TEMPORADA 4 / CAPÍTULO 79: GROY E ISYR - PARTE 10

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—Isyr: ¡¡Ja, ja, ja!! ¡¡Allá vamos!! ¡¡Fusión!!

Agarró la cabeza, y esta comenzó a fundirse y a mezclarse con su cuerpo, emanando en el proceso una potente luz celeste que deslumbró a todos los presentes.

—Isyr: ¡¡Hyaaaaaaaaaaa!!

Se levantó una gran humareda a su alrededor, no pudiéndose ver su interior. Aun así, el centaleón no dudó en abalanzarse sobre aquello que se ocultara tras la cortina celeste.

—Youro: ¡Cuidado, Adox! ¡Ha usado su sello Asigma!

—Adox: Utsubi... No... No puede ser...

Con lágrimas en los ojos, apenas prestaba atención a su compañero. La bestia se había perdido en el interior del humo, con espada en mano... pero instantes después de hacerlo, su brazo con su arma salió volando desde allí.

—Centaleón: ¡¡¡Groaaaaaaaaaaar!!!

—Adox: ¡¿Q-Qué?! (¡¿Se lo ha cortado como si nada...?!)

Huyó de allí de inmediato, y el humo finalmente terminó de disiparse.

—Youro: M-Mierda...

Su aspecto era enorme y aterrador. Tenía dos grandes y afiladas garras con alas, llenas de puntiagudas y largas plumas celestes y negras... ¿y también pelo? Su pico se había alargado, y ahora tenía feroces colmillos. Su oscuro cuerpo lleno de plumas y pelo era una perfecta amalgama entre un ave y un mamífero monstruosos, y no parecía estar muy calmado.

—Isyr: ¡¡Rshaaaaaaa!! (¡Sí! ¡Me gusta este cuerpo! Me noto... ¡Muy ágil!)

Adox era consciente del peligro de la situación. Aunque estaba muy confundido y asustado, se limpió las lágrimas con su brazo, y se puso más serio que nunca.

—Adox: Prepárate, Youro, esto va a-...

No obstante, al ver al centaleón huir, Isyr no dudó ni un segundo en dar un gran salto, como si fuera un felino, y aterrizar sobre él, clavándole sus garras en el costado.

—Centaleón: ¡¡Groaaaaaaaaar!!

—Youro: ¡Ahhh! ¡El centaleón!

Trató de resistirse, pero Isyr le propinó dos potentes zarpazos en la cara, desfigurándosela y dejándolo completamente ciego.

—Youro: ¡Es demasiado fuerte!

Entonces, Adox se fijó en que el cuerpo del centaleón parecía estar cargando algún tipo de energía, y él sabía lo que eso significaba.

—Adox: ¡Confiemos en él!

Sacó de nuevo su arco, y apuntó al monstruoso híbrido con él.


—Adox: Nosotros, por ahora, vamos a apoyarlo mientras podamos.

Youro, por su parte, llamó a su escarabajo, que seguía en perfecto estado incluso tras haber recibido parte de las llamaradas del centaleón de antes.

—Youro: ¡Vale!

Aun así, de nada sirvió lo que intentaron, porque... Isyr alzó su afilado ala... y cortó en dos limpiamente a su presa, acabando con su vida en ese preciso momento, sin dejarle tiempo para lanzar su ataque desesperado.

—Adox: ¡¡¡Noooooooooo!!!

Ahora, con el ala empapado en sangre, dejó al inerte centaleón en el suelo, y miró hacia sus dos nuevas presas, impaciente. Youro colocó a su escarabajo como escudo, tenía miedo.

El Éfiro - Zelda Breath Of The WildDonde viven las historias. Descúbrelo ahora