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Capítulo 54 - De regreso a casa

        Las mejillas de Jiang Chen estaban tentadoramente sonrojadas, y miró a Feng Yang con ojos húmedos, con aspecto de quejarse, pero claramente como si estuviera desesperado.

        Feng Yang no dijo nada, sino que se limitó a mirar a Jiang Chen con sus agresivas pupilas negras. Este es un lugar donde un poco de carne y espuma puede convertirse en escoria.

        Mordiéndose el labio, Jiang Chen apartó la mirada de sus ojos, la vergüenza y el placer que le invadieron al instante le hicieron temer mirar a los ojos de Feng Yang, temía ser incapaz de soportarlo y le rogó a Feng Yang que se diera prisa.

        Hacía tiempo que no se aliviaba, y en unos momentos Jiang Chen entregó su arma.

        Entonces apareció una escena que hizo que las pupilas de Jiang Chen se dilataran involuntariamente, vio que Feng Yang se llevaba el dedo índice empapado de moco a la boca y enroscaba la lengua alrededor de él.

        Su intuición era que, o bien estaba ciego, o bien la persona que tenía delante no era Feng Yang.

        Entonces Feng Yang levantó los ojos para mirar a Jiang Chen, que no podía moverse debido a los ojos afilados.

        El hombre se inclinó y besó a Jiang Chen en los labios, la punta de su lengua estaba contra los labios y los dientes de Jiang Chen, entonces Jiang Chen probó un pequeño sabor salado, después de darse cuenta de lo que era, Jiang Chen agarró el hombro de Feng Yang y trató de apartarlo.

        Pero Feng Yang ya había agarrado la nuca de Jiang Chen, obligando a Jiang Chen a no tener dónde escapar, e incluso envolvió su lengua alrededor de Jiang Chen, enganchándola y chupándola, profundizando lentamente el beso.

        El equipaje se guardó básicamente anoche, y por la mañana sólo era cuestión de empaquetar algunas cosas más. El ayudante, Shi Lei, ha estado con Jiang Chen durante los últimos dos meses, vigilándolo, y el equipaje se puso abajo.

        Después de esperar fuera del dormitorio durante unos momentos, Jiang Chen y Feng Yang salieron de la habitación, los labios de Jiang Chen estaban húmedos y brillantes, sus ojos eran tan brillantes como una llama ardiendo en ellos, sus orejas estaban rojas, y su cara parecía estar sonrojada con un tentador color primaveral.

        Feng Yang arrastraba una maleta en la mano, y tenía a sus dos ayudantes que llegaron ayer esperando en el aeropuerto, sin dejarles entrar en la cabina.

        El personal del programa ayudó a trasladar el equipaje de la casa al coche en el exterior.

        Jiang Chen y los demás se abrazaron uno a uno para despedirse, pero nadie fue a abrazar a Feng Yang, porque después del incidente de anoche, todos habían visto con sus propios ojos cómo era Feng Yang si se enfadaba, así que cuando abrazaron a Jiang Chen, especialmente You Zheng, no se atrevieron a extender la mano.

        You Zheng se acercó a Feng Yang y se disculpó una vez más por su imprudencia de la noche anterior, y Feng Yang, que había perdido el control de sí mismo en ese momento, aceptó las disculpas de You Zheng y dijo que todo era cosa del pasado.

        El billete de Feng Yang era por la mañana, así que él y Jiang Chen fueron los primeros en ir.

        "Cuídate en la carretera y ten un buen viaje". Yin Qiu sonrió y saludó a Jiang Chen, que estaba sentado en el coche con ellos.

        "Adiós". Jiang Chen levantó la mano y se despidió de todos fuera del coche.

        "Llamada telefónica". You Zheng, que estaba de pie junto a Yin Qiu, levantó la mano hacia su oído e hizo un gesto de llamada.