CAPÍTULO 13: LA BASE EN EL ÁRBOL

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-Adox: Oye, pues esta ropa de viaje no está nada mal. Comparado con mi antigua ropa de campesino ... ¡Hasta me siento importante!

Adox y Link viajaban por el inmenso reino de Hyrule. Ya no se veía la aldea Hatelia por mucho que miraran hacia atrás. Lo único que sabían era que la aldea Kakariko se hallaba en la Región de Picos Gemelos, situado justo al oeste de la Región de Necluda (donde está la aldea Hatelia). Como Link había conseguido el mapa de Necluda, de momento el recorrido era sencillo. Las verdes praderas del lugar y el buen tiempo que hacían que Adox se olvidara por momentos de sus preocupaciones y simplemente disfrutara de viajar libremente.

-Link: No va a ser fácil encontrar la torre ... Ya te he dicho que llevo más de una semana buscándola ...

-Adox: ¿Podrías describir la torre de la Región de la Meseta de los Albores? ¿Y la de Necluda?

-Bueno... Eran iguales en aspecto, así que supongo que el resto serán más de lo mismo. Son bastante altas, terminan en punta y brillan mucho. Al principio, el brillo que emiten es naranja, pero tras activarla, se vuelve azul...

-Espera...

- ¿SÍ?

-Esa descripción... y sus funciones... Todo apunta a que son artefactos Sheikah, pero las torres no vienen mencionadas en los dos tomos de El Cataclismo y los Elegidos.

-Claro, porque estaban ocultas bajo el suelo hasta que yo las activé.

-Claro... Hace escasos días, ninguna de esas torres existía siquiera...

Pasó algo de tiempo, y pararon a comer en la sombra de un árbol.

-Adox: Reconozco este lugar, aún estamos cerca de la aldea Hatelia. Es la pradera de Sempes, ¿verdad?

Link miró el mapa para comprobarlo.

-Link: Así es.

-Adox: Cuando el padre de Ondey me recogió y me llevó hasta la aldea, pasamos por aquí, y también paramos a comer.

-Interesante... Nosotros comeremos hoy conejo.

-Genial.

-Préstame el arco, y acompáñame, que te voy enseñando las primeras lecciones de apuntado.

Eso hicieron y, comenzaron a buscar en los alrededores.

-Adox: (¡Qué ilusión! ¡Link enseñándome cosas!)

No obstante, Link se detuvo antes de empezar con la clase.

-Link: Eso de allí...

-Adox: ¿Qué pasa?

-Me ha llamado la atención desde hace tiempo... Creo que es un campamento.

Link señaló a un misterioso árbol, bastante grande, que tenía pasarelas de madera y otras construcciones en él. Tras acercarse un poco, comprobó la situación.

-Link: Es un campamento de bokoblins.

-Adox: Sí, tiene pinta. Los monstruos esos que parecen cerdos.

-Creo que son cinco ... Dos rojos y tres azules ... Uno de los azules es arquero ...

-Adox: Da igual, podemos pasar de ...

Link ya había abandonado el lugar y había ido hacia el campamento.

-Adox: ¡Oye! ¿A dónde te crees que vas?

-Link: Hace mucho que no uso una espada, estos días he estado peleando con palos y porras. No te puedes ni imaginar las ganas que tengo de esto.

Adox se dio cuenta de lo que estaba pasando. Iba a ver al elegido en acción, blandiendo su espada. No pudo evitar emocionarse (otra vez).

Se acercaron lo suficiente y se escondieron detrás de unos árboles. A la base se accedía por unas escaleras de madera, y un círculo de abrojos rodeaba el tronco, a modo de barrera. Tenía dos pisos, conectados por una soga.

-Link: Ten, te devuelvo el arco. Trata de hacer lo que puedas con él.

-Adox: Va-Vale... (Eh... Solo espero no liarla mucho...)

Link activó la Vista Imán Los abrojos eran metálicos, pero no servían de mucho. El imán solo atrae los objetos, y además solo uno a la vez.

Entonces, Adox se fijó en que fuera de la base había un par de cajas en las que ponía 'K&G'. Reconoció esa marca al instante. Era de los famosos mercaderes Karei y Geran que, cuando vivían, fabricaban explosivos. Eran de Hatelia, así que sabía respecto al tema por los cotilleos de los vecinos. Esos bokoblins se las debían de haber robado a algún viajero desafortunado.

-Adox: ¡Ah! Oye Link, prueba a alinearte con esas cajas y atrae a uno de los abrojos.

Link aún no sabía para qué había que hacerlo, pero lo hizo sin cuestionamiento alguno. Cuando seleccionó el abrojo con la Vista Imán, este se acercó a gran velocidad, y cuando impactó en las cajas... Ocurrió lo esperado y todo voló por los aires. Gracias a esa jugada, mataron a los dos bokoblins rojos, y los azules que sobrevivieron estaban muy heridos.

-¡GUAU! (Al final sí que habrá valido la pena que me lo haya traído de viaje...)

-Adox: ¡Ja ja ja! ¡Esa no se la esperaron!

- ¡Muy bien, Adox!

El error fue que, mientras hablaban, los bokoblins heridos ya habían abierto un cofre que tenían y se tomaron unas pociones de recuperación de salud. Ahora ya no había base en el árbol, y todos se encontraban en tierra firme. Cogieron sus porras y se mantuvieron alerta.

-Link: Muy bien, es mi turno.

Link empezó a correr sin miedo alguno hacia los bokoblins, que se mostraban indignados, muy enfadados por el cobarde ataque por sorpresa.

-Adox: Espera, ¿y ahora qué-...?

Cuando quiso terminar la frase, Link ya estaba frente a ellos, con su espada y escudo. Los tres mostruos atacaron a la vez: dos con porras y otro con arco. Era todo un espectáculo ver cómo Link luchaba a la vez que bloqueaba todas las flechas con el escudo.

-Link: ¡Ja! ¡Vamos!

No tardó ni veinte segundos en acabar con los dos que iban con porras. Ahora solo quedaba el arquero, que encima era azul. Sin embargo, este era muy veloz y se alejaba continuamente de Link. Aunque este se acercaba, bloqueando sus flechas, no era más rápido que él.

-Tengo que ayudarlo... no podrá estar para siempre bloqueando flechas...

Adox intentó disparar al bokoblin con su arco hasta tres veces, pero falló todas. Al parecer sí que era verdad eso de que el disparo contra Vaati fue de casualidad. Link ya comenzaba a cansarse, se le veía en la cara. Si no hacían algo pronto, ese bokoblin podría ser un problema.

Link, ante la desesperación, hizo algo arriesgado: Lanzó su espada contra el bokoblin.

-Adox: ¿¡Pero te has vuelto loco!?

La espada giraba como una peonza mientras se acercaba a gran velocidad al bokoblin, quien se movía en línea recta. El peor temor de Adox se hizo realidad, y la espada no golpeó al bokoblin. Le había sobrepasado por encima, y ahora comenzaba a perder altura. Link había apuntado mal, puede que por el cansancio, o también por las prisas. Cuando cayera al suelo, el bokoblin la recogería delante suyo, y Link quedaría indefenso. ¿Había sido una imprudencia demasiado grande? ¿Acaso era su fin...?

El Éfiro - Zelda Breath Of The WildDonde viven las historias. Descúbrelo ahora