Capítulo 16 Robo de un beso

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Aunque no había pasado mucho tiempo con Jiang Chen hasta ahora, era suficiente para que Feng Yang entendiera parte de la personalidad de Jiang Chen.

        Si su hijo, como había dicho en el quirófano, se lo llevara, el niño no tendría otro padre y sólo recibiría una cuota de amor.

        Dos porciones de amor estarían completas para el niño.

        Naturalmente, esta no era la única razón, sino que lo más importante era que Feng Yang sentía que el joven en la cama, con el que una vez había tenido sexo, quería conocerlo mejor.

        Al ver la cara enferma y febril de Jiang Chen enrojecida, y al ver la expresión incómoda del joven, el corazón del pecho de Feng Yang pareció doler con un mínimo de dolor.

        Antes, Feng Yang no tenía ninguna opinión adicional sobre el amor o los niños, pero de repente tuvo un hijo, y la responsabilidad de ser padre se añadió a sus hombros.

        A esta distancia tan cercana, las gruesas y rizadas pestañas de Jiang Chen parecían ser tan distintas que era como si pudiera contarlas.

        Al recorrer las mejillas puras e impecables del joven con su mirada, Feng Yang recordó la suavidad de los labios de Jiang Chen, que había besado y saboreado antes.

        Así que al bajar la mirada, esos dos suaves pétalos carmesí entraron en sus pupilas, y Feng Yang se inclinó lentamente, deteniéndose violentamente cuando estaba a punto de acercarse.

        Tras darse cuenta de que casi había robado un beso a alguien, la expresión de Feng Yang se volvió extraordinariamente sorprendida.

        Puede que le gustara en un momento dado, pero en cuanto a ese momento, no quería entrar en él.

        Una cosa estaba muy clara, él quería a esta persona.

        La persona que estaba en la cama no sabía qué decisión había tomado Feng Yang en ese mismo momento.

        La mirada de Feng Yang estaba profundamente fijada en Jiang Chen, que estaba profundamente dormido, como si quisiera grabar toda la figura de la persona en su mente.

        No permaneció aquí demasiado tiempo antes de dar la vuelta y marcharse.

        Lo primero que tienes que hacer es quitarte el parche de la fiebre de la frente, ir al armario y buscar un pijama limpio, cogerlo e ir al baño.

        Al oír algún ruido fuera, Shi Lei salió de la cocina y entonces vio a Jiang Chen caminando hacia el baño.

        Mirando la espalda de la otra parte, tenía mucho mejor aspecto que cuando caminaba temblorosamente con fiebre, por lo que Shi Lei soltó su corazón colgante.

        Cuando estaba a punto de llamar a Feng Yang, la otra parte llamó primero.

        Allí, Feng Yang estaba ya a punto de empezar a comer y se acordó de la casa de Jiang Chen, así que se puso en contacto con Shi Lei para ver si Jiang Chen se había despertado.

        "Ya está despierto, se está duchando en el baño". Shi Lei dijo la verdad.

        "Quédate ahí esta noche y presta más atención durante la noche". A veces la fiebre era recurrente, por lo que Feng Yang podía estar completamente tranquilo dejando a alguien allí, ya fuera Jiang Chen o el niño, Feng Yang no quería que pasara nada.

        "De acuerdo, lo sé". De hecho, aunque Feng Yang no lo dijera, Shi Lei también tenía esta intención.

        Después de ducharse, Jiang Chen salió al salón y se acurrucó en el sofá, el pijama le quedaba holgado, Jiang Chen había salido a grabar un reality show esta vez, lo que le había hecho perder un poco de peso, y ahora el pijama le quedaba más grande, el escote estaba vacío, y la ropa parecía que iba a resbalar de sus hombros en cualquier momento.

Mi hijo tiene un padre estrella de cine de 8 mil millones de dólaresDonde viven las historias. Descúbrelo ahora