del hombre no eran los de su habitual calma e indiferencia, y en su frente se notaba una extrema ternura.

        Una brisa fresca hizo desaparecer parte del calor de la cara de Jiang Chen, que sujetó los hombros de Feng Yang mientras se levantaba lentamente frente a él.

        "Gracias, Jiang Chen, muchas gracias". La voz de Feng Yang se quedó ronca de repente, sabía lo que era, de repente, hace un momento lo tenía todo bajo control, ahora de repente sentía que no podía contener sus emociones.

        Jiang Chen vio su propia figura clara en los ojos enrojecidos de Feng Yang, su mano derecha acarició suavemente su abdomen, este niño era inusual para Feng Yang, y para él, cómo no iba a ser un regalo inesperado y maravilloso.

        "Volvamos caminando, nos deben de estár buscando ya  tardamos". Jiang Chen pasó rozando a Feng Yang, dio unos pasos y luego se detuvo, se giró de lado y miró a Feng Yang, Feng Yang redujo la velocidad y siguió a Jiang Chen, los dos caminaron uno al lado del otro.

        Primero miró el delicado rostro de Jiang Chen, luego sus ojos bajaron y cayeron a las manos que se tomaban, Feng Yang levantó los ojos y miró de frente al camino, su mano se movió ligeramente y sujetó fuertemente a Jiang Chen con su mano contraria.

        Como Jiang Chen adivinó, todos los que estaban descansando allí en el césped mirando el paisaje de la montaña estaban helados por el viento de la montaña y estaban a punto de ir hacia Jiang Chen y los demás cuando los dos salieron del final del sinuoso camino.

        Cuando los dos se acercaron a ellos, You Zheng se dio cuenta de que los ojos de Feng Yang estaban de repente un poco rojos.

        Pensando que se trataba de una inflamación de los ojos de Feng Yang o algo así, preguntó inmediatamente: "Hermano Yang, ¿por qué tienes los ojos rojos?".

        Sin mencionar a You Zheng, nadie más en la escena habría pensado que los ojos de Feng Yang estaban rojos porque había sentido la presencia del bebé tan claramente por primera vez, sólo pensarían que los ojos de Feng Yang no se sentían bien.

        Cuando Feng Yang se dio cuenta de que Jiang Chen le devolvía la mirada, puso esta excusa: "Un bicho entró volando accidentalmente".

        "¿Ya sacaste el bicho?" Jia Qing asomó la cabeza por el lado izquierdo de You Zheng, con cara de preocupación.

        "Lo saqué, ahora no siento nada, debería estar bien en un rato". Feng Yang esbozó una sonrisa superficial, indicando que su situación no era grave.

        "Bajemos la colina". Jiang Chen se acercó en la dirección correcta, el gallo que había atrapado antes yacía pacíficamente en su cesta trasera, incluso cuando extendió la mano para acariciar su brillante pelaje, no se movió mucho, sólo sacó un par de pequeños ojos huesudos del tamaño de un frijol negro para mirar a Jiang Chen.